OPUS SYMBIOSIS - Fata Morgana (2020)
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihzA53e9zd5qYKJNSTWre2r24fTZtQ_Pt9qmLasHG9gsHwXqZ3U2RosMhZGVTLtxDFjeL25TJfH1zKw2HrBY74yykUsb-u9xejOpTaD03fZ5gGax4oN3slMc4J18twD1LYOTXRDZtAvOKwr1p8RP2d95NilLxZ4VLrb71k2eBkX1mdwexQo11M183vNGQ/w400-h385/OPUS%20SYMBIOSIS%20-%20Fata%20Morgana%20(2020).jpg)
En 1982 lo horrible y lo simple acaparaban la música y las modas. A los que nos gustan ciertos tipos de música sufrimos en aquella década una travesía de falta de ideas y escasas ofertas atractivas, aunado también a un exceso de vulgaridad superficial que reconozco que para algunos fue como algo muy divertido y muy moderno. El arte gráfico de los discos ochenteros era algo acorde con lo que íbamos a escuchar. En la psicología del oyente influye mucho la presentación. En los tiempos vinílicos anteriores al CD esto era de suma importancia y muchas veces, aunque la música fuese buena si la portada no estaba a la altura ya no apreciabas el asunto de la misma manera.
Digo esto porque en la hecatombe que supusieron aquellos años encontrar un disco que no fuese pop, tecno, new wave, new age, punk, metal oxigenado versus heavy con maquillaje, rock garage básico o AOR ultraprocesado, se consideraba una rareza proclive al insulto o al menosprecio por parte de todos ya fuesen compañías discográficas, críticos y oyentes de a pie. La falta de exigencia en la calidad y en todo aquello que no fuese vendible e inmediato era condenado al cajón de los desechos. A nivel general la música comercial o mainstream como gustan decir hoy es incluso ahora mucho peor que antes. La diferencia es que en los ochenta no había la posibilidad de autogestión. La tecnología no había llegado al hogar y si alguien quería editar un disco tenía que pasar por la inquisición de las discográficas y de la moda imperante.
Los discos de neo prog que empezaron a aparecer fueron pequeños calmantes para el dolor de cabeza y en pequeñas dosis. Cuando en el 83 vi la portada del primer álbum de Marillion fue una sensación extraña. Una portada fantasiosa y trabajada era una contradicción y algo fuera de lugar y tiempo. Ni que decir tiene que cuando lo escuché no terminó de convencerme. Lo vi algo superficial… un Génesis low cost. Una marca blanca algo indefinida incluso, pero al menos era melódico y agradable de escuchar y si lo comparamos con la caca de Collins y Cía época Abacab, casi un incunable. Naturalmente menos es nada. No estábamos para exigir maravillas anteriores a 1975. La música prog se había deshecho de complejidades y sofisticados detalles, pero al menos nos mantuvo a flote hasta las nuevas bandas de los años 90 que ya perdieron el miedo a mostrar su fortaleza sinfónica, aunque nunca llegarían a igualar los años de gloria, pompa y circunstancia que los elevaron a los cielos.
Aunque en su momento fui dudoso y algo crítico con las bandas neo-progresivas de los años ochenta, a día de hoy reconozco que les he cogido cierta simpatía y aprecio y algunos de ellos como IQ o Pallas respeto y casi a la par de los clásicos del género.
Antares fue una de aquellas bandas neo prog al estilo de los primeros Pendragon, si bien en Alemania era más difícil encontrarlos, rebuscando siempre aparecía alguno. La producción como era de esperar siempre modesta. El sonido prog típico de la época con los teclados del momento y una sensación de escucha casi inocente. Era un sinfónico prog inofensivo pero muy agradable. Fue un trío en que grabó en 1982 “Over The Hills” el único trabajo, aunque en 1998 hicieron otro intento decente con “Out Of Sight” mejor grabado si quieres, pero sin el encanto ensoñador del primero. Lo cierto que hoy después de más de cuarenta años resulta casi encantador escuchar estos discos que fueron valientes en una época donde hacer música con alguna neurona más resultaba una afrenta y camino directo al desprecio.
El sonido de esta grabación con esos intercambios y ritmos cruzados saltarines muy típicos del neo progresivo y con esas emotivas guitarras solistas y arpegiados teclados que casi transmiten una inocente alegría son casi medicinales. Esto pasó mucho antes de que el hiper-tecnificado y ensordecedor metal progresivo se cargase por completo el estilo quitando la “respiración natural” que la música necesita. Hermoso disco que solo quiere alegrarte la mañana.
Alberto Torró
Greetings. I recently created a blog with some friends focused on album reviews, and I’ve added your blog as a partner. If possible, please add my blog to your list as well. Best regards from Brazil.
ResponderEliminarhttps://avitrolaecletica.blogspot.com/
OK
Eliminargracias por estas reliquias
ResponderEliminar