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Epidaurus – Earthly Paradise (1977)

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 Epidaurus se fundaron en la localidad de Bochum, Alemania del este y tan solo tienen este álbum setentero más un fallido intento en los 90 que no merece la pena reseñarse pero que les permitió formar parte de los buscadores de rarezas prog. No hay demasiada información sobre ellos. Chica a la voz que me recuerda mucho a Jane Relf de los primeros Renaissance aunque con bastante distancia de calidad. No es la voz lo que me atrae de este disco y tampoco canta demasiado, es el excelente trabajo de sus dos teclistas Gunter Henne y Gerd Linke que mano a mano despliegan todo el arsenal de ensueño teclístico analógico de los 70´s. Cierto es que en 1977 el asunto de hacer música con un poco de interés ya empezaba a oscurecerse. La mitad de las bandas progresivas en el panorama internacional ya empezaron a editar discos malos o mediocres o simplemente cambiaban al bando del AOR o territorios formula radio. Los más honestos optaron por desaparecer, aunque muchos de los que continuaron no tuviero

WINGER - Better Days Comin’ (2014, Frontiers Records)

Aunque Kip Winger, Reb Beach y Rod Morgenstein, tres de los cuatro miembros que grabasen el LP de debut del conjunto Winger, siguen en este Better Days Comin’, el sonido resultante de sus nuevas composiciones poco tiene que ver con lo que interpretasen en 1988. Este último disco compacto, publicado bajo Frontiers Records, hace el número seis en cuanto a álbumes de estudio se refiere para la banda; y el hard perfectamente edulcorado, melódico, estiloso y acorde con aquellos días es ahora un hard metalizado, más experimental, buscando el estallido de los instrumentos por medio de pasajes explosivos, llenos de vitalidad.

 


El anterior Karma y canciones como “Deal With The Devil” o “Stone Cold Killer” ya avisaban de que la transformación que comenzó a partir de principios de los 90 había llegado a su fin. Los Winger del nuevo milenio vienen con los machos bien agarrados, supurando necesidad por la inmediatez de un motor sobrealimentado (“Rat Race”). Kip está dispuesto a dejarse la piel en el pellejo –o mejor dicho la garganta– con tal de dotar a cada una de las canciones más potentes de una crudeza a la altura; y lo hace con técnica, conociendo bien los límites y firmando un trabajo frente al micrófono sobresaliente. 

Eso no quiere decir que no descubra el oyente recodos somnolientos, ya sea por vendernos pasajes melódicos pero sin anzuelo con carne en la punta (“Ever Wonder”) como por querer hacer de los casi seis minutos de “Be Who You Are Now” un penúltimo escalón a la altura del grueso del álbum –que no lo es... no si lo comparamos con maravillas como “Queen Babylon” o “Midnight Driver Of A Love Machine”–.

 


Kip y los suyos fueron memorables tanto con Winger como con In The Heart Of The Young, obras más que necesarias para la corriente melódica del rock, y ahora pueden llegar a serlo nuevamente con álbumes como Better Days Comin’. Sólo tienen que limar una o dos asperezas, ya que el resto de su nuevo material nos los trae en una forma totalmente atlética y lista para grabar los discos que les echen.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com

 

 








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