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FM – Black noise (1978)

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 Pequeña criatura de tres patas que surge en Toronto en 1976, en principio eran solo dos miembros, pero poco después y a regañadientes por parte de Nash the slash (apodo por el que se le conocerá ya de aquí en adelante durante toda su vida), se les unió el batería Martin Deller. No era el mejor momento para el bautizo de una banda de rock progresivo, pero bueno, era peor en el viejo continente, tal vez no se puede decir lo mismo al otro lado del mundo en el continente americano, y menos en Canadá. No confundir con la banda británica de mismo nombre que realiza hard rock. Su rock progresivo siempre ha sido incluido dentro de la parcela del space rock y además sus letras están dominadas por la temática de la ciencia ficción, nada que objetar. La música muestra una abundancia absoluta de sintetizadores de nueva generación, pero no encontraremos ninguna guitarra, lo más parecido será el bajo. Después de escucharlo un par de veces me convenzo de que hay que catalogarlo dentro ya de la s...

Khatsaturjan – Disconcerto Grosso (2010)

 Estrenamos nueva sección con bandas y músicos provenientes de los mares del norte. Que mejor para el invierno. Creo recordar que años atrás por estas páginas en alguna ocasión ya escribí algo de progresivo escandinavo y espero que la memoria no me falle para no repetirme y si es así pido disculpas, aunque creo que se habló más de los suecos y noruegos que de los finlandeses.



De Finlandia es Jean Sibelius, uno de mis compositores clásicos favoritos y creo que del octogenario Jon Anderson también. No en vano las primeras obras épicas de Yes tenían estructuras donde la influencia de compositores como Sibelius o Stravinsky fueron reconocidas por ellos mismos. También es cierto que de Finlandia proceden muchas bandas black metaleras o power metal prog como dicen los entendidos en el acero valirio. Todos visten de negro agresivo en las portadas y van al gimnasio. Como yo ya estoy muy mayor para la fragua de Vulcano y para tatuajes extensivos y locos, me limitaré a hablar de los sinfónicos recalcitrantes previsiblemente buenos chicos educados y que no alteren mucho los nervios. De cualquier forma, todas las músicas del norte de Europa coinciden en un alto nivel técnico y una preparación exhaustiva en la mayoría de los músicos. Los gustos es cuestión aparte.

La información digital hoy día es inmensa. De otra manera sería imposible dar con encuentros casuales con bandas muy poco conocidas. El mayor problema cuando te dedicas a hacer periodismo musical minoritario es encontrar algún santo grial progresivo o camino que nos lleve a la aldea o zona donde hay músicas interesantes y complejas. La información que teníamos antes de que los ordenadores apareciesen en el ámbito doméstico se limitaba a la prensa escrita o el boca a boca y esto los que tenemos el pelo blanco y algún problema de artritis reumática lo vivimos en su momento.

En general, y lo digo con frecuencia, prefiero las estructuras melódicas y desarrollos instrumentales imaginativos que a las técnicas frías y aburridas que acaparan hoy casi todo el programa musical del estilo. Cuando uno escribe de música inevitablemente nunca es objetivo. Sale a la palestra el gusto y tendencia personal y prefiero que así sea. La equidistancia y neutralidad no es entretenida y no expresa nada.



Khatsaturjan son efectivamente finlandeses. Inician el proyecto en el año 2000. Imagino que el nombre de la banda lo sacaron del compositor armenio de mediados del siglo XX y efectivamente hacen rock sinfónico progresivo adicto a los clásicos del género con las peculiaridades particulares de cada uno más la cosecha propia de originalidad. De los tres discos he elegido el segundo. “Disconcerto Grosso” más por azar probablemente ya que todos ellos son interesantes. Una cosa que me encanta de las bandas “modernas” es la profusión de teclados. En el caso del cuarteto que nos ocupa todos tocan incluido el baterista. Hay piezas largas de 16 y 18 minutos muy elaboradas y creativas que permiten agradables paseos para los oídos y bastante complejidad armónica en formas y tonalidades con cambios constantes. No te aburrirá lo más mínimo o sí dependiendo de lo que busques. Estos tipos han escuchado mucha música seria y múltiples vericuetos de estilos de música y para mí un plato que esté elaborado con sabores y especias variadas siempre es un punto a favor.

Alberto Torró



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