Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
WHITE COVEN - Overseas (2018 / WHITE COVEN) (Rockliquias Bandas)
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
Ya han pasado unos años desde que el nombre de White Coven se ha ido haciendo más y más popular en los círculos rockeros de la inmortal Zaragoza. Ganadores o semifinalistas, en cuánta "batalla de bandas" han participado, su reputación ha ido creciendo a base de conciertos memorables. Desde el trabajo, fe y pasión que transmiten en ellos mismos. Su inclusión como banda de apertura de Blues Pills fue tremendamente acertada, y además creo que les dio más confianza en lo que estaban haciendo, que iban por buen camino. En 2015 editaron un cd - EP de cuatro canciones, (tres en realidad, más un "intermezzo" de 40 segundos), que ahora han sido recuperadas para el esperado y definitivo debut discográfico de la banda. Muy bien resuelto en su producción por Rubén Martín y Diego Vicen.
Sorprenden muchas cosas en White Coven. Su multi - formación, - y lo difícil que es mantenerla -, entre otras cosas. Tres guitarras solistas en las manos de Mario Gutiérrez, Juan Cervera y R. David Bueicheku. Carlos Viejo al bajo y Daniel Penon a la batería, son la consistencia rítmica imprescindible. Josete Meléndez en los teclados y órgano añade más munición melódica al combo. Y luego tenemos la emocional voz solista de Sara Lapiedra, de matices muy soul al viejo estilo, que imprime un sonido lleno de detalles y sentimiento al completo estilo de White Coven. Además han contado con invitados en una sección de viento, coros o percusiones , que no se privan de nada y bien que hacen. El estilo de la banda está firmemente asentado en los 70, lo que me parece genial, y buen gusto que tienen. Además, han ido agregando texturas de aquí y allá que conforman a una Jam band con detalles psych, prog, hard, soul, blues o southern que los definen por su perfecto ensamblaje en la composición.
El cd, que pronto estará disponible en vinilo, se abre con la recuperada "Woman' (4'25) que cerraba el EP. De inicio puramente psicodélico en su intro, pronto muta en un vendaval de energía comandada por la robusta voz de Sara Lapiedra. No puedo evitar recordar a grandes nombres del gremio como CK Strong, Mama Lion, Stone the Crows, Joy of Cooking, Zephyr o Babe Ruth como guías hacia ésta portentosa canción de guitarras entrecruzadas.
"Brief Old Tale" (4'30) abría el anterior EP, en una versión actual más perfeccionada y segura. Un tema rico en hard - blues - soul - carne con patatas, que aquí no hay nada light. Se agradece.
Por fín escuchamos nuevo material con "Moonroom" (6'38), arreglos proggy decoran elegancia instrumental, mientras Sara se amolda cómodamente al formato, acercando sensaciones escuchadas en bandas actuales británicas con frontwoman, como IO Earth, Magenta, Mostly Autumn o Panic Room. Aunque White Coven conservan su añejo sabor amaderado en barrica setentera.
Ahora destapan su frasco de exquisitas esencias southern en "Farewell" (4'02). Inevitable nombrar la referencia vocal de la Joplin, a pesar de que yo los veo más por Delaney & Bonnie, Ruby Starr & Grey Ghost y evidentemente, Allman Brothers Band. Aquí es donde más están en su salsa, y probablemente será el camino más visitado en un futuro.
Sería una estupenda elección. El instrumental "The Razorback" (3'24) se mete en vericuetos rock blues houserockin' al modo de la factoría Alligator. Añadiendo después un portentoso factor Purple, órgano - guitarra, más una batería que arrasa pasada por efectos, y que se luce con holgura.
"Your Time is Over" (4'24) y su entrada gospel arranca otro carnoso remolino de vibraciones soul - sureñas en la línea de Bonnie Bramlett, con coral negroide y sección de viento a la New Orleans, jazz - latín flavour y caliente onda Santana. Otra rescatada es "Sedative" (6'36), un ambiental y flotante blues psicodélico de irresistible gancho y sentimiento guitarrero.
Hasta con el doom - occult se atreven, muy apropiadamente, en "Coven" (5'05). Oscuras esencias psico en línea Saturnalia o Black Widow, en otro trabajado corte con sabor al primigenio sello Vertigo. Sin darnos cuenta, nos hemos plantado en el último título, el sensacional "Overseas" (10'59) , con una floydiana introducción y envolvente consecución progresiva in crescendo, demuestra que White Coven son unos perfeccionistas en cualquier estilo abordado. Las reflexivas notas finales a la Jimmy Page, dejan total convencimiento de que estamos ante un colosal primer álbum.
De notable alto y con la firme sensación en su escucha de que esto va a más. El aquelarre de White Coven no ha hecho más que empezar. Que corra esa mandrágora.
Comentarios
Publicar un comentario