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KITARO - in Person (1980/ Pony Canyon)

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 "Poco después,  Kitaro emprendía una carrera en solitario que lo llevaría a ganar un Grammy por su insulsa música new age, tan del gusto de millones de oyentes". Esto dice el polémico Julian Cope en su irregular "Japrocksampler". Libro en el que destacan sus prioridades elitistas-snob sobre el auténtico panorama psico-prog de Japón.  Y se le ve el plumero. En ésa frase encontramos el tópico supremo sobre Kitaro : Líder de la New Age= aburrimiento al cuadrado. Falso. Venía de dónde venía,  de la Far East Family Band. Y eso siempre le acompañó en sus obras. Puedo atestiguarlo. Presencié un concierto suyo de lo más prog rock que he visto en mi vida. Con él y tres señoritas japonesas armadas hasta los dientes de sintes analógicos.  Y un batería que golpeaba como un alumno de John Bonham. Por no hablar de un guitarrista americano que era puro David Gilmour.  Tendrá sus discos anodinos, pero también cosas muy interesantes. Y éste live que en apariencia no lo parece, grab

MICHEL POLNAREFF - Polnareff’s (1971, Universal)

 Pretérito inclasificable de la corriente francesa, emulador de la chanson por los derroteros ye-yés y amerizando en 1974 entre el oleaje glam culto, Michel Polnareff no fue precisamente un niño mimado por los adictos al pan de baguette. El sencillo sesentas “La Poupée Qui Fait Non” le consiguió impagables fanatismos entre la juventud gala, no así su cambio de década sin ataduras con las que frenarse. 



Michel no estaba dispuesto a ocultar su homosexualidad para contentar a unos pacatos conservadores que le empezaron a censurar desde el primer momento que se echaron al monóculo la portada del elepé en directo Polnarévolution, con el vocal e instrumentista luciendo femenina pamela y broche a juego –carpeta que se potenció con un desplegable en el que levantando un leve blusón, Polnareff enseñaba sus posaderas a la crítica malencarada–. Entre medias de todo el canto a sus principios que terminó por obligarle a un temporal traslado hacia Norteamérica para grabar sin tapujos o vendas estúpidas, el joven de Nérac (Francia) asaltó su país con un álbum tremebundo que desprendía por cada surco el talento cual genio pianista atesorado en su infancia más precoz y superdotada para las teclas. 



Con permitir el rodaje a “Voyages” podrás convencerte de que únicamente Michel Polnareff es capaz de avanzar en pocos minutos del arreglo sinfónico para orquesta a un pop funky que no amargaría a cualquiera de los capitostes de la blaxploitation. “Né Dans Un Ice-Cream” tiende a aunar el rock con pasajes relajados de flauta y coros envolventes, aunque en “Petite Petite” entronque con el “It’s Too Late” de Carole King. La descarga caliente dotada del sabor chicano de El Barrio neoyorquino se inyecta en “Computer’s Dream” y el recuerdo francófono con estribillos a lo The Mamas And The Papas florece entre los pétalos de “Qui A Tué Grand’ Maman”. Se inunda de power pop optimista en “Monsieur L’abbé” para al siguiente zapatazo materializar un soul vital anclado en San Francisco –“Hey! You Woman”–. Chardonnay. 

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com


 







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