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BUDDY GUY - THE REAL DEAL (1996)

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 Después de un soberbio Stone Crazy del 81 casi nada podemos rescatar de este formidable bluesman hasta bien entrada la década de los noventa. El hombre que adoctrinado por sus padres, había caído en el olvido por todos ,salvo una excepción, que vendría cruzando el gran charco. Clapton se disponía a realizar una maratónica serie de conciertos en el Royal Albert Hall y como devolución a su ferviente devoción por el de Chicago lo contrata, por espacio de dos años. La Silvertone Records echa sus ojos en la luminaria en desgracia y estampa "Damn Right, I've Got The Blues" su éxito mas comercial hasta la fecha junto a Jeff Beck, Mark Knopfler, Memphis Horns y Mano Lenta. Después llegaron "Feels Like Rain" y "Slippin' In" en donde galanteaba con el pop y en mayor medida con el R&B; estos eventos le produjeron que una gran parte de sus seguidores se distancien de su obra. Sabiendo de antemano las consecuencias, Guy tendría que volver a las raíces, a e...

Celtic Frost – Into The Pandemonium (1987)

¿Pudieron ser Celtic Frost uno de los precursores básicamente de todo lo que se inventó en el metal europeo desde principios de los 80?



De forma evidente, ante esta pregunta el amalgama de opiniones de los Celtic Lovers acerca de la ubicación del punto más bajo de la carrera de Celtic Frost apuntan invariablemente a Cold Lake, pero si hay o no, una depresión más amplia alrededor del único sumidero glamuroso, puede resultar un tema de extensa discusión. Dependiendo de a quién le preguntes, la depresión puede contener Into the Pandemonium, Vanity/Nemesis, o incluso ambos. Para quienes no están de acuerdo, y aunque Vanity/Nemesis ciertamente posee su legión de fans, se prioriza un respeto más que simbólico entre los menos fanáticos de la banda, con lo que este álbum Into the Pandemonium es definitivamente un divisor de opinión de la épica, Opethian. El disco es todo un clásico, un referente, una lápida de granito gris impreso en la vanguardia expansiva de esta tesitura sonora.

Los ochenta fueron en parte, una década de Metal, Synth Poping, vestimentas horteras (a excepción de cueros no moriscos, y de los jeans lavados a la piedra), de Miami Vice y enormes tetas de silicona. Dado que Celtic Frost practicaban la doctrina del Metal expansivo, los seguidores del género que padecían alopecia siempre han mostrado bastante sensatos sin atender a ironías petulantes de  cromosomas de soplapollez de autenticidad, no estamos hablando de pequeñas adiciones cosméticas que dan forma del seno de una ‘’Prunella’’ matinal, a un hemisferio más lleno. La comparación no es mala. Las enormes tetas de silicona instaladas en las actrices de los 80 probablemente hayan pasado por un proceso de erosión similar al de Into the Pandemonium.

Celtic Frost, colocó un manifiesto audaz y valiente en el trazado de esta obra.  La retrospectiva de más de dos décadas puede ser una forma cruel de medir el éxito que tuvieron, pero por otro lado, para evaluar si  realmente la banda estaba dentro de la vanguardia en ese momento, se debe examinar la influencia del álbum.

¿Cuáles fueron los nuevos ingredientes que Celtic Frost trajo a la cocina de metal en 1987? El más obvio es, por supuesto, el uso de instrumentos clásicos y voces femeninas limpias en sus canciones, tanto para agregar dinamismo al Doom como para traer a la mezcla una medida de belleza. Solo Rex Irae muestra tantos elementos nuevos, con las trompetas distantes resonando en las grandes cavernas del infierno, los violines lamiendo sus agudas melodías ominosamente diabólicas, casi como los riffs de una guitarra estirada, y la voz del contralto sonando como un cabreado y voluptuoso ángel de la retribución, que se cierne sobre una procesión de almas condenadas que se tambalean hacia el Tártaro. Pero el álbum fue trazado con un dinamismo sublime que posteriormente fue tratado en una posterior mezcla y producción que salvaguardaron en todo momento la pureza, la esencia de una concesión conceptual desencadenada para ser procesada con total y absoluta naturalidad, bajo el rigor de la pureza.



Into The Pandemonium no es uno de esos discos estructurados exclusivamente para el sectarismo, el exceso de grasa cerebral o la infinita dimensión unineuronal. La obra expone a Celtic Frost en el momento clave de su trayectoria, y en ella se expone un componente sencillo a la par, para ser degustado con total y absoluta comodidad por cualquier aficionado a la música que cuente con un distintivo de criterio. 

Luis Arnaldo Álvarez (Baterista  y Locutor profesional independiente)



 
Temas
A1 Mexican Radio 3:28
A2 Mesmerized 3:24
A3 Inner Sanctum 5:14
A4 Sorrows Of The Moon 3:02
A5 Babylon Fell 4:18
B1 Caress Into Oblivion 5:10
B2 One In Their Pride 2:50
B3 I Won't Dance 4:31
B4 Rex Irae (Requiem) 5:57
B5 Oriental Masquerade 1:15



 

Comentarios

  1. Tenis y Celtic Frost, un tío con buen gusto definitivamente.

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