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OPUS SYMBIOSIS - Fata Morgana (2020)

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Este 2025 no promete nada bueno. Todas las distopías tanto imaginables como inimaginables es posible que se cumplan. Los mayores hemos llegado a un punto de indiferencia tanto por cansancio como por aburrimiento. Por ver como todo lo malo se repite una y otra vez cual perpetuum mobile.  Como si de un chiste malo se tratase no aprendemos nada y lo peor es que no queremos aprender. Si Zappa volviese a este mundo y viese a Trump y a Elon Musk dirigiendo en cuatro días próximos el sistema global como si fuese el club de la comedia no daría crédito. Millonarios tecnológicos e influencers de redes sociales dirigiendo el mundo hacia la dictadura de la estupidez y la crueldad. Si vas a tener hijos piénsatelo seriamente y medita si ya merece la pena seguir reproduciéndonos.  El hada Morgana y sus visiones engañosas y espejismos han conseguido hacer de este mundo la mentira más burda y el mayor horror que podamos imaginar. Incluso refugiarse hoy en la música es casi un acto de misericor...

The Healing Road – Birdbrain's Travels (2014)

De todas las actividades artísticas creadas por el homínido de dos patas es muy probable que la música sea la más alta y noble de ellas. Al menos es la única intangible. La que mejor combina cerebro y emoción. Pero como yo creo que la emoción, la fantasía y la imaginación son únicamente procesos cerebrales químicos y neuronales, todo el asunto se queda en la inteligencia y el capricho de la mente. La música es la única experiencia que produce un efecto extraño y cautivador. Siempre fue y será un misterio como elementos tan desagradables y dañinos como la especie humana hayan sido capaces de traspasar nuestras miserias con el arte. Cuando ves un bonito cuadro y otras maravillas del arte gráfico sucede algo parecido. Sin embargo, solo la música es capaz de imaginar otras realidades paralelas. Aquello que nos trasciende dentro de lo bello y hermoso. Que seamos capaces de crear cosas hermosas y que por otra parte seamos también tan miserables y una pesadilla de maldad y horrores es algo que no puedes buscarle explicación alguna.



Siempre he pensado y de mayor cada vez más, que la creación artística es simplemente un desajuste y una patología que en realidad no traspasa lo individual. De todas nuestras locuras, crear o escuchar música es el tratamiento correcto de la enfermedad implícita de nacer. Algunas mentes han llegado a decir que las personas inteligentes sin música no podrían vivir. No es del todo cierto, pero sí podríamos estar de acuerdo en algunos casos y aspectos.

Con la llegada de las tecnologías hoy y lo vemos en muchos músicos de este siglo que a veces pasan por estas páginas progresivas, podemos hacer cosas en casa e incluso aprender técnicas para hacer muchas actividades artísticas que antaño fueron imposibles. Las herramientas son distintas. Ciertamente así es, y me atrevería a decir que las disciplinas incluso se han quedado obsoletas desde que todos tenemos un ordenador y una tecnología en el hogar. Eso no pasa desapercibido en los que “componen en las sombras” desde su habitación.  Ni en los sueños más delirantes lo habríamos imaginado.

Si nos damos cuenta hoy la mayoría de músicas interesantes fuera del mainstream y del negocio empresarial están creadas en el ámbito doméstico y en breve aumentadas por la inteligencia artificial. Los artesanos verán esto como un horror y falta de autenticidad. Yo lo veo como una oportunidad de expresión individual para hacer cosas que de otra forma no habría manera de hacerlas y francamente de lo que se trata es de dar algo de alegría a nuestras vidas sin tener que dar explicaciones ni depender de nada ni de nadie.

Haspeter Hess es un ejemplo más que probable de todo este largo prologo. Músico autosuficiente. Teclista y batería a la vez con cinco trabajos editados en el sello francés Musea. El resto de instrumentos suelen ser músicos invitados para cada proyecto. Exceptuando sus dos primeros trabajos el resto lo componen piezas únicas divididas en dos partes a modo de largas suites instrumentales de veinte y tantos minutos donde da rienda suelta y utiliza toda la argumentación sonora del estilo: largos desarrollos sinfónicos, a veces con orquestación cinematográfica y mucha estructura musical al estilo entre muchos otros de un Mike Oldfield de los 70´s por poner un ejemplo donde se encuentra muy a gusto especialmente en el anterior trabajo a este “Backdrop” de 2011. He elegido este “Birdbrain´s Travels” parts 1&2 del 2014 como ejemplo similar a los dos anteriores de idéntico desarrollo y concepto.



 La música transcurre por todas las técnicas instrumentales posibles del rock progresivo con sus diferentes movimientos y estados de ánimo. Por supuesto esto está más orientado para los que gusten de viajes musicales de largo desarrollo y no a los que prefieran canciones prog al uso con melodías y drama emotivo. Musea siempre ha arriesgado en músicas progresivas para círculos reducidos de oyentes. No porque las músicas sean complicadas o duras de oír sino porque el formato que se va a las piezas de 20 minutos o más de duración es para el sector más sinfónico del estilo y para la gente más reflexiva y tranquila. Si te gusta el rock sinfónico instrumental con largos desarrollos es para ti. En caso contrario hay otras ofertas donde elegir.

Alberto Torró

 


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