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Panna Fredda - Uno (1971)

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 Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...

TOM DONCOURT - Lantern (2020 / TD)

El mes que viene hará dos años que nos dejó el teclista norteamericano Tom Doncourt. Experto coleccionista de mellotrones y miembro de los legendarios Cathedral. Los cuales se formaron tras las cenizas de Odyssey en 1974. Banda en la que militaba Rudy Perrone y Ed Gagliardi (luego en Foreigner y Spys). 



En 1978 editarán un clásico del prog USA como es "Stained Glass Stories". En 2003 hubo reunión de Cathedral y un segundo álbum,  "The Bridge" (2007). Por su parte, Doncourt atesoró una discografía cercana a la decena de obras. También estuvo en otras bandas como Quiet o Globular Cluster. 

En los últimos tiempos se alió con el batería sueco Mattias Olsson (Anglagard, Par Lindh Project, Therion, White Willow), y lo último grabado fue éste "Lantern", que salió póstumamente en 2020. Aún dejarían grabado otro álbum como Tom Doncourt & Mattias Olsson's Cathedral, que salió en Diciembre del 2020. 

En "Lantern", Doncourt toca varios mellotrones (uno fue propiedad de Woolly Wolstenholme de Barclay James Harvest), chamberlin, Moog modular, Yamaha CS70, Moog Little Phatty, Grand piano, Ondas Martenot, Korg Kronos, diversos órganos,  lap steel , gongs y percusiones. Mattias Olsson reina en su batería,  Chuck Bernklau al bajo y Eunice Wobble Wong a la voz solista. Llama la atención el ambiente etéreo y enigmático,  muy conseguido por la andersoniana voz femenina de Eunice. Entre un entramado netamente progresivo de orientación escandinava, en "Treetops". Olsson se sale constantemente.  Y Doncourt no deja de asombrar en un puzzle sonoro lleno de miles de piezas texturales, donde el mellotron es rey. 

Un ambiente fantasmagórico,  como procedente de otro plano astral, continúa en "Lantern". Piano, voz y dibujos de Moog sobrevuelan con nostalgia y bella tristeza otoñal. Cierto aire a jazz atmosférico posee "Invisible Fire", de levitatoria teclistica y rítmica de crucigrama. Algo especial y casi Canterbury. Olsson se aplica a fondo con ritmos cabalísticos, y es que "Barrier", con su melodía "otherworldly", lo merece de veras. De como crear cortos temas con más densidad en ideas, que una suite de 45 mts de un fichaje InsideOut (ponga usted su "favorito"!)

"Constellation Orpheus", con sus campanas tubulares y arsenal vintage analógico,  es gloria para los sentidos. Vangelis del "Heaven & Hell" tiene aquí su pequeña influencia instrumental. Más prog etéreo y arty en la línea de Paatos,  trae "The Vine". La pieza más extensa y una de las últimas creaciones de Doncourt, fue la biográfica "Stone" (6'38). Muy en la línea de Anja Garbarek e incluso Savage Rose, con un emocional contenido armónico,  melódico e instrumental. Cosas como ésta enaltecen al ser humano.  Descriptivo instrumental sinfo-space es "Teotihuacan", exquisito, pero muy corto. La más aguerrida pieza, "Lost on Long Island", está llena de vitalidad y esperanza. "Plasma" cierra con más insospechados giros art rock e inesperados pasajes, una máxima en todo el álbum. 



Es "Lantern" una obra póstuma excepcional. Que demuestra no necesitar de amplios desarrollos para mostrar inteligencia, sentimiento y madurez creativa. Una despedida inolvidable, para el gran teclista de Cathedral. 

J.J. IGLESIAS 










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