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PROGRESIVO DEL SIGLO XXI - 15: RING VAN MOBIUS (Noruega)

 Como vamos viendo lo vintage y lo retro están cada vez más en alza en casi todos los aspectos de la vida moderna y no solo en la música. La razón para mí está en la falta absoluta de creatividad y de ideas inteligentes, eso si nos referimos al mundo del arte en general, pero si nos vamos a lo social y político veremos un fenómeno inevitable: de todo lo antiguo solo se ha rescatado lo malo y dentro de ello lo peor de lo peor. Es la crónica de una muerte anunciada. Ha fallado todo en las décadas del nuevo siglo que soportamos. La educación principalmente ya ni existe que era lo que a los estados y al sistema liberal le preocupaba. Dejar pensar al individuo acabaría en un peligro inminente para la estructura y que mejor que fomentar la estupidez y arrinconar el concepto humanista como un anacronismo. En lo que concierne a la música la falta de nuevas ideas inteligentes pasa por recurrir al pasado. El fenómeno “retro” en las actuales bandas prog proviene del mismo resultado de falta de ideas nuevas. Pero yo esto lo encuentro comprensible. Todo está hecho ya en música y la pretensión de avanzar, lo que antes llamábamos vanguardia o novedad interesante, no tienen ya argumentos ni herramientas. Cualquier intento, cara al futuro de crear algo nuevo, acaba en desastre o en una mediocridad peor que lo anterior. Otra cosa es la película que te quieran vender y ahí sí que debemos utilizar las pocas neuronas que nos queden para evitar el engaño y los cantos de sirena. Dicho de otra manera, es preferible recurrir a lo bueno o malo conocido, que algo peor por conocer. Lo curioso del caso es que hay más medios y mayor facilidad que antaño para hacer música, pero no una capacidad intelectual y creativa que se aproveche de esos medios y herramientas. Pienso en los compositores antiguos que solo tenían un viejo piano de pared, papel y lápiz. Hoy lo tenemos todo menos neuronas.




Naturalmente es un argumento pesimista por mi parte, pero debemos entender que nuestra biología no está diseñada para perdurar ni mejorar. Más bien al contrario. Fijaros quienes controlan hoy el mundo. En comparación seguramente los considerados más tontos de hace décadas habrían hecho mejor. Partimos del caos y de la broma pesada y ese es el final de todo.

Concretando esta argumentación y aunque cada semana esto sea un argumento recurrente se puede entender mejor el por qué miramos hacia atrás a la hora de hacer rock progresivo. Sencillamente no hay relevo y si queremos seguir entreteniéndonos con este estilo de música más nos vale preservar la fuente que funcionó a la que previsiblemente pueda funcionar. 

Sé que alguno se preguntará que ante semejante panorama de vacío creativo… ¿ por qué seguir escribiendo sobre música? Yo también lo pienso y la única respuesta patética es por evitar el hastío y el aburrimiento. Como poner una crema antinflamatoria que para colmo rara vez funcionan.

Como me temo que no hay atisbo de mejora, bienvenidas sean bandas como Ring Van Mobius y todo su encanto trasnochado y pasado de moda. Old Fashioned, Vintage, Retro…¿ya incluso hasta suenan bien verdad?.

Otra vez Noruega. Parece ser la “reserva espiritual” del sinfonismo prog. Ya quisiera que una sola banda existiera así en los alrededores de esta Hispania nuestra cum laude que siempre ha sido mejor en gastronomía, en chistes, ocurrencias, tuna universitaria y retranca, que en “progresismos” de cualquier tipo.

Veo las fotos de esta banda en Facebook y parecen sacadas de un estudio a principios de los 70´s. Todo estudiado al detalle: la pinta, la estética, el material analógico. Personalmente veo un anacronismo perfectamente diseñado con un fuerte sentimiento de nostalgia. No digo que esté mal, al contrario. Pero una congelación tal en el tiempo no es real. Es una ilusión.

Para los que de alguna forma nos quedamos emocionalmente en esa época es como tener diez años y que nos hayan pagado un viaje a Disneylandia para ver a Wendy y Peter Pan. Un regalo de la imaginación. Ahora bien. Si esto funciona y nos alegra el día, bienvenido sea.

A qué señor mayor sinfónico no le emociona ver un Hammond Organ B3, Un gigantesco Moog modular o un mellotrón blanco de madera laqueada y temas jugosos que van a los veinte mtos de delirio y sudor retro. Ahí está la cosa. Más felices que un octogenario bailando pasodoble y boleros con la parienta en Benidorm.

“Past The Evening Sun” es la primera bofetada sonora en 2018 que casi hacen sonar más modernos a los propios padres del género. Tres temas como dios manda. Suite en la cara A y dos temas en la B porque ya puestos rescatamos el lenguaje vinílico al uso. Tres tíos: Teclista, bajo y batería. Tres bestias sacadas del vademécum a la Nice, Ekseption, Trace, ELP, Triumvirat, Quatermass, los primeros VDGG (hay saxo ocasional) y bandas afines. Nada de modernidades y concesiones. Como un programa de TV en blanco y negro con música inquietante sacada del túnel del tiempo, áspera, polvorienta. Melodías prog del pasado, viejas, rancias y hasta fascinantes. Fuzz y distorsión a raudales levantando polvo en galerías llenas de telarañas y olor mariano. Como una vieja película de Peter Cushing, Buster Keaton o Boris Karloff. Resulta peculiar y no hay que tomarlo demasiado en serio, tan solo entretenido, como un tour gratuito congelado en el tiempo.

En 2020 “ The Third Majesty” continúa exactamente en la misma línea inquietante de oscuridades sonoras y rituales polvorientos que invocan al fantasma de Keith Emerson desde los primeros compases de la suite inicial. Los tíos lo hacen muy bien. El exorcismo y la invocación funcionan y el sonido tarkiano parece de 1971 como mucho. Aún no han llegado al “Trilogy” mucho menos al Brain Salad Surgery que sonarían incluso más modernos. Ironías del destino.

“Commisioned Works” de 2023. Una sola pieza en 12 movimientos. Para que se van a ir con minucias. La pompa y la pretensión del sinfonismo rancio aparece en todo su esplendor. Una copia casi exacta de los modales ELP y satélites sobrevolando. Pero no busques melodías a la Lake porque no llegan a tanto. Las habilidades del teclista son portentosas pero el lirismo que emocione no llega nunca. Eso mismo les pasó a todos los imitadores de ELP. Cuando llegaba la hora de la balada o la canción emocional todos pinchaban en crudo. Sin excepción.




Mientras termino este artículo me llega su último trabajo “Firebrand” que estaba previsto para este octubre de 2025. Tres monstruosas piezas de 9-13-24 mtos respectivamente y que según sus propias palabras es su testamento final. Naturalmente ya se han divertido lo suficiente. Con un inicio de rancia batería sacudiendo y toda la polvorienta estela de 1970 sin ningún atisbo de timidez, esta divertida antigualla cierra su aventura personal de viaje en el tiempo con música completamente congelada en esa época. Como un viejo álbum de cromos de la infancia. Un destartalado e imaginario parque temático de sueño-pesadilla setentero tan entretenido como fascinantemente desfasado.

Alberto Torró


Temas
1. Firebrand (00:00)
2. The Fever (09:33)
3. False Dawn (23:06)


 

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