Siguiendo mi vieja costumbre de meterme en densos jardines musicales como hice años atrás con Japón, Rusia, Escandinavia, USA, Italia o Francia y alguno más, intentaré describir un poco el panorama teutón porque en sí mismo tiene peculiaridades originales distintivas de otro tipo de rock progresivo mundial. Cuando yo empecé de adolescente en esto de la música allá por finales de los años 60 y permitidme la broma, el único alemán que conocía era a Mike Kennedy cantante de los Bravos. Entonces comprábamos singles con canciones de dos minutos y lo del prog era ciencia ficción. Lo que vino después es muy largo y pesado de contar. En alguna ocasión en viejos artículos aquí aparecidos os hablé de la impresión que me causó el “Phaedra” de Tangerine Dream allá por 1974. Creo recordar que me lo regaló alguien por mi veinte cumpleaños. Edición española además. No entendí nada. Era un disco experimental con sonidos espaciales nunca escuchados anteriormente. Pero lo que me fascinó fue el innovad
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BENT KNEE: Discografía. (Bent Knee 2011)
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No suelo encontrarme cómodo hablando de las nuevas tendencias del prog-rock moderno. Ya no pertenecen a mi mundo. No he crecido con ello y sus inquietudes ya no son las mías. Sin embargo, debo dar gracias a las horas escuchadas durante toda mi vida porque me ayudan y me permiten reconocer lo bueno y lo que merece la pena al margen de los gustos personales de cada uno.
Cuando hablas de una banda que son de la generación de mis hijos existe el inevitable choque generacional. Reconozco la envidia sana que me dan porque ahora tienen unos medios de aprendizaje musical rápidos y efectivos. Un material instrumental que abarca desde lo mejor de lo analógico hasta los últimos avances tecnológicos musicales. Medios no faltan, aunque generalmente escasean las ideas. Por eso en este caso que os voy a comentar cuando una gente joven utiliza bien la inteligencia y una buena técnica, tengo que descubrirme y felicitarlos. No todo está muerto en lo que a originalidad se llama. Lo que ocurre es que es buscar una aguja que ha caído a un río, ya no digo lo de paja que queda obsceno y previsible.
Esta banda de Boston la encontré rebuscando, pero veo que están en la actualidad más reciente. Vi un vídeo de ellos que me llamó la atención. Una chica muy guapa a las voces y con una naturalidad absoluta. Nada de sophisticated rock front woman. Frescura, juventud y jovialidad. Natural como la vida misma y encima divertida y con sentido del humor. Genial. Pero si me quedase ahí pensaríais que os estoy hablando de alguna banda pop rock y que me he encariñado nuevamente de las voces femeninas que reconozco son mi debilidad. Nada más lejos de la realidad y nada de hipismos líricos y chicas vaporosas que cantan con arpas y angelitos. Bend Knee son una agrupación de jóvenes músicos del Berklee College Of Music de Boston. Es decir gente con base académica y técnica elevada. No son cuatro esgarramantas del post rock que alargan temas porque solo utilizan tres acordes. En absoluto. Otra cosa es que la música que realizan, que para mí es inclasificable, os guste o no, porque esa ya es otra cuestión.
El primer álbum se llama simplemente Bent Knee. Lo graban en 2011 y la agrupación es la siguiente: Courtney Swain / lead vocals, keyboards. Ben Levin / guitar, backing vocals. Chris Baum / violin, backing vocals. Riley Hagan / bass. Gavin Wallace-Ailsworth / drums y Vince Welch / sound design, producer & engineer. Digamos que el atractivo de esta banda recae principalmente en su sugestiva cantante y a la vez teclista. Es una voz tremenda. Adictiva. Puede pasar del jazz al blues. Del rock al pop y de la clásica al folk. Su rango vocal es variadísimo y completamente personal. Recomiendo ver sus vídeos.
En cuanto a la música de este primer trabajo reconozco que es una experiencia nueva para mí. Pasa de lo agresivo surrealista a lo lírico extraño en cuestión de segundos y su sonido es muy elaborado y con innumerables cambios. No son temas largos, pero contienen una densidad de material notable. Tampoco entran a la primera y esto es un desafío incluso para oídos acostumbrados a cosas peculiares. Yo la definiría como una banda experimental. Algo así como los discos de la Kate Bush de los 80´s y sin ningún estilo al que agarrarte para hacer una crítica que sirva de referencia. Por supuesto ellos van mucho más lejos en su propuesta. Puedes definirlo como avant pop a veces excesivo y descarnado. Otras veces parecen una banda de cabaret marciana en el Berlin expresionista de entre guerras. Sea como fuere han llamado mi atención por la originalidad de su propuesta. No tiene mucho de rock progresivo en el sentido tradicional del término, pero es música que progresa adecuadamente y además es distinta a todo. Escuchad por ejemplo “After years of love” lo más anti-cursi que puedes escuchar dentro de un concepto lírico que escapa a tópicos y con un arreglo instrumental maravilloso. Bent Knee es para oídos aventureros y no contaminados por la línea pesada del prog moderno. Algunos dirán que esto es indie o alternativo. Yo les diría que escuchen atentamente los detalles de cada composición que igual andan equivocados.
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