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PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -16: Infinien (USA)

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 La música que llamamos “moderna” en los tiempos actuales surge de una paradoja que la mayoría desconoce y qué, aunque de alguna forma pueda parecer un punto de vista particular mío, se acaban atando cabos siempre y cuando uno se interese por la musicología e historia de la música en general.  Hasta bien entrada la década de los años cuarenta la gente acudía a las salas de conciertos para escuchar música clásica. Hoy esto puede parecer  algo inconcebible y de hecho lo es y si además os digo que el jazz, el blues y la música de baile swing eran considerado algo popular y poco serio alguno se quedará perplejo. Pues curiosamente fue la propia música culta que, con la llegada del dodecafonismo, el serialismo, la atonalidad y la incipiente música electrónica de vanguardia la que se cargó el interés del público mayoritario a asistir a conciertos. Esto ocurrió en los inicios de los años 50 y efectivamente el resultado fue curiosamente la aparición del rock and roll y los ritmos ...

EL TWANGUERO - Pachuco (2015, Warner Music)

 En 1958 el sello Jamie publica un trabajo discográfrico, un debut, en el que se pueden encontrar ya algunos de los singles que marcarían la carrera del guitarrista Duane Eddy. Las composiciones llevaban por título palabras como “Rebel-Rouser”, “Ramrod” o “Cannonball” y el elepé no era otro que esa obra fundamental del rock and roll instrumental que resulta Have “Twangy” Guitar Will Travel.

 


El estilo twang que popularizaría Duane Eddy, con ese deje sonoro tan nasal extraído de las cuerdas de su guitarra, marcaría a toda una generación de instrumentista, ya fuesen de rock and roll o surf instro, amantes de cualquier innovación sónica o estilística que pudiese aportar más grosor y cuerpo a su música. No fue el único en recurrir a ese “twangy sound”, pero sí uno de los más reverenciados en la memoria colectiva. 

Diego García, reconvertido en ese alter ego que es El Twanguero, lleva un paso más allá el twang, alcanzando una textura cercana a lo que él llama guitarra-oboe, incluso buscando por los derroteros esa sustancia de las guitarras de Luther Perkins (guitarrista de los Tennessee Three, la banda de acompañamiento de Johnny Cash).

 En Pachuco hay una perfecta amalgama de influencias captadas en la emoción de las músicas del otro lado del charco, desde la canción tradicional a ese Puerto Rico pasado por Cuba y Nueva York que es “El Cumbanchero” del puertorriqueño Rafael Hernández Marín. Aun así, y aunque en este trabajo se incluye una versión más (“Cherry Pink”, otro clasicazo, en este caso de Louis “Louiguy” Guglielmi y popularizado, entre otros, por el rey del mambo Pérez Prado), el resto son todo creaciones de García e incluso algunas escritas en tándem con Candy Caramelo (una de las piezas clave de la música nacional actual, miembro en este caso de la banda que acompaña a El Twanguero y productor del disco en cuestión). 



En definitiva, una acertadísima grabación con un Diego García pletórico, cargando de sensaciones y emoción las cuerdas de su Gretsch para que cada uno de los doce cortes reunidos en este disco compacto posean el sabor y la enjundia requerida. Perfecto.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com








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