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EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI - 2: MAGENTA (primera parte)

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 Como ya os dije encontrar hoy una banda que haga un progresivo atractivo e interesante sin que nos aburramos como una planta de plástico en cualquier salita de espera es una empresa realmente complicada. La pregunta es: que no se ha hecho o se ha intentado hacer sin repetirse. Pues muy poco. Por muy complejo y lioso que nos parezca a simple vista hacer música tiene sus límites. Si uno tiene algún conocimiento de música, aunque sea básico no tardará en darse cuenta de que la mayoría de canciones y temas que escuchamos tienen siempre una estructura similar y romper las normas con ocurrencias o algo sorprendente está en manos de quienes arriesgan o se rompen la cabeza de manera imaginativa y eso tampoco es ninguna garantía. Ciertamente todo está ya inventado y naturalmente a la gran mayoría esto no le importa lo más mínimo. Casi mejor. Mientras se mueva el esqueleto y se pueda cantar o tatarear algo, lo demás es irrelevante. Ciertamente no son cosas que deban preocuparnos. Lo que si ...

Dr. Hook And The Medicine Show - Belly Up! (1973, CBS)

 El invento conocido cual Dr. Hook And The Medicine Show, parido desde la entrañas de la agrupación The Chocolate Papers por Ray Sawyer y Dennis Locorriere, no resultaría la misma bicoca de no ser por la pluma ácida y divertida de Shel Silverstein, un humorista con inesperado talento para componer frases ocurrentes que casasen con el estilo sureño de un combo completado gracias a Billy Francis, Jay David y George Cummings. 



Dr. Hook And The Medicine Show (1971) y Sloppy Seconds (1972), sus dos primeros elepés, son compras obligadas para todo el que quiera adentrarse en el hilarante mundo de estos músicos; sin embargo, Belly Up!, todavía lejano del éxito del tándem antecesor, iguala en ideas y gusto socarrón. El disco se ve trufazo, como es norma en los muchachos del Doctor Garfio, de una entretenida lista de historias que lo mismo enfocan la vida en la carretera para la camarilla de las estrellas musicales (“Roland The Roadie And Gertrude The Groupie”) como la triste gracia de tener los bolsillos vacíos, sólo cargados con la imaginación suficiente como para saborear las delicias de una sopa con regusto a pedernal (“The Wonderful Soup Stone”, jugando con la historia de la famosa fábula). 



El mundo de la prostitución se pincela en “Acapulco Goldie”, abordándolo de lleno para su “Penicillin Penny”. “Monterey Jack” va pasada de revoluciones mientras todos cantan acompañados por una frenética guitarra acústica. “When Lily Was Queen” y “Put A Little Bit On Me” vaticina un rock funky que les poseería en ciertas futuras facetas. Aquí no hay baladones del terruño a la usanza de sus anteriores “Sylvia’s Mother” o “Carry Me, Carrie”, por lo que lo más cercano sería el medio tiempo “You Ain’t Got The Right” o el inicio de “Life Ain’t Easy”. 



En aquel 1973 Francis ya estaba fuera de Dr. Hook y el antiguo quinteto era ahora un sexteto fortalecido por el talento del bajista Jance Garfat y el estilo a la rítmica de Rik Elswit. Seguramente su último gran vinilo, aunque luego conquistasen las listas cinco años después con el álbum Pleasure & Pain.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com




 







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