Es sorprendente (y alarmante) cuánto se tiende a olvidar, ignorar, ningunear, la escena progresiva de Sudamérica. Monstruosos combos con masterpieces desorbitadas que todavía esperan ser descubiertas. Concretamente en Brasil, la conexión estilística con el rock progresivo italiano (RPI), es evidente. En muchos casos, a un mismo nivel de grandiosidad. Blezqi Zatsaz, Kaizen, Trem do Futuro, Verdaguer, Lehmujen, Sagrado, Topos Uranos, III Milenio, Dogma, Bacamarte, Atmosphera, Atomo Permanente, Som Nosso de Cada Día......La lista se hace gozosamente interminable. Creo que había que hacer justicia en Rockliquias y traer hoy a Quaterna Requiem. Banda-dúo formada en los finales 80. Elisa Wierman (teclados, composición, producción) y Claudio Dantas (batería, percusión, cover art, producción) son la base en éste "Quasimodo". Segundo álbum tras el ya magnífico "Velha Gravura" (1990). Únicos exponentes junto al grabado en vivo, "Livre" (1999), antes de co...
Formados en Oviedo en el 2015, Sombra es un power trío psych rock que aglutina también en su ADN progresivo, kraut y lo que se tercie (hasta el flamenco rock aseguran que les influye). Realmente son un spin-off de la banda Acid Mess, - otros que habrá que apuntar por aquí -. Ya que tanto Borja como Miguel pertenecen a ese combo. Además de Juan Villamil, completando un trío verdaderamente prometedor.
Ya en el año de su fundación presentaron excelentes maneras con la homónima demo de presentación. Ahora se estrenan oficialmente con música instrumental de poderío absoluto 70s. Psicodelia nervuda hendrixiana, como la inicial "Brumosa Apariencia" (7'42), llena de wah wah caustico y cambios rítmicos por doquier.
Parecidos con Three Seasons, Siena Root o Magnolia, sí, se me antojan muy retro-escandinavos, no sé porqué. "Mano Negra" (8'05) sigue caminos embarrados en la mejor tradición heavy progressive alemana, con melodías campeonas y matemática rítmica superlativa. Al estilo de Hairy Chapter, Tiger B. Smith o Silberbart. El final del corte es algo así como un Robin Trower desbocado en un maremoto rítmico arrasador. Con gusto, oiga.
Algo más progresivo es "Espiral" (3'37), con un saxo a la Mel Collins y por ende, conexiones crimsonianas. Bonito a la par que misterioso.
Volvemos la cara vinilica, (sí, por 15 pavos lo tienes), y entra "Abraxas" (4'11) dando a la manivela del tiempo hacia atrás, con imponentes ráfagas kaleidoscopicas en efectos de guitarramen y portentosos ritmos. A éste respecto, gozada seguir a la sección ritmera, mientras hablan las seis cuerdas el lenguaje universal de la mejor música.
Que en "Gran Sol" (8'12) se traduce en más desarrollos poseídos por el demonio de la creatividad en estado puro, neto y con las pagas prorrateadas, pero sin derecho a paro. Estos no paran ni aunque los aten. Su exposición instru es aquí apabullante, casi entrando en el stoner mudo, pero con enjundia y sesera. Probablemente es mi tema favorito, (aunque puedo cambiar de opinión si me enseñas el plato de jamón).
Finalmente "Quimera" (7'48) nos envuelve en su eléctrica galopante como una aparición mariana (por Frank Marino). El bajo vomita notas obesas y sucias, la guitarra lo seduce en contoneos psico-reptilianos, y el motor bateristico bombea latidos rítmicos de contundencia martilleante, que en vez de baquetas lleva dos Mjolnir, éste hombre.
En definitiva un discazo excepcional, para devorar con repetido hambre musicanibal. Éstos tíos ya se han batido en duelo escénico con los japoneses Kikagaku Moyo (buen set, voto a bríos!), o con los cósmicos Mars Red Sky. Así que poca broma.
Que "Visiones" es una de las bombas nacionales del año.
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