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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

JIM FOSTER - Power Lines (1986, RCA Records)

 La agrupación Fosterchild no pegó fuerte en la escena rock mundial de la segunda mitad de los años 70, pero sin duda resultó una apuesta que funcionó bastante bien en su tierra madre: Canadá. Los dos primeros elepés que grabaron para 1977 y 1978 (Fosterchild y Troubled Child) salieron bajo un contrato firmado con la reconocida discográfica Columbia Records; e incluso su vinilo de cierre, On The Prowl, aunque editado por el pequeño sello Vera Cruz Records de Edmonton, vio su distribución movida por la misma CBS que los tuvo de pupilos en los anteriores logros. No estaba nada mal, sin duda. Este quinteto se funda en Cálgari de la mano de los músicos Jim Foster y Vern Wills. Su sonido, mezcla de soft rock con efluvios country y derivados concomitantes, funcionó ante todo en el frente oeste de Canadá y cuatro de sus singles entraron en las listas del país. 



Para 1986 Foster parece salir de su hibernación con nuevas ideas en mente y un cambio de estilo por hacer. Como multiinstrumentista que es, Jim pretende ocuparse de guitarras, teclados, bajo y voz; aunque esto no quita para que invite a varios músicos de la escena canadiense con la finalidad de que se pasen por las sesiones de grabación y así aportar su granito de arena. Tal vez, la colaboración más emotiva sea la de Vern Wills, su antiguo camarada en Fosterchild. El bajo de Vern es el que se escucha en el tema de apertura, ese “Dancin’ On The Power Lines”. Power Lines será a la postre una coproducción por parte del autor del disco junto a Bill Henderson, Bob Rock y Walter Stewart.



El resultado de este long play, puesto a la venta por RCA Records, queda como un producto ingeniosamente ideado tanto para no salirse de los estándares del AOR con estribillos energéticos como para resultar cada una de sus canciones totalmente adictivas. Power Lines es de esos elepés que se te pasan en un suspiro y cuyos cortes funcionan igual de bien por separado, que pareciesen haber sido todos escritos para presentarse como singles en la FM. “Quicker Than The Eye”, “It’s Up To You”, la tan hi-tech “Do It To Me” –otra baza sobresaliente de este redondo es el trato que se le da a los sintetizadores–, el punto power pop de “Saved By Night”, la tan The Cars “Where Were You?”… Es curioso que con tanto y tan bueno, al final el sencillo que le dio cierta fama a Power Lines resultase ser la bastante aséptica “X-Ray Eyes” –Jim Foster ganó un Western Canadian Music Award por esta tonada–.

por Sergio Guillén

https://sguillenbarrantes.wordpress.com



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