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Drifting Dots – Duskveiled (2023/ DD)

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 Con ése habitual halo de oscurantismo y anonimato que siempre acompañan a las llamadas producciones "dungeon synth", (o el mismo perro con distinto collar), nos llegan Drifting Dots. Y lo hacen desde Kyiv, Ucrania. Todo muy siniestro, sí. No he albergado negras dudas IA al respecto porque el tipo que anda detrás de ése alias se presta a comunicación vía YouTube muy amablemente. Ya sé que no es garantía suficiente, pero aquí ya ha entrado en juego mi propia intuición.  Porque lo que escucho tiene alma. Sin duda. Y un título inicial como "Atropos" (5'17) ya me ha ganado. Me trae recuerdos felices de otro tiempo en que lo editorial era impreso en papel y tendía a tener más importancia. Podría situarse su tonada entre "Force Majeure", "Logos" o "Pergamon". Tangerine Dream, claro. Cómo no. Cuida mucho la sensación,  el sentimiento romántico.  Y eso lo convierte en muy froesiano. Continúa en ésa bella textura en "Acedia" (10

BARON ROJO - Perversiones (2003 / Zero) (Rockliquias Bandas)

 Para el año 2003, la carrera de Barón Rojo ya era dilatada. Habían pasado por variadas etapas y altibajos. Puede que la palabra "irregular" no sea la exacta para resumir su carrera, pero tampoco injusta. Aunque de vez en cuando, la brillantez de sus comienzos aparece para sorpresa de todos. Y eso sí que es un hecho incuestionable. Su capacidad de sorprender ha sido siempre una constante que tiene su indudable mérito. 



Por éste tiempo, Barón Rojo eran los hermanos De Castro, Armando y Carlos, éste último voz solista.......sino, no sería Barón Rojo.  El ex-Niágara,  Ángel Arias al bajo y coros y Valeriano Rodríguez en la batería. Y en ésta bendita ocasión les dió por un album de versiones. No sé si es que eligieron las adecuadas, si tenían especial ganas de tocarlas o si las musas se aliaron con el legendario aviador, pero les salió un disco tremendo. Y para mí,  uno de mis favoritos de la banda. Independientemente de que fueran versiones, el toque personal made in Barón se clava en cada una de ellas. Las hacen suyas. Y al final, es un disco lleno de su propio sonido. Lo disfruto en cada segundo. Y lo habré pinchado, tanto en la intimidad de mi búnker como en público,  muchísimo. 

Comenzar con un "Spotlight Kid" de Rainbow ya es una sorpresa. Podría presumirse que la etapa Dio fuera más acorde con su estilo. En vez de eso, se van a los tiempos del AOR duro con Joe Lynn Turner. Y se convierte en un tema de los madrileños de pleno derecho. Con un trabajo de guitarras,  simplemente inhumano. "Why Dontcha" está claro que es una elección de los hermanos. Old school cosecha de West, Bruce & Laing, con el espíritu altamente personal del genial Leslie West, amoldado al del combo hispano. Del "disco de la moneda", el "E Pluribus Funk" de Grand Funk Railroad, toman "Loneliness". Otra que es puro Barón Rojo, con ésos dobles punteos marca de los De Castro,  más cerca de Thin Lizzy o Wishbone Ash, que quedan elegantes al por mayor. Elección biográfica,  aseguraría,  llena de recuerdos de juventud. El tigre de Detroit, Ted Nugent ,es otro de los elegidos con su "Turn it Up" del "Free For All" (mi álbum favorito de Nugent). Guitarras desbocadas, ritmos volcánicos y Carlos acojonando al micro. Actitud, es la palabra. De los 80, pero con la herencia 70s, "Assault Attack" rendía homenaje al rubio Michael Schenker, en su etapa solitaria con Graham Bonnet (otra vez Rainbow). Un precioso tema que respetan, pero inevitable y felizmente,  les sale "baronizado". Y es un triunfo. Con los teclados invitados de Oscar Cuenca. Armando se atreve a cantar por Hendrix, en el sublime "Spanish Castle Magic". Obligado el homenaje. Y lo saben.

Curiosa elección la del "Shake my Tree" del único (y querido) álbum de Coverdale / Page. De nuevo Purple  en los gustos de la banda, conjugados con Zeppelin. La mezcla todavía da miedo. Pero no a Barón Rojo, que la bordan. Del "Straight Shooter", segundo de Bad Company, atacan "Good Lovin' Gone Bad" con el sentimiento hard blues que tan bien se les da a los Barones. Sin embargo el solo de guitarra es más Kossoff que Ralphs. Dos por el precio de uno. Ahora sí que se invoca a Dio(s), pero con Black Sabbath. Es el inmortal "Neon Knights" el que arrasa. Atreverse con Dio es perder de antemano, pero Carlos sale airoso del reto. Instrumentalmente se salen, ahí sí que no tienen límite.  El blues es un estilo muy presente en la historia y formación de los hermanos, desde los tiempos de Coz. "Hoochie Coochie Man", de Willie Dixon y Muddy Waters, tiene su sitio lógico  en éste album. Al igual que el "Crossroads" de Robert Johnson, aunque en versión más adecuada de Cream. Reflexiono y pienso que un álbum rock blues de Barón Rojo hubiera sido la bomba. Jeff Beck Group con su "Beck Ola", es representado con "Plynth", aunque realmente suenan más a Deep Purple! Incluso la voz se parece aquí a Gillan! Así que estaba cantado un tema de los purpúreos. "Pictures of Home" del "Machine Head", seguro que tiene muchas historias que contar. Recuerdos de tiempos en que ser rockero de pelo largo era una profesión de alto riesgo. Hay ganas y diversión palpable por parte del grupo. 

Janis Joplin con "Move Over" toma forma de rock sureño, que es otro de los gustos preferidos de los hermanos. Y casi se convierte en un tema de Lynyrd Skynyrd o Blackfoot, en sus manos. De AC/DC escogen etapa Bon Scott, por supuesto. Y un tema inesperado como "What's Next to the Moon", que nunca hubiera sospechado. Sorprendiendo, en su línea.  Finalmente el "Father of Night" de Bob Dylan, pero en versión de Manfred Mann's Earthband, seguramente les traerá buenísimos recuerdos, de cuando las discotecas pinchaban buena música. ..........



Barón Rojo se atrevería después nada menos que con el "Tommy" de The Who. Ambicioso proyecto algo más cuestionable. Pero eso, ya sabes, es otra historia.

J.J. IGLESIAS



 



 


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