Entrada destacada

QUATERNA REQUIEM - Quasimodo (1994/ QR)

Imagen
 Es sorprendente (y alarmante) cuánto se tiende a olvidar, ignorar, ningunear, la escena progresiva de Sudamérica. Monstruosos combos con masterpieces desorbitadas que todavía esperan ser descubiertas.  Concretamente en Brasil, la conexión estilística con el rock progresivo italiano (RPI), es evidente. En muchos casos, a un mismo nivel de grandiosidad. Blezqi Zatsaz, Kaizen, Trem do Futuro, Verdaguer, Lehmujen, Sagrado, Topos Uranos, III Milenio, Dogma, Bacamarte, Atmosphera, Atomo Permanente, Som Nosso de Cada Día......La lista se hace gozosamente interminable. Creo que había que hacer justicia en Rockliquias y traer hoy a Quaterna Requiem. Banda-dúo  formada en los finales 80. Elisa Wierman (teclados, composición,  producción) y Claudio Dantas (batería,  percusión,  cover art, producción) son la base en éste "Quasimodo". Segundo álbum tras el ya magnífico "Velha  Gravura" (1990). Únicos exponentes junto al grabado en vivo, "Livre" (1999), antes de co...

CONOCIENDO RUSIA - Conociendo Rusia (2018/ Geiser)

 Andamos hoy por Argentina con el proyecto Conociendo Rusia, herramienta de su cerebro, Mateo Sujatovich. Curioso nombre, que viene de su apodo de chico, "el ruso", a causa de su apellido. Sus amigos "ashá" en Belgrano, que eran tan guasones como en Madrid. Donde Mateo estuvo viviendo hasta los 13 años. Estuvo a punto de entrar en las filiales del R. Madrid (y de hecho su estudio se llama "Club Atlético Sujatovich"). Pero la música fue más fuerte que el fútbol, corre por sus venas, está en su adn. 



A Conociendo Rusia le han dicho de todo. Indie rock, influencias de Fito Páez (con el que tiene algún dueto), Los Rodríguez o Calamaro.  Pero mira tú,  que yo escucho al viejo Charly García de los 70. Y más.  Razones hay de sobra. Mateo es hijo de Leo Sujatovich, teclista que fue de Spinetta Jade. E igual que hizo su padre en 1972, tomó lecciones de guitarra aquí en España del gran Claudio Gabis  (Manal). Y ya va por su cuarto álbum tras éste homónimo,  "Cabildo y Juramento", "El Enemigo" y el reciente, "La Dirección". 

En éste primero cantaba, tocaba guitarras, bajo, sintes y programación.  Le acompañaban Nicolás Btesh (voz, sintes, programación), Guille Salort (batería) y Fran Azorai (Wurlitzer piano). Es rock clásico a la vieja usanza argenta,  orientado a canciones impolutas y por supuesto, con letras cuidadas al detalle. No podía ser de otro modo. "Loco en el Desierto" funciona como una canción de amor onírica y ensoñadora. Perfección arreglista. Melodías de científico loco. Bien cantado (con bonitos falsetes) y mejor tocado. Como un Todd Rundgren porteño. Así de "simple". Así de genial. "Cicatriz" tiene su idioma favorito, la nostalgia. Y aquí una brisa spinettiana nos invade, irremediablemente. También un Motown feel.

En clave de blues, "Bruja de Barracas" se mueve a sus anchas en lo clásico del rock porteño. Delicioso feeling tristón.  Acústica mecedora para la poética de "La Luna", otro romántico manto de placidas sensaciones, no alejadas de Utopía. Otro momento íntimo es "Juro". Aunque ése trote del bajo agiliza un tema que pudo ser balada, y se quedó en power pop de día lluvioso. Adoro ése sentimiento, trasladable a todo el álbum.  Como en "Lo que Pasó", una rica tonada que los clásicos Supertramp no hubieran desechado. 



Terminan con "La Puerta", algo con positivo feel melódico,  que no letristico. Siete canciones redondas. Un disco sin pretensiones. O si, todas. Un álbum perfecto.

J.J. IGLESIAS 


 
 Temas
00:00 Loco en el desierto
04:16 Cicatriz
08:20 Bruja de Barracas
11:58 La Luna
15:27 Juro
18:45 Lo que pasó
22:09 La Puerta









                     Notasi te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en                                                                                      
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias






Comentarios