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Foxy Freire – Mongoose Tree (2015 / Free Code Jazz)

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 Ya ha aparecido por éstas páginas Virxilio da Silva (guitarra, voz), a propósito de los magníficos e inetiquetables, Juzz . Ahora lo traemos de vuelta de otra guisa, con Foxy Freire. Cuarteto de experimentados músicos de Pontevedra,  que en 2015 editaron éste killer primer (y único,  que yo sepa), larga duración. Antes hubo un homónimo EP del 2012. Completaban la banda Fernando Sánchez (guitarra), Paco Charlin (bajo) y Max Gómez (batería). Fue grabado a todo lujo en los Boom Studios de Portugal, de los más completos de Europa. Lo de Foxy Freire fue inyectarse una dosis de classic hard rock 70s, como obligado antídoto ante tanta toxicidad sonora polucionando el ambiente. Sólo hay que ponerse a escuchar las primeras notas de "Dark Days" (3'20) para observar su mágica simbiosis dura de heavy psych, hard gamberro y agilísimo stoner, nada tocho ni espeso. Las guitarras escupen mala uva sin contenerse y el ritmo es fiel guardaespaldas del salvaje kilombo iniciado. Más bluesíst...

BATERISTAS EN LA SOMBRA XXV: Bob Thackway

 Fue numeroso el batallón de grupos que a mediados de los sesenta se creó en nuestro país, enriqueciendo la escena con su imagen y sonido. De Venezuela llegaron Los Impala, del Reino Unido The End y los Tomcats, Los Indonesios y Tony Ronald con sus Kroners vinieron desde Holanda y The Vampires de Alemania. Una de las bandas más interesantes de todo el batallón fueron The Mode, un joven y excitante conjunto inglés que apareció por Madrid en el otoño del 66, dejando una huella imborrable en España. Casi tan imborrable como la que España dejó en ellos.



Bob Thackway vivía en Letchworth Garden City, una atractiva localidad ubicada a cincuenta kilómetros de Londres, primer experimento del utópico plan urbanístico de las Ciudades Jardín a comienzos del siglo pasado. Bob, de dieciséis años, tocaba la batería en The Summits, una prometedora banda local cuyo repertorio combina temas de los Beatles y los Stones. Un buen día, recibe una sorprendente propuesta de otro grupo del área: The High Society quienes tenían un contrato para actuar en Alemania pero carecían de baterista. Cinco días después, con el beneplácito de sus compañeros y el permiso paterno, Bob se sube a una furgoneta Austin con la caja de cambios medio rota y llena de graffitis. Enfilan hacia Dover, cruzan en ferry el Canal, atraviesan Bélgica tomando la ruta equivocada para llegar a Hamburgo, allí donde los Beatles se convirtieron en Los Beatles. Corría el año 1964 y para Bob, que en aquel entonces contaba con dieciséis años, comenzaba la aventura.



Tras un año largo de gira y algo hartos de tocar «Wooly Bully» cuatro veces cada noche, The High Society regresó a Inglaterra convertidos en un excelente combo de Rhythm'n'soul. Su actuación de regreso en Letchworth causa sensación y recibió ofertas para tocar durante 1965 por el norte del país. De vuelta a la tranquilidad del hogar, es cuando Ron y Barry deciden abandonar. Bob, entonces, recurre a sus antiguos socios en The Summits. Entran en el grupo Terry Taylor a la guitarra y su amigo del alma, Peter Roberts, como bajista. Pasan a llamarse The Mode, «La Tendencia». Con esta segunda alineación ya asentada, se presentan a un concurso de bandas en el sur del país. Los ganadores son The Specters (años después, archi-famosos como Status Quo) y The Mode consiguen el segundo puesto. Su premio: una gira por España, Portugal y el Norte de África. Sol, playa y chicas para el verano de 1966. No se lo piensan dos veces.


A lo largo de los años, Bob Thackway ha sido uno de los mejores y más influyentes baterías que ha dado la industria musical española. La lista de colaboraciones es interminable y abarca tanto música popular (Los Mismos, Mari Trini, Las Grecas, Ñu o Miguel Ríos) como artistas de culto (Pop-Tops, Solera, La Mosca, Charol) Su distinguida aplicación en el complejo mundo de las dinámicas sumado a la exactitud del tempo más preciso y la musicalidad que el británico obtuvo imprimir para cada proyecto musical y concepto del mismo. Bon fue, es y seguirá siendo uno de los bateristas más icónicos a la hora de hablar de la orquestación del fraseo lineal ya su vez, teniendo muy presente que un buen baterista debe de poseer unos extraordinarios golpes sencillos y dobles para aliarse a la musicalidad. Ha defendido a capa y espada un amplio espectro de métricas y amalgamas siliconadas en los diversos estilos por los que ha transitado sus servicios como músico. Le hemos visto plasmar su Groove en la parcela del Beat o inclusive exponer su arrolladora contundencia con los madrileños Ñu.

Afortunadamente Bob, una persona entrañable, simpática y cercana que siempre ha abogado por la amistad practicada entre amigos de ley, vino un buen día a España por un período de tres meses, y lleva larga con nosotros ¡Y que sea por muchos años más!

Luis Arnaldo Álvarez (Baterista  y Locutor profesional independiente







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Comentarios

  1. Efectivamente, la música pop española no se podría entender sin la figura de Bob Thackway. Creo que la Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes de España (AIE), la Sociedad General de Autores (SGAE), y todas las organizaciones musicales del país, deberían rendirle un merecido homenaje por todo lo que ha aportado y todo lo que ha significado.

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