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Bateristas en la sombra XVIII: Juan Ángel Sanchez

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 Warlock podrían ser considerados como el primer grupo español de Hard Rock con estética e influencia satánica y ocultista.  Su germen, Necrophagus, oscuro grupo surgió en Madrid en 1974 con Victor al frente quien estaba altamente influenciado por bandas como Black Sabbath, Lucifer’s Friend o Hawkwind y con un sonido que hoy sería considerado como Proto Doom. Durante su corta existencia que abarcó desde 1977 a 1979, Warlock fueron teloneros de la Ian Gillan Band en el Teatro Monumental de Madrid en 1979. También participaron en numerosos festivales y compartieron escenario con grupos y artistas de la época como Burning, Cai, Teddy Bautista & Canarios, Azahar, John Martyn, Eduardo Bort, etc. No obstante la historia de Warlock y el rescate de sus ensayos mediante el sello Guerssen forma parte de las reseñas discográficas de esta misma página Web.  El singular baterista Juan Ángel Sánchez se identificaba con el culto al satanismo en un nivel digno de ser consultado, pero su dislocada

CLAUDIO GABIS Y LA PESADA - Claudio Gabis y La Pesada (1973 / Microfon)

 Me apetecía mucho hacer una visita a la sección de clásicos argentinos. No tan clásicos en España, donde son unos completos desconocidos, quizá por un fundado temor hacia su inmensa calidad. Alguien se encargó de tapar el legado del rock argento a los españoles. Siempre lo he dicho. 


Claudio Gabis, tremendo guitarrista, miembro de Los Abuelos de la Nada y el power trío Manal, vuelve de su temporal retiro  en Brasil animado por el productor Jorge Álvarez. En 1972 graba su debut con ayuda de La Pesada : Alejandro Medina, (bajo y voz, también de Manal), Jorge Pinchevsky (violín,  procedente de Billy Bond y La Pesada, y posterior miembro de Gong en "Shamal"), Isa Portugheis y Jimmy Márquez  (batería), Kubero Díaz  (guitarra, voz) y Billy Bond en la mesa de control. El gran Juan O. Gatti  se hace cargo de la icónica portada. Gabis no es un gran cantante y delega en sus amigos para cada canción.  

En "Fiebre de la Ruta" (6'16) lo hará Billy Bond. Psico-blues con influencia del Delta como intro, que pronto entra como un huracán Zeppelin de proporciones colosales. Muy resaltable el uso de dos baterías,  dando inmensa cobertura rítmica junto al bajo de Medina,  muy Entwistle. Bond se desgañita con el histrionismo que lo caracteriza. Y Gabis exhibe maneras claptonianas en pugna con el violín desbocado de Pinchevsky. Imagina una jam entre Cream y The Flock. Más calmados, en "Si hubiera sabido" (2'53), donde Gabis se atreve al micrófono,  con limitados pero pasables resultados. Usa el estilo vocal Hendrix, otro con parecido problema, que supo salir airoso. E igualmente emula al de Seattle a la guitarra de maravilla. Más que suficiente. Comida fuerte se prepara en la cocina argenta  (además de verdad!), con la descomunal "Más allá del Valle del tiempo" (10'10) ahora con Medina y Kubero Díaz cantando. Vuelve la dual-drums y la torturada  guitarra de Gabis recordando al mejor Robin Trower de los comienzos. Transcurre todo bajo efectos alucinados, y el violín de apoyo es un efecto más. Psych-acid-blues rock que traslada a mentes predispuestas al otro lado de la vida, donde todo es mucho menos gris. Superior nivel espiritual. 

Demos la vuelta al plástico para encontrarnos con "Blues del Terror Azul" (8'58) . Un tema que simboliza el sin vivir del terror represivo en su estado puro. Es oscuridad, letras desesperadas y un fiel documento de la sinrazón militar. Pinchevsky a la voz acojona en su manifiesto. Pero todavía más,  las seis cuerdas + wah wah destripante de Claudio Gabis. Expresión descarnada de la impotencia y desesperanza. Nada como el blues para transmitirlo como es debido. Enerva los sentidos. Los músicos se entregan totalmente al frenesí de protesta como mejor saben hacerlo. Curioso, pero en sus líneas escritas encuentro símiles con la situación "plandemica" actual. Y no exagero nada.

Un rock'n'roll oxigenante llamado "Boogie de Claudio" (2'21) es eso,  básicamente.  Y se agradece su ligereza, después de la espesura emocional anterior. Lleva un diálogo a no perderse entre las guitarras de Claudio Gabis y Kubero Díaz. Corto pero eficaz. Finalmente "El Viaje de Lord Dunsany" (7'30), basada en la literatura gótica de Dunsany, Lovecraft o Blackwood, es barroca psico instrumental con el violín en sobrenatural protagonismo. El bajo es todo el ritmo existente, que no resulta escaso,  ni mucho menos. La onírica está muy conseguida, con pasajes psych abstractos y guitarra acústica a modo de sitar,  junto a unas percusiones  a la tabla que no vienen acreditadas.


Un primer álbum asombroso, que tuvo su digna continuación al año siguiente en "Claudio Gabis" (1974 / Talent), con invitados tan ilustres como David Lebon y Charlie García. Siendo ahora la doble batería  propiedad de Black Amaya (Pescado Rabioso, Pappo'S Blues) y Juan Rodríguez. Otro muy buen álbum de Claudio, que aparecería en la película "Rock Hasta que se Ponga el Sol" (el "Woodstock" argentino). También colaboró en discos solitarios de miembros de La Pesada. Y volvió a Brasil en 1975, donde estuvo en grupos de jazz rock. En los 80 regresa a Argentina para encarar un comeback de Manal.

Posteriormente se asentará en España, como lugar definitivo de residencia.

J.J. IGLESIAS



 







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