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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

THE WATCH - The Art of Bleeding (2021/ Pickup)

 Formados en 1997, los italianos The Night Watch  (luego acortaron nombre), son el ejemplo lúcido de la actual realeza progresiva italiana. Alternando su decena de álbumes propios con la esencia admiradora de su pasión por Genesis. The Watch son sin duda, grandes del RPI de nuevo siglo. 



De su formación original sólo queda su cantante solista, Simone Rossetti (también al mellotron, sintes y flauta). Siendo el resto Giorgio Gabriel (guitarras), Marco Fabbri (batería), Mattia Rossetti (bajo, pedal bass, guitarras, voz) y Valerio De Vittorio (teclados, Hammond L122, Mellotron y sintes). Conceptual planteamiento para "The Art of Bleeding", donde siguen investigando límites emocionales indefinidos entre el legado genesiano y el barroquismo italo - prog. 

"An Intro" (3'06) consigue llevarnos a un universo paralelo, donde "The Lamb" no fue el último álbum de Genesis con Gabriel. Y juegan con nosotros a vivir ésa fantasía utópica a cada nuevo lanzamiento de The Watch. Como mandan los santos cánones conceptuales, existe enlace con "Red" (6'17). Dibujo de atmósferas grises y angustiantes, con el habitual dramatismo, pero que en su forma de composición se resuelve  redonda. Sin fisuras. Un placer seguir cada trazo pintado por las notas de cada instrumento. Detallistas y abigarrados, para nada cargantes. Dominan la explosión emocional como sus maestros, u otros ilustres alumnos de cursos pasados, como IQ. En un día como hoy, oscuro y lluvioso, entra magnífico éste álbum,  con cosas como "Abendlicht" (7'38), que transpira fuerza esperanzadora para seguir la lucha diaria. Al modo de unos primeros Marillion. El generoso uso de mellotron,  crea el vetusto efecto necesario para que una obra prog de éstas características tome seriedad bien asimilada.  En un "Wind & Wuthering" estaría tan ricamente, acomodada entre la nostalgia otoñal y una poética instrumentación.  



Algo extensible a la acústica "The Fisherman" (5'55), de reminiscencias "Trespass", gracias a ésa prodigiosa garganta de Rossetti. Si alguna vez le falla Nad Sylvan a Hackett, que mire  hacia éste lado. Hammond y teclados muy Banks , acústicas casi de Anthony Phillips.....Todo aquí huele a magia victoriana maravillosa, de ésa que yo creía hace años que sería irrepetible. Algo de bueno nos tenía que traer el futuro, aunque solo fueran unos pellizcos robados al pasado. 

Más Crimson se presenta "Hatred of Wisdom" (5'28), oscura y opresiva, con el añadido del tenebrismo mellotrónico. Y un Hammond salvador que descongestiona la angustia, en otro himno de esperanza. El gran Nick Magnus (conexión Hackett), compone "Howl The Stars Down" (3'37), otra maravilla que huele a "Nursery Crime", a delicada fantasía del universo Carrolliano de Gabriel. Emocionante delicatessen.

"Black is Deep"  (3'56) con intro de piano eléctrico,  tiene mas de "The Lamb", con perfecta aportación creativa de The Watch.  Los cuales no se conforman con igualar atmósferas ya visitadas. Aquí hay un trabajo de equipo, a reconocer.  Pequeña alhaja instrumental. Finalizan con "Red is Deep"  (9'30), subrayando su valía como intérpretes de alto riesgo emocional. 



The Watch no necesita ser una tribute band para soltar el aplauso incontenido del respetable. Quiero pensar que a ellos mismos les encanta tocar ése material ajeno. Al que se acercan con el suyo en muchos momentos. Gente agradecida a sus fuentes inspiradoras.

J.J. IGLESIAS


P.D. - Existe una edición con un segundo disco, conteniendo 7 temas en diferentes versiones de la propia discografía de The Watch.











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