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Carpet - Collision (2024)

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  No soy muy proclive al prog moderno, aunque reconozco que a veces hay cosas interesantes. Una de las peculiaridades del estilo es que con los años se ha ido abriendo cada vez más por cauces más variados, eso que llamamos ecléctico que bien puede acabar en un puzzle indefinido o en un nuevo resultado de la química sonora. Como ya dije la semana pasada en los tiempos distópicos y desagradables que por desgracia nos tocan vivir, es fácil encontrarnos con músicas que así lo reflejan. Cada vez la música es más áspera y más infeliz y uno que contempla la degradación humana a diario y el camino hacia la locura que tanto por  la política deshumanizada del negocio y poder, así como por la disminución de inteligencia global y aumento de la maldad en el planeta se da cuenta que ya no hay vuelta atrás. Cada día será peor que el anterior, bien sea por el clima y cambios naturales o por guerras en todos los frentes. No me toca decir a mí si la inteligencia artificial será algo mejor o peo...

Ángel Celada - Toc (Rock Izar Records) (2023)

 Angel Celada Brizuela lleva décadas haciendo suyo lo que realmente le corresponde, como uno de los bateristas exponentes de la fe en si mismo, sin hacer uso de la necesidad para que otros crean en él, y sin dejarse seducir por elogios procedentes de madrastras de casposa elasticidad.



Y Toc, su inminente propuesta discográfica, no es ni cuanto menos un legado musical de revisión otorgado a una parte de los nutrientes que durante años han contribuido a la expansión de su propio discurso bateristico, sino que más bien se trata de un esfuerzo introspectivo en el que como de costumbre en el de Gasteiz, aboga por el respeto hacia su distinguida concesión de la interpretación que no se fundamenta exclusivamente en anclarse postulados del pasado.

Ángel Celada ha venido confeccionando durante los últimos años un álbum que nadie se ha atrevido ni tan siquiera a esbozar para hacerle frente a la desidia que habita en este tiempo presente, donde la observación y su capacidad son entre otros, legados que ha desertado del edén moral. 

Toc es un disco que respira orgánicamente sobre el éxtasis de la dinámica emergente que fluye en las sosegadas aguas de la energía modal, sin que pretéritas corrientes empujen la obra hacia un acantilado rocoso rodeado de arena de gayola. ¿Hay que responsabilizar al uso a: Talking Heads, Buddy Miles, Free o Led Zeppelin de éste álbum? Digamos que la introspección es una responsabilidad de aquellos que saben transitar por el asfalto sin la pretensión de evocar al estruendo. Y ése es precisamente el Ángel Celada que seguimos hallando tras un kit batería y fuera del mismo. Toc es un Master que no tiene que suplicarle al agotado año 2023 un posicionamiento entre los diez mejores discos nacionales, por la sencilla razón de que en esta disciplina no se ha hecho otro igual ni el presente año, ni en los quince anteriores. Este nuevo álbum de Celada no suplica, simplemente conmemora emociones acumuladas aquí y allá durante el constante discurrir en el oficio de contar canciones que otros muchos siguen cantando. Hacerse un auto regalo de esta magnitud es tocar el cielo para celebrar setenta años de edad, de los cuales más de la mitad del prestigioso músico de Vitoria han transitado por el Jazz, el Rock, El Pop, la vanguardia...  Los días y las noches, tanto con sus proyectos sonoros como prestando sus servicios como baterista a otros artistas que han apostado doble contra sencillo. Además es más que notable que los doce temas impresos en Toc, han sido ejecutados con total y absoluta frescura en los estudios Elkar, un búnker del que no sale ninguna propuesta musical sin contar con el aval de la enjundia de un grado llamado experiencia.

Tan cálido como uniforme, tan preciso como conciso y sobre todo, rebosante de gaseosa eléctrica, Toc es un acertada ráfaga de viento que llega a través de viejos recuerdos para que de una vez por todas nos cercioremos de que la inmediatez no nos puede arrebatar la virtud de escuchar el único sentido que tiene el silencio. A su vez, Toc es la actitud de músicos como el sobresaliente David Soler Pina, el incandescente entusiasmo que ilustra Koldo Uriarte y el no menos pasional registro de la vocalista Carla Sevilla, distribuido a placer en los doce temas que aderezan una causa justa. 

La escucha en un móvil o en un pc como vínculo a una plataforma de exposición de esta nueva entrega discográfica de Ángel Celada, puesta en circulación por el sello Rock Izar Records, debería de estar albergada en el código penal sujeta a un considerable un castigo. Si éste Master penetra en nuestros pabellones auditivos a través de los monitores de escucha del control room de los estudios Elkar, los que durante tres decenios vienen contando verdades, yo al menos quedaría a vivir en esa privilegiada sala que da testimonio del magnetismo de los diálogos simultáneos, de la fluidez orgánica y de la coherencia acuñada al arte sonoro, que gracias a Ángel Celada y su legado todavía nos permite escuchar discursos emitidos por el profundo respeto y la humilde y honesta veracidad que nunca se esconde detrás del escombro de la petulancia, para trasladar la compleja dificultad a la parcela de la divina sencillez. Estamos ante un coloquio de adrenalina directa a la intimidad, en la de Oca a Oca, Angel Celada en esta ocasión ha tirado porque le Toc-A.



Probablemente otros describirían Toc con un sola palabra para acortar distancias definiéndolo como lo que es, un disco cojonudo que cumple con todos los requisitos para ser disfrutado en Hi-Fi.

Luis Arnaldo Álvarez (Baterista  y Locutor profesional independiente






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