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Circus 2000 - An Escape From A Box (1972)

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 La música progresiva italiana siempre ha ofrecido grandes sorpresas sonoras. Desafortunadamente, algunas bandas no han recibido el reconocimiento que merecen, especialmente hoy en día, por lo que fueron pioneros en el pasado, en tiempos de experimentación y de arriesgarse en la búsqueda de lo que siempre han defendido como esencial para su estructura musical.  Bandas como CIRCUS 2000 estaban a la vanguardia de la música progresiva en Italia y ayudaron a construir una escena que todavía era embrionaria, en formación, cuando muchas de las otras bandas que se volverían influyentes en los años 70 todavía estaban surfeando las olas del beat italiano, una música que, aunque estaba de moda entre los jóvenes italianos cool, tenía un sesgo accesible y, yo diría, ingenuo para los oídos más exigentes.  Circus 2000 se formó en 1969 en Turín y lanzó su álbum debut homónimo en 1970 con el sello RiFi. Presentaba un sonido psicodélico, alucinante y lisérgico con toques de folk rock. Ten...

Magick Brother & Mystic Sister – Tarot Part II (2024/ Sound Effect)

Al final, parece que han conseguido su objetivo los barceloneses Magick Brother & Mystic Sister. El de publicar sus dos volúmenes dedicados al Tarot en éste año pasado. Aunque pienso que en un doble hubiera sido lo propio. De nuevo continúan echando sus cartas en la vieja carreta gitana decorada psicodélicamente. Al olor del incienso y la penumbra. 



Xavi Sandoval (bajo, guitarras) y Eva Muntada (Mellotron, órgano,  piano, sintetizadores y voz). Con la batería  de Alejandro Carmona. Y ciertas aportaciones de invitados al sitar, guitarra, spoken word, percusión y voz.

Mística y onirismo dominante nos acerca ya el comienzo de "Strength" (5'05), con sabroso Mellotron, acústicas y voces de fondo que me llevan a una peli 70s serie B de Paul Naschy. Occult prog de ominoso misterio como envoltorio, con la rockera guitarra de Tony Jagwar como invitado. Carta de presentación espléndida, con el mismo guitarrista tocando el sitar, para que no falte de nada en tan suculento plato de setas alucinógenas.

Kraut a la Embryo nos depara "The Hanged Man" (3'31), de fluido ruido blanco y percusión tribal, así como portales sonoros  a traspasar para descubrir mundos sólo visitados por los descendientes de Popol Vuh (ése piano....).

"The Unnamed Arcane" (3'25) circula por similares paisajes nublados, otoñales e intangibles. Folk cósmico en línea Brŏselmaschine/Emtidi con fusión kosmische de Tangerine Dream en tiempos de "Zeit" / "Atem".

Más terrenal es "Temperance" (4'26), aunque la inevitable levitación melódica continúa siendo el hilo conductor de la trama. Burbujas analógicas  y ritmos orgánicos equilibran el viaje astral.

No podía ser de otro modo que "The Devil" (3'23) se presentara con un aura oscura. Que en su desarrollo torna en chispeante sinte solista y sólida batería de afine progresivo ocultista, efectista y altamente convincente. Piensa en classic Eloy.

Planante music de entrada para "The Tower" (3'16), con maquillaje Gong y psicodelia ácida bien esculpida sobre estudiadas melodías.  

Tim Blake pareciese abrir "The Star" (5'00) con su "Crystal Machine Laser Show" aquí,  en sesudo space rock de cósmica etérea. Lleva su sello. Arpegios floydianos hacen el resto, sobre una almohada de sintetizadores en órbita que enamoran.

En esa línea continuista tenemos "The Moon" (5'54), ahora cantada con fantasmal y ensoñador sentimiento  a lo Carol of Harvest. Pompas de jabón analógico rodean efluvios melodiosos y envuelven al oyente en un estado de plácida modorra deliciosa. Parte destacable del álbum. 

"The Sun" (4'45) es otro buen ejemplo de que dominan las canciones cuando se requiere, no sólo las jam jupiterianas. Otra excelente guitarra de Tony Jagwar va contenida aquí,  como balanza a la cálida languidez marca de la casa.

Con preciosa intro de Mellotron, acústica y sitar se presenta "The Judgement" (5'56), folk prog que mira a otros tiempos en que se construía música sin prisas. Para saborearla al calor de una acogedora chimenea (y otros olorosos humos). Vibraciones retro-psych que suenan de verdad, no recreadas,  efectivas para la actualidad. Quizá necesarias.

Fin de trayecto con "The World" (7'12), la pieza más extensa de ésta baraja sonora. Donde el sitar tiene un protagonismo en la exposición instrumental. Ambiente campestre hippie atemporal, bálsamo curativo ante el horror deshumanizante que supone la rutina urbana. Seguro que MBMS será el refugio adecuado, la ansiada ataraxia para muchas almas torturadas.



El álbum juega y cuenta con ello. Y gana. Si bien no es un estilo éste para tanto tema corto, y en mi opinión,  un enlace continuado le hubiera dado mucha consistencia. Pero es sólo mi percepción,  y la verdad es que lo ofrecido se convierte en material más que estimable. Un muy buen reducto inexpugnable para "rebeldes galos" del embrutecimiento mayoritario.

J. J. IGLESIAS 




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