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JEREMY MORRIS: Toda una vida de buena música

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Conocí al norteamericano (Kalamazoo, Michigan) Jeremy Morris en los mediados 90, a raíz del maravilloso "Pilgrim's Journey" (1995/ Kinesis). Un álbum que te llevaba a los mundos mágicos de Anthony Phillips o Steve Hackett sin mucho esfuerzo.  Una auténtica obra maestra.  A raíz de nuestro fanzine Atropos, conseguí contactar con él,  entrevistarlo y seguir una buena amistad regular, entonces por carta, (Internet daba sus primeros pasos). Al cabo de unos años, otro gran amigo, el argentino Guillermo Cazenave, había hecho algunos discos con el propio ex-Genesis,  Anthony Phillips. Destacando el fantástico "The Meadows of Englewood" (1996/ Astral). Observé una fuerte afinidad de estilos entre Gill y Jeremy, ambos multiinstrumentistas. Se me ocurrió hacer "de celestino" y presentarlos. El resultado, varios discos juntos y viajes en concierto por USA, Londres y  España. Tocaron en el mítico The Cavern de Liverpool......Para dar el siguiente bolo en The Caver...

WINGER - Better Days Comin’ (2014, Frontiers Records)

Aunque Kip Winger, Reb Beach y Rod Morgenstein, tres de los cuatro miembros que grabasen el LP de debut del conjunto Winger, siguen en este Better Days Comin’, el sonido resultante de sus nuevas composiciones poco tiene que ver con lo que interpretasen en 1988. Este último disco compacto, publicado bajo Frontiers Records, hace el número seis en cuanto a álbumes de estudio se refiere para la banda; y el hard perfectamente edulcorado, melódico, estiloso y acorde con aquellos días es ahora un hard metalizado, más experimental, buscando el estallido de los instrumentos por medio de pasajes explosivos, llenos de vitalidad.

 


El anterior Karma y canciones como “Deal With The Devil” o “Stone Cold Killer” ya avisaban de que la transformación que comenzó a partir de principios de los 90 había llegado a su fin. Los Winger del nuevo milenio vienen con los machos bien agarrados, supurando necesidad por la inmediatez de un motor sobrealimentado (“Rat Race”). Kip está dispuesto a dejarse la piel en el pellejo –o mejor dicho la garganta– con tal de dotar a cada una de las canciones más potentes de una crudeza a la altura; y lo hace con técnica, conociendo bien los límites y firmando un trabajo frente al micrófono sobresaliente. 

Eso no quiere decir que no descubra el oyente recodos somnolientos, ya sea por vendernos pasajes melódicos pero sin anzuelo con carne en la punta (“Ever Wonder”) como por querer hacer de los casi seis minutos de “Be Who You Are Now” un penúltimo escalón a la altura del grueso del álbum –que no lo es... no si lo comparamos con maravillas como “Queen Babylon” o “Midnight Driver Of A Love Machine”–.

 


Kip y los suyos fueron memorables tanto con Winger como con In The Heart Of The Young, obras más que necesarias para la corriente melódica del rock, y ahora pueden llegar a serlo nuevamente con álbumes como Better Days Comin’. Sólo tienen que limar una o dos asperezas, ya que el resto de su nuevo material nos los trae en una forma totalmente atlética y lista para grabar los discos que les echen.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com

 

 








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