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MISTY - Here Again (2023/ Sommor-Guerssen)
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Y otro oscuro objeto del deseo que sale del olvido gracias a Guerssen. Otro álbum que nunca fue. En su nota de prensa, London Management anunciaba con orgullo que "ayer fueron Beatles, Stones y Cream. Hoy son Zeppelin, Purple y Moody Blues. Mañana será Misty". Errr, pues no. Misty no fue nunca. Rozaron la cima con hechos puntuales, pero la competencia era aplastante. Bien con apariciones en televisión, bien con un single para Parlophone en 1970. Un 45" de culto entre el fandom mod. Abrieron para Roy Orbinson y compartieron tablas (como The Zam Band), con los primeros Pink Floyd. Pero su álbum "Here Again" de 1969, se quedó en el limbo de lo que pudo ser y no fue. La "nube" de las promesas truncadas.
Michael Gelardi (órgano, voz), Steve Bingham (bajo, 12 string, voz), Tony Wooton (voz solista, 12 string) , Freddie Green (guitarra solista, voz) y John Timms (batería) componían Misty. Título de un standard de Errol Garner que daría nombre por ésas fechas a la célebre "Play Misty for Me", protagonizada y dirigida por Clint Eastwood.
Misty se centraban en el órgano a lo música clásica, muy al modo de Keith Emerson en The Nice. Aunque Procol Harum o Moody Blues fueran también influencias. Así como Haendel o Scarlatti, pasados por la batidora Swingin' London. Excelente fórmula. A pesar de ser temas de corta duración, su orientación proto-prog es evidente y un primer ejemplo de lo que estaba por llegar.
En "Witness for the Resurrection" son como gemelos de Ekseption (sin soplidos) en cruce con The Who y The Yardbirds. Gelardi destaca como un Emerson del momento. Las voces son primordiales y el conjunto resuelve con rotundidad profesional. Suenan a grandes porque lo eran. Otra cosa es la perra suerte.
La química psych entra en juego en "Here Again", y las luces de aceite en dibujos de ameba afloran en la mente al instante. Lo clásico se fusiona. Y he aquí un ejemplo de primer progresivo sympho en la historia. Grabación impoluta efectuada en Regent Studios, donde las acústicas se escuchan con tanta claridad como los demás instrumentos.
En "A Question of Trust" no puedo remediar recordar "Boris the Spider" con Brian Auger al órgano. Es una maravilla absoluta. El primer Floyd de Syd Barrett suena en "Julie", como perfecta fotografía de un instante guardado en un cajón durante décadas.
"I Can See the Stars" captura introspección Procol Harum/ Rare Bird en ambiente de húmedo monasterio en la penumbra. El ácido se encargaba de lo insólito........ Como si los monjes del medievo bebieran agua. Lo barroco se enfatiza en "Harmonious Blacksmith", sin perder sabor a Carnaby Street.
La cara B comienza con el single de 1970, "Hot Cinnamon"/ "Cascades". Actual pastón seguro. La primera es un himno mod de obligado play-list en saraos del gremio. Lleva más producción y brass section, como era de suponer. Pero no pierde su esencia clásica. Lo mismo que la segunda, de fuerte calado psico en maravilloso cuelgue melódico.
Volviendo a la sesión de 1969 en los Olympic Studios, (el grueso del álbum), "Animal Farm" demuestra que estaban mejor sin soplidos (qué jodida manía!) ni arreglos para favorecer el aireo hertziano. El jazz a la Auger es otro fuerte de su estilo, otra vía de escape para alejarse del sombrío horterismo que todo lo amenazaba. Y al que nunca se acercan porque su catálogo de recursos era rico. Canciones como "John's Song" o "Final Thoughts" son la evidencia de que Vertigo pudo ser un idóneo hogar de acogida para éste perdido tesoro. Misty hubieran sido unos compañeros de cuadra ideales para Cressida.
Lástima de miopía.
J.J. IGLESIAS
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