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PROGRESIVO SIGLO XXI-22: Obiymy Doschu (Ucrania)

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 No sabría pronunciarlo. Cualquier idioma del este sea ucraniano, polaco ruso, esloveno etc son excesivamente complicados para nosotros. En lo personal siempre me ha interesado la música eslava. Principalmente clásica naturalmente. Lo que llamamos “música moderna” es un concepto occidental que incluso estaba prohibido en los años oscuros del telón de acero y es una verdadera pena.  Recuerdo en mis años jóvenes que escuchaba día sí y al otro también el Cuadros para una exposición de ELP recién editado y creía inocentemente e inconscientemente que probablemente habría bandas de rock sinfónico en la unión soviética que no se conocían en Europa. Una estupidez por mi parte llevada por el idealismo. Me costó librarme de la enfermedad de la esperanza y las utopías. Claro yo pensaba cual primaveras veinteañero que en la cuna y país de los ballets rusos de Diaguilev y Nijinsky, de Tchaikovsky y Rimsky Korsakov, Borodin, Tanéyev Mussorgsky, Rachmaninov, Stravinsky, Prokofiev, Shostakovi...

Marty Friedman ‎– Dragon's Kiss (1991)

 El olfato de Mike Varney fue diseñado exclusivamente para rastrear el talento aromático, posteriormente congregado en un botánico sello como Shrapnel Records, en cuyo amplio jardín, los laberintos de la extensión iban desde Greg Howe, Chastain, pasando por Joey Tafolla, Ritchie Kotzen hasta Steeler con Yngwie Malmsteen y largo etcétera de representantes de las seis cuerdas de acero. 



Todos ellos fueron sumisos de la disciplina en su persistente búsqueda de progreso a la hora de llevar la guitarra del Heavy Metal, hacia minifundios cercados por la innovación, la fuerza y en el caso de Marty Friedman, lo exótico. 

Friedman es algo más que un guitarrista empírico contra el pronóstico de la improvisación y reconocido por fusionar la música oriental con estilos musicales de occidente, tales como el metal neoclásico, thrash metal y más adelante el rock progresivo, J-pop, jazz, new age y similares. Yendo más allá de las escalas tradicionales, Friedman frecuentemente usa arpegios en las escalas con las que toca, utilizando una técnica poco convencional de tocar las cuerdas, favoreciendo los movimientos hacia arriba. También es conocido por su uso frecuente de vibratos melódicos y extensos.

Aquella primera obra en solitario del musico de Washington: Dragons's Kiss, vio la luz el 8 de Agosto de 1988, en la que colaboraron Jason Becker y el insaciable y omnipresente en todo álbum de guitarra instrumental de Rock, Deen Castronovo, un baterista imprescindible para este tipo convulsiones instrumentales.



En Japon, país en que reside, Friedman apadrina su propio espacio de televisión, Rock Fujiyama y de Jukebox English en la televisión nipona.

Luis Arnaldo Álvarez









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