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PROGRESIVO DEL SIGLO XXI - 13: Jordsjo (Noruega)

Meterse en el jardín de “adaptarse a los tiempos” no es tarea fácil. Por eso los viejos amantes del estilo somos un reducto “vintage” y siempre estamos buscando bandas que nos hagan viajar en el tiempo. Ese sentimiento de “eterno retorno” o decir eso de corazón viejo y espíritu joven que queda tan bonito y aparente, solo puede acabar al final en el ridículo. Perder la escasa dignidad para parecer moderno es patético. A cierta edad… ya se sabe. Luego esta esa sensación cuando sales a la calle de que la ciudad que conociste ya no está. No existe. La música va desapareciendo de las tiendas. Las pocas que quedan. Aquellas largas estanterías de CD´s subdivididas por estilos han quedado reducidas a un pequeño y ridículo stand de novedades. Cierto es que hay más vinilos cada vez pero a precios desorbitados que son una tomadura de pelo y para colmo con escasa variedad de producto. Ya no es mi tiempo. Uno se percibe como un extraño. Un reducto marginal.



La música probablemente sea lo único nos permite escapar por momentos de esa incómoda sensación de ser como una especie de ermitaño en un mundo donde ya no tienes lugar. La edad sin duda y la enorme distancia que te separa ya de todo. ¿Cuantos de nosotros hemos llegado a entender y decir que…sin música la vida no tiene sentido? La verdad es que la vida no tiene sentido ni siquiera con música. Bueno de más jóvenes algunos de nosotros lo afirmábamos y ahora llegada la recta final, quizás me atreva a decir que probablemente sea “un medicamento más” que para colmo va perdiendo su efectividad. 

Hablando de recuerdos hago un inciso aquí. El próximo dia 7 de noviembre vienen los italianos The Watch al Teatro de las Esquinas aquí en Zaragoza para tocar íntegramente The Lamb Lies Down On Broadway. Algo raro e inusual y sinceramente me gustaría saber a qué mente se le ha ocurrido traerlos por estas lindes ya que en mi tierra he perdido toda esperanza de encontrar a alguien que le guste esto y será curioso ver qué público va a ver eso en el ya marchito 2025, con la lógica excepción de mi persona y cuatro chalados más. Un reencuentro con el pasado y un tratamiento farmacológico de un par de horas para aliviar los síntomas o más bien para la nostálgica tristeza. Sea como fuere me alegro mucho de actividades como esta.

Pero como todo medicamento que no sea química científica que realmente quite el dolor físico o mental o al menos lo aminore, no es sino simplemente un placebo transitorio y una mera ilusión. El recuerdo exclusivo del pasado.

Por qué digo esto? Pues sencillamente porque con la edad solo valoramos aquello que yace en el recuerdo idealista de lo que realmente nos impresionó. Aquello que nos ilusionó. Que formo parte de nuestros años de juventud, incluso antes que el fraude de la vida y el desengaño determinase nuestra vida de adultos. La música con la que crecimos va a diseñar absolutamente todo. Otra cosa será el snobismo y el postureo. Inconscientemente tendemos a escuchar la música que nos trae recuerdos. En el rock progresivo, al ser una forma de música emocional y hasta intelectual, con mayor razón. Al igual que la música clásica, nuestro estilo no es algo superficial o al menos no tan superficial como el resto de las músicas rock.

Se puede entender por qué hoy hay bandas “vintage” como Jordsjo o los mencionados The Watch nos recuperan aquel “trasnochado” estilo que quizás a lo mejor es “menos ridículo” que las actuales modernidades. De forma inconsciente siempre recurrimos al recuerdo y todo son comparativas con las bandas de referencia. Esto es normal. Vuelvo a insistir en decir, aunque alguno se empeñe en lo contrario, de que todo está ya inventado. Todo lo que pasa por nuestros oídos de una forma u otra nos resulta siempre familiar por extraño y novedoso que nos parezca. La mente es un enorme archivo.

¿Por qué nos gusta el progresivo que suena antiguo? Pues sencillamente por la razón que acabo de explicar. La duda que me queda es si siguen haciendo esta música para seguir contentando a los cuatro canosos plastas jubilados que quedamos escuchando por enésima vez el mismo disco o la intención de esto es favorecer la apertura mental de las nuevas generaciones. Creo suponer que simplemente graban discos para ellos mismos y si hay suerte pescar a algún chaval de mente curiosa y ávida.

Los escandinavos en particular tienen una habilidad especial para mantener relativamente intacta aquella experiencia sinfónica y progresiva de nuestras referencias setenteras. La respuesta a este fenómeno de recurrir a la fuente es por la incapacidad actual de hacer música nueva interesante. En realidad, todo aquello que nos parece novedoso parte siempre de una base. Siempre hubo alguien antes abriendo camino.

Parece ser que Noruega es un filón interminable del gusto clásico progresivo. La banda que nos ocupa nace en 2014 en Oslo. En ya más de una década de existencia han logrado meter ocho trabajos en estudio algo diferentes al principio, pero siempre manteniendo un equipo instrumental analógico “a la antigua”. Los cacharros de siempre vamos. El santo Mellotrón, el glorioso ARP Pro Soloist que es padre putativo de los sintes jubilados. No puede faltar el Hammond M100, El Clavinet y resto de instrumentos convencionales y tal.

Los primeros discos: “Jordsjo 1 y 2” tienen una forma más folclórica y hippiosa, con ese estilo psicodélico de invocación a los dioses vikingos del pasado. Cantan en su idioma para los que gustéis de analizar voces y cantantes. Yo como siempre prefiero la parte instrumental. No sé por qué motivo me recuerdan a Bo Hanson. El sonido de flauta y órgano probablemente. En el tercer disco se meten en la electrónica con la incorporación del sintesista Breidablik. Con sensación de música de “páramo helado” me encuentro de narices con secuenciadores berlinescos al estilo setentas que nada tienen que ver con lo anterior. Un álbum de contrastes entre diferentes estilos. Curioso. El cuarto “Jord” de 2017 regresa a los ambientes pastorales y tranquilos con la flauta con olor a hierba y musgo constantemente. Parecen discos grabados hace cincuenta años con total desparpajo y sin duda orientados a oyentes conocedores de la historia del prog viejuno y cubierto de polvo y telarañas. “Nattfiolen” de 2019 es el siguiente. Han subido algo el volumen y la intensidad sin la languidez de los anteriores pero la línea es exactamente la misma. Es música de los primeros años 70´s pero es difícil encuadrarlos en una corriente definida porque muchas estructuras melódicas parten de la tradición nórdica y por ello generalmente se alejan de los sospechosos habituales. Para mi gusto la música ha mejorado bastante pero ese “frío” del norte se hace evidente en la mayoría de composiciones. Nos vamos acercando más al presente y “Pastoralia” de 2021 me confirma de alguna forma su estilo “tranquilón” y meditativo. Hay aquí mayor acercamiento a la fusión jazz rock, algo de los suecos Isildurs Bane primigenios me viene a la mente pero siempre en ese ambiente de “abandono” y pachorra de “qué bonito es no hacer nada y después descansar”. La auténtica filosofía de la vida: tocarse los cojones plácidamente. “Salighet” de 2023 parece querer sonar algo más “agresivo” por los riffs de guitarra y ritmos más activos de lo habitual. Su música suena más elaborada conforme avanzan, pero nunca traspasan la sensación añeja de música perdida en el tiempo de aquellos primeros King Crimson, Camel, Gryphon, Focus por si queréis ligeras referencias. En el reciente “Kontraster” de 2025 vuelven a colaborar junto con el teclista electrónico Breidablik y se van a dos largas suites de curiosa amalgama sonora que parecen dos estilos antagónicos en un mismo disco. Por un lado, la suite de Jordsjo y por el otro la del sintesista poseído por los espíritus de Schulze y Froese desde el más allá.



Concluyendo. No son una banda para todo el mundo en absoluto, pero de seguro los expertos prog veteranos en este estilo sabrán apreciarlo y formarán parte de las discografías exhaustivas y complejas. Por cierto si vais a venir a ver a The Watch llevaros pañuelo. Los tíos lo clavan.

Alberto Torró

 

Temas
00:00 01 - Invokasjon
02:52 02 - Sankeren
10:13 03 - Salighet I
16:30 04 - Salighet II
22:40 05 - Ura
29:18 06 - Danseritualer Fra Jordsjo - Prosesjon & Ekstase
32:12 07 - Stjernestigen



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