HELDON II - Allez Teia (1974 / Disjuncta)
Después del homenaje la pasada semana a Bill Nelson, me parecía coherente proseguir y retomar por ése mismo sendero. Con otro olvidado y eminente guitar-synth de la prog-electrónica, el francés, Richard Pinhas.
Ya cubrimos en su día el primero de Heldon, su banda-proyecto, con "Electronique Guerrilla" (73). En "Allez Teia" continúa elevando el sonido de la guitarra eléctrica al panteón vanguardista sintetizado. Ayudado por clásicos armarios sonoros como el ARP, VCS3, Mellotron y Tapes.
Además cuenta con un segundo de a bordo en sus mismos roles, Georges Grunblatt (guitarras, Mellotron y ARP). Y algunos invitados guitarristas. Porque, aunque no lo parezca, es éste un álbum donde el mástil expresa en otros enigmáticos y fascinantes idiomas.
Si la semana pasada decíamos de Bill Nelson que continuó la escuela creada por Fripp, Richard Pinhas no le anda lejos. El primer corte de éste disco clarifica toda duda : "In the Wake of King Fripp" (6'36). Deliciosos arpegiados de omnipresente fondo mellotrónico y serpenteantes solos que emulan la primera etapa crimsoniana con total dedicación y respeto por el "King Fripp". Onírica maravilla del avant-Art europeo, bien parapetado por entonces, tanto en Alemania como en Francia.
Alain Renaud es invitado a la acústica en la delicada "Aphanisis" (2'22), a doble guitarra desenchufada de sutileza y virtuosismo casi en onda de Larry Coryell. Una chulada.
Otro invitado, Alain Bellaiche, aparece a la eléctrica en la frippiana "Omar Diop Blondin" (7'20). De hecho se la dedican a Fripp & Eno. No se cortan a la hora de mostrar sus influencias. Los planeos ambientales mediante solos eléctricos y arpegios marcianos nos absorben en un vórtice temporal de familiar psique. Se siente uno bien, aquí refugiado. Frente a la toxicidad corrosiva del entorno sonoro-cáustico exterior. Vanguardia que reconforta el alma. Zona de confort para curiosos e interesados en "incomodidades" sónicas, (cómo demuestra la atemporal foto de portada, que ya lo dice todo, como ya lo hizo el título del álbum anterior).
Secuencial ejercicio berlinés va a resultar, "Moebius" (1'49). No sé si dedicada al investigador krautie alemán, o al dibujante de cómic francés. O a los dos. Ambos se lo merecen y a ambos la música les representa.
Segunda cara con la ominosa "Fluence" (12'15) en dos partes subtituladas. "Continuum Mobile" son dos primeros minutos de oscura nebulosa germánica. "Disjonction Inclusive" son los diez minutos restantes. En desarrollo kosmische tan "frippertrónico", como un ejercicio de evolución reiterada en Manuel Gottsching. Guitarras procesadas e incandescente Mellotron de marmóreo arte funerario. Capas ondulantes que masajean la cefálea del oyente, en campos magnéticos de climática intensidad berlinesa. Todo un adecuado viaje para acompañar con una lectura de Philip K. Dick. Al que citan en créditos junto a Jimi Hendrix, Patrick Gauthier, Eno & Fripp o Genghis Khan. Así andaban las cabecicas.
"St - Mikael Samstag Am Abends" (6'18) utiliza el ARP como ouija dimensional, y la guitarra como vaso fonocaptor. El inteligente uso del Mellotron los transporta veinte años adelante, al tenebrismo escandinavo de los 90. Fripp sigue siendo el medium necesario para ése viaje entre décadas.
Calman la intensidad anterior, ahora con texturas acústicas, en la final "Michel Ettori" (4'17) en donde vuelven a sonoridades más propias del referido Coryell, Pilliph Catherine o Ralph Towner. Lo acústico-jazz siempre estuvo presente en la "musique planante".
Una entusiasmante visita al universo Heldon de Richard Pinhas, dónde uno siempre se siente bienvenido y acogido, envuelto en ilimitados planos de psico-fantasía.
J.J. IGLESIAS
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