Entrada destacada

Skorpio – Ünnepnap (1976)

Imagen
 En los años 60 y 70 más allá de la frontera que separaba a los países del pacto de Varsovia y a los integrantes de la OTAN, era algo más que una simple frontera física. La información que provenía de los países pro-soviéticos era mínima además de controlada y edulcorada en todos los campos, y uno de ellos es el que más nos interesa, la música. Pero además el problema era en ambos sentidos, ni conseguía extenderse hacia la Europa “libre”, ni esta albergaba esperanzas de darse a conocer en los países del bloque rojo. No fue hasta los años 80 cuando con la muerte del Jefe del Estado soviético Leónidas Breznev comenzaron a surgir fisuras que poco a poco fueron fracturando esa férrea muralla entre las dos Europas, y empezó a fluir con ligereza cosas, hechos y vivencias que hasta ese momento eran inimaginables. Aun así muchas bandas que no llegaron a nada o que apenas publicaron, nunca serán reconocidas y nos han ido llegando con cuenta gotas. Las cosas no se hacían como en Europa occid...

PALLAS - The Wedge (1986 / EMI-Harvest)

 Tras el pelotazo mundial de Marillion con "Misplaced Childhood" en 1985, todos los cercanos al pequeño movimiento UK Neo prog, entraron en contacto con majors y managements de postín. Lo que supuso un inevitable paso al mainstream. En casos como el de Pendragon con "Kowtow" (1988), sin necesidad de multinacional que los "pervirtiera". IQ con "Nomzamo" (1987) y "Are you Sitting Comfortably?" (1989). Twelfht Night con "X" (a.k.a "The Virgin Album") en 1986.  O It Bites con su debut "The Big  Lad in The Windmill" (1986). .....Fue curioso ver cómo se adaptaban a las pretensiones de mercado sin perder su esencia progresiva. Y todos lo lograron con bastante éxito creativo.



 Quizá los menos favorecidos precisamente,  fueron Pendragon, los que estaban sin fichar por ningún sello importante! Con Pallas pasó exactamente igual. Tras el moderado éxito de "The Sentinel", el cambio estilístico fue notable en "The Wedge". La producción de Mick Glossop se acerca  a patrones hi-tech, cuando no al synth pop que dominaba las ondas. Pero Pallas siempre habían sido sólidos como banda de rock, con un componente hard muy acusado. Niall Mathewson no estaba dispuesto a que se enterrara su guitarra en un mar cibernético. Ídem por su batería, Derek Forman, que aunque usa parte de kit electrónico,  suena orgánico y convincente. Digamos que salvaron el bache. Y lo hicieron con canciones redondas. "Dance Through The Fire" era una tremenda oda pomp digna de los mejores Magnum. Sin embargo en "Throwing Stones at the Wind", Allan Reed se nos convierte en un joven Peter Gabriel. Con un art rock de arreglos synth-pop muy inteligentes. Recuerda, era 1986 y estaban en EMI.El rítmico bajo de Graeme Murray casi emula a Sting, y la etérea perseverancia proggy salva un pedazo de tema, a base de guitarras gilmourianas y arreglados genéticos mid-80s. 



Con trazos de single y dardos a la Saga, "Win  or Lose" da pleno en la diana. En "The Executioner" vuelven los gabrielismos cerca de "II" / "III", con algo más que simple mimetismo. Con rodeos pomp de musculosos riffs,  repartiendo protagonismo con el arsenal sintético de Ronnie Brown. En el otro lado, "A Million Miles away" resuelve con AOR pomper de sabiduría Asia. "Ratracing" es la pieza más larga con casi 9 mts, y la más conectada con "The Sentinel". Finalizan con "Just a Memory", llenándodolo todo con art synth rock de diseño, puesto al día.  Demasiado puesto al día. Tanto que hasta 1999 con "Beat The Drum" no volverán a levantar cabeza con un disco. Ahora sí,  libres de yugos e imposiciones. Pero qué bien supieron resolverlo en "The Wedge", de todas formas!

J.J.IGLESIAS










                     Notasi te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en                                                                                      
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias













Comentarios