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OPUS SYMBIOSIS - Fata Morgana (2020)

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Este 2025 no promete nada bueno. Todas las distopías tanto imaginables como inimaginables es posible que se cumplan. Los mayores hemos llegado a un punto de indiferencia tanto por cansancio como por aburrimiento. Por ver como todo lo malo se repite una y otra vez cual perpetuum mobile.  Como si de un chiste malo se tratase no aprendemos nada y lo peor es que no queremos aprender. Si Zappa volviese a este mundo y viese a Trump y a Elon Musk dirigiendo en cuatro días próximos el sistema global como si fuese el club de la comedia no daría crédito. Millonarios tecnológicos e influencers de redes sociales dirigiendo el mundo hacia la dictadura de la estupidez y la crueldad. Si vas a tener hijos piénsatelo seriamente y medita si ya merece la pena seguir reproduciéndonos.  El hada Morgana y sus visiones engañosas y espejismos han conseguido hacer de este mundo la mentira más burda y el mayor horror que podamos imaginar. Incluso refugiarse hoy en la música es casi un acto de misericor...

P'COCK - Burning Beach (1988/ IC)

 El ejemplo más claro de electronic prog band o progtrónica, como me gusta a mí llamarla. Eran los alemanes P'cock, que por ésa misma identidad fueron fichados raudo para el sello de Klaus Schulze, Innovative Communication. Un sello eminentemente electrónico,  pero muy abierto de miras, algo que se agradece. 



El debut de P'cock fue "The Prophet" (1979), de un total de cuatro álbumes. "Burning Beach" fue el último. La formación por entonces era un quinteto consistente en Axel Krause (bajo, acústicas), Tommy Betzler (batería, percusión), Peter Herrmann (teclados), Utz Bender (teclados, voz) y Armin Strecker (guitarras). Producción orientada por logica a la electrónica,  y además con dos teclistas. Aunque en el fondo, eran una banda sinfo-progresiva "in disguise" propia de los tiempos.

Como vemos en la inicial "House in the Storm" (11'07), de intro made in pureza germánica, ingeniería 80s, guiños melodic rock, como habían hecho Novalis, Jane, Wallenstein, Madison Dyke o Streetmark. Se suceden los solos de sintetizador, tomándose el testigo con una finura aristocrática. La respuesta de la guitarra gilmouriana no se hace esperar, y es intachable. Su sonido grupal es absolutamente compacto, de ideas inesperadas, que mantienen la atención del oyente. Ritmos orgánicos e "inorgánicos" (que no mierder!), en perfecta compenetración. Con un batería que entusiasma, en la onda de Mike Shrieve. Piensa también en Eddie Jobson en solitario, con el kit de Bill Bruford (oh! ciertamente tienen algunas atmósferas muy UK!). Un primer tema que es una maravilla. La sección rítmica es muy valorada en P'cock. Y "The Actors Fun" (6'31) la muestra sin cortapisas ni racaneo. En espectacular demostración.  Casi estamos hablando de "AOR electrónico", sin llegar al Hi-tech, mucho más proggy. Los mejores Saga serían una comparación posible, igual que RAF, After the Fire, Mr. Míster, Cannatta o Utopía. Siempre en la frontera, pero priorizando lo electrónico. 

"Look (At !ife)" (3'42) es una bonita tonada que gustaría en las ondas (de entonces), no muy alejada de Asia. El bajo homenajea a Chris Squire en cuanto puede, y el solo de sinte es una preciosidad,  que rubrica con bella firma de las de antes el guitarrista, de sobrado buen gusto.

Continúan "entre dos tierras", ahora con la radiable "Ban' Cock" (3'27) de ladina estrategia instrumental entre lo mainstream y lo claramente art-proggy. Equilibrio que dominan como nadie. Perrería ya tienen, ya!

"The Prophet" (5'57) anda orbitando por ABWH, con empujones pomp a la Symphonic Slam, FM (Canadá) o Aerial. De omnipresente teclística fluida, magnética y generosamente cálida. 

"Mr. Pollution" (8'28) podría venir firmada por Jon & Vangelis, en ése arriesgado alambre entre lo honestamente comercial y lo hecho con un más amplio criterio artístico. Por fortuna P'cock tiene el poder del perfecto balance. Que no se van de madre en ningún momento. Manejan el timón con firmeza y elegancia garantizada. Más admiración por Gilmour en sus cuerdas, despeja cualquier sombra de duda.

La magnificencia de "La Mer" (9'56) toma un tono más sinfónico y trascendental, de proporciones colosales y resultados extraordinarios. No puedo evitar recordar a Mandalaband, con toda la artillería pomposa de la Barclay James Harvest. Proporciones colosales y resultados apoteósicos,  casi acongojantes.

De nuevo vuelven a la Tierra con "Fly your Kite" (4'17), que es una cosa ágil a la Keats, Alan Parsons Project, Glass Moon o incluso Trillion. Su espectro estilístico es amplio porque se lo pueden permitir.

Finalizan con "Toby" (4'07), que puede pasar por una soft / yacht track a la Maxus, Airplay o Player, con abundantes teclas y sensibilidad.



P'cock tenían todas las llaves, pero abrían la cerradura equivocada. Y es una lástima,  porque eran sensacionales. A no perderse ninguno de sus intentos.

J.J. IGLESIAS


Temas
House In The Storm 11:05
The Actors Fun 6:29
Look (At Life) 3:40
Ban'cock 3:25
The Prophet 5:55
Mr. Pollution 8:26
La Mer 9:54
Fly Your Kite 4:15
Toby 4:07

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