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ALAN TRAJAN - Firm Roots (1969 / MCA)

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 Habitual de las tabernas escocesas y de la escena borracheril de Edinburgo en los finales 60, Alan Robertson (luego Trajan por decisión artística de su mánager), era un volcán en constante erupción. Y escuchándole, uno juraría que el típico artista torturado. Su magma sonoro impregnaba los antros y tascas con un cúmulo indeterminado de jazz, blues, folk, soul o pop. O sea, primeros atisbos prog. Barrelhouse-boogie woogie de pianista bipolar y neurótico sin remedio. De órgano demoledor y storyteller de desgracias con esencia underground del momento. Prog blues de las cavernas con olor a cerveza barata y vino avinagrado. Cálido hogar para perdedores y desesperados en la gélida profundidad de la noche.  Trajan no estuvo exento de propios problemas alcohólicos, que le llevaron en más de una ocasión a la humedad de una celda de comisaría. Hecho que no influyó, no al menos al principio, para que toda una MCA se fijara en su aura. Puro carisma de ser de luz que relucía sobre el gris...

SPIN DOCTORS - Turn It Upside Down (1993, Epic)

 Los neoyorquinos Trucking Company probaban a finales de los 80 lo que podría ser una marca seria y consciente en la fusión del blues con el rock tintado de años 60. El asunto fue únicamente germen de futuribles que se hicieron realidad, promesas que acabarían en bandas referentes en la escena norteamericana. De ahí saldría John Popper para finalizar su sueño convirtiéndose en el conjunto Blues Traveler, al igual que Eric Schenkman y Chris Barron se las arreglaron para lavar la cara a la idea convirtiéndola en Spin Doctors con la ayuda de una férrea base rítmica de dos piezas con los nombres de Mark White y Aaron Comess. Frankie LaRocka, A&R de Epic Records/Sony Music, les echó el lazo sabiéndose ganador desde el primer minuto de charla. Los directos del cuarteto resultaban pletóricas muestras de rendición funk con el corazón partido por el rock retro y el pop, teniendo una masa de incondicionales que ganaba en tamaño con cada nuevo show.

  


Pocket Full Of Kryptonite (1991), cinco veces disco de platino, sería recordado como uno de los debutes más rentables para el sello en los 90. Turn It Upside Down descendió tres millones de copias en las ventas, aunque no por causa de su contenido. “Big Fat Funky Booty”, canción de bienvenida, era todo por lo que hubiese pagado un supergrupo ficticio mitad Sly And The Family Stone, mitad Funkadelic, todo setentas. “You Let Your Heart Go To Fast” sentaba en el banquillo ese rollo funky para darle al pop más lineal empaquetado y directo a las emisoras menos pretenciosas, convirtiéndose de inmediato en single bandera junto a “Cleopatra’s Cat”, corte que se transformaría en instant classic del combo.

 


Les catalogaron de jam band –banda de improvisación– o dentro de la extraña pegatina adherida a las palabras “rock universitario”; nada de eso, Spin Doctors no era el burrito que toca la flauta por casualidad ni un pasajero entretenimiento. “Biscuit Head” proclama la evolución sin perder en el horizonte la orilla anterior, “Mary Jane” quiere ser tanto Tom Petty como John Fogerty y “Beasts In The Woods” se desplaza machacona e irradiando agitación de espina dorsal. Como dicen en los States: Is this motherfucking funk rock or what? Dando lecciones desde New York City.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com


 








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Comentarios

  1. Buff....cinco minutos de atención. No merecieron más y a las pruebas me remito de lo olvidados que están.
    Conocí a Aaron Comess escudero ahora de Joan Osborne en un bolo de la diva. Viven muy bien con los royalties que todavía generan esta calamidad de discos pero no quiere ni oir hablar de ellos.

    Salut

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