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Oöphoi – Bardo (2002/ Electroshock)

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Reordenando cds rusos de prog-electrónica y demás ramificaciones,  me topo con el archivo discográfico del sello "Electroshock", propiedad de Artemiy Artemiev. Quién también produce éste álbum. No todo eran rusos allí, por lo que compruebo. Descubro con sorpresa que Oőphoi era el seudónimo  del italiano Gianluigi Gasparetti (1958-2013). Sintetista y multiinstrumentista que editó su primer álbum en 1996, "Static Soundscapes: Three Lights at the End of the World". Siempre tan optimista. En un total de 25 trabajos, antes de su prematura muerte a los 55 años. "Bardo" fue su octavo disco, y es unánimemente visto como su obra maestra. Cinco estrellas en todas partes. No es lo habitual éste tipo de consensos aplastantes, y menos en música de fuerte abstraccionismo. Oőphoi se presentaba solo,  a los sintetizadores y electronics, flautas, gongs, percusiones, arcos, cantos tibetanos y voces. Difícil localizar cada instrumento, puesto que lo orgánico va muy fusionado...

Dr. Hook And The Medicine Show - Belly Up! (1973, CBS)

 El invento conocido cual Dr. Hook And The Medicine Show, parido desde la entrañas de la agrupación The Chocolate Papers por Ray Sawyer y Dennis Locorriere, no resultaría la misma bicoca de no ser por la pluma ácida y divertida de Shel Silverstein, un humorista con inesperado talento para componer frases ocurrentes que casasen con el estilo sureño de un combo completado gracias a Billy Francis, Jay David y George Cummings. 



Dr. Hook And The Medicine Show (1971) y Sloppy Seconds (1972), sus dos primeros elepés, son compras obligadas para todo el que quiera adentrarse en el hilarante mundo de estos músicos; sin embargo, Belly Up!, todavía lejano del éxito del tándem antecesor, iguala en ideas y gusto socarrón. El disco se ve trufazo, como es norma en los muchachos del Doctor Garfio, de una entretenida lista de historias que lo mismo enfocan la vida en la carretera para la camarilla de las estrellas musicales (“Roland The Roadie And Gertrude The Groupie”) como la triste gracia de tener los bolsillos vacíos, sólo cargados con la imaginación suficiente como para saborear las delicias de una sopa con regusto a pedernal (“The Wonderful Soup Stone”, jugando con la historia de la famosa fábula). 



El mundo de la prostitución se pincela en “Acapulco Goldie”, abordándolo de lleno para su “Penicillin Penny”. “Monterey Jack” va pasada de revoluciones mientras todos cantan acompañados por una frenética guitarra acústica. “When Lily Was Queen” y “Put A Little Bit On Me” vaticina un rock funky que les poseería en ciertas futuras facetas. Aquí no hay baladones del terruño a la usanza de sus anteriores “Sylvia’s Mother” o “Carry Me, Carrie”, por lo que lo más cercano sería el medio tiempo “You Ain’t Got The Right” o el inicio de “Life Ain’t Easy”. 



En aquel 1973 Francis ya estaba fuera de Dr. Hook y el antiguo quinteto era ahora un sexteto fortalecido por el talento del bajista Jance Garfat y el estilo a la rítmica de Rik Elswit. Seguramente su último gran vinilo, aunque luego conquistasen las listas cinco años después con el álbum Pleasure & Pain.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com




 







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