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PROGRESIVO DEL SIGLO XXI - 22: El Santuario de Robert Reed

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 Ya hablé en diferentes ocasiones y artículos sobre este músico británico nacido en Gales y de sus diferentes proyectos que van desde sus bandas progresivas como Cyan o Magenta hasta sus incursiones en cine y publicidad, así como sus numerosas colaboraciones con otras gentes en líneas musicales un tanto dispares. El señor Reed es un multistrumentista y compositor inquieto. Un verdadero amante de su oficio. Prácticamente de los que ya apenas quedan en el mundo de la música. Creo recordar ya hará unos 8 años que me enzarcé en una discusión con algún fan acérrimo del señor Mike Oldfield todo por cargarme el “Return To Ommadawn” y decir simplemente que los “Sanctuary” del señor Reed eran superiores a la falta de ganas compositivas del famoso compositor de Reading. Ni que decir tiene que la cosa acabó bastante tensa y no hay nada peor que llevarle la corriente a un fan iluminado de cualquier cosa porque al final todo acaba en el insulto personal y en perder los papeles.  Hoy ya no ...

Deuter – Ecstasy (1979/Kuckuck)

 Si hablamos de héroes anónimos de lo que posteriormente fue llamado como Música de la Nueva Era, ahí tendría que estar con toda justicia el multiinstrumentista alemán, Georg Deuter. Fruto se sus muchos viajes, que inició en los primeros 70 por Persia, y un fuerte y paulatino interés por la filosofía y las religiones orientales. Como Florián Fricke, experimentará una conversión interna espiritual, convirtiéndose en Chaitanya Hari Deuter. En Poona, India, encuentra a su gurú Bhagwan Shree Rajneesh.



Su debut discográfico será grabado en Múnich,  el sensacional "D" (1971) ya comentado por éstas páginas. Pero su desarrollo místico- oriental continuará más profundamente en la India en los mid-70s. Y fue precisamente en Poona donde se creó  éste último trabajo de aquella década,  ya el sexto álbum,  "Ecstasy".

Un manual de paz y armonía espiritual de pureza intrínseca. Sincero, sin pretensiones comerciales. Antes de que en los 80 convirtieran aquello en un circo del dólar,  con intención de exprimir las ubres bancarias de todo aburrido yuppie nostálgico de sonidos pasados (y perdidos). Deuter no flaqueó ante aquel maremágnum de corrupción musical. Y siguió editando en los 80 discos de muy respetable visión y contenido.

Se abría éste con "Wings of Love" (7'00), donde utiliza la acústica como un sitar en su estrategia melódica.  Es como si Kalacakra y sus cristalinas acústicas se aliaran con frágiles líneas de sintetizador en un suntuoso recital, en una oda emocionada al alma. Aseguro y certifico que Kitaro escuchó muy atentamente a Deuter. Aunque le fue bastante mejor que al alemán.  Esto es todavía más firme en el exotismo electrónico del tema-titulo,  "Ecstasy" (11'40). Comparable al mejor Popol Vuh o Peter Michael Hamel. Influencias de Terry Riley llevadas a paradisíacos estados mentales donde todo fluye sin tensión ni urgencias. Otros mundos posibles creados en sentimientos anímicos, vía Stargate kosmische espiritual de elevada percepción. Qué bien se complementan siempre las guitarras acústicas y la electrónica más sensible y mística. Tenemos un imprevisto giro berlinés para "Night Rain" (2'40), de intachable gusto schulziano, aunque demasiado breve. "Blue Waves Gold" (3'40) es otro espejismo psicodélico y psicoanalítico. Un buen momento para la introspección kosmische.

"Back to a Planet" (7'00) demuestra tener talante y tendencia hacia la majestuosidad espacial. En inmenso conocimiento del porqué de la existencia, mediante música planeadora de primer ni vel mundial. Puede que sea invocado Egberto Gismonti o el sonido ECM en "Brazilian Love" (6'30). Deuter es un buen guitarrista acústico  y aquí era necesario demostrarlo. Por último "La Ilaha il Allah" (4'56) redondea otra delicatessen oriental que premoniza el imperio de los sentidos que traerá Kitaro a no tardar.



Mientras que Deuter seguirá con su humilde labor, editando en la sombra, ya en 1981, el magnífico doble "Silence is the Answer". Nunca mejor dicho.

J.J. IGLESIAS



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