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Haruomi Hosono – Cochin Moon (1978/ King)

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 También conocido como Harry Hosono o como aquí,  con el seudónimo de Shuka Nishihara, Haruomi Hosono era nieto del único superviviente japonés del Titanic. Bajista con los psicodélicos Apryl Fool y posterior miembro de Happy End. "Cochin Moon" supuso su quinto disco en solitario, pero el primero totalmente electrónico. Junto a sus sintetizadores y producción (luego será un cotizado productor), estaban también a los teclados y programación Hiroshi Sato, Hideki Matsutake y Ryuichi Sakamoto. Éstos dos últimos junto a Hosono, formarán el trío Yellow Magic Orchestra. A propósito de un viaje a la India, a Hosono se le ocurre la idea de crear una imaginaria banda sonora para un ficticio film al estilo Bollywood.  El proceso electrónico entra en inicio con un primer lado conceptual. La intro es "Grand Floor...Triangle Circuit on the Sea Forest" (2'28). Cinemática y descriptiva introducción cyber de suprema analogía futurista-tribal. Que sin silencios, enlaza con "

EMILIO MOLINA - Aldebaran (2021 / EM)

 El multiinstrumentista chileno Emilio Molina presenta éste año su segundo trabajo, "Aldebaran". Y lo hace a la vieja usanza, en dos partes de 25 mts. Como una única composición llena de situaciones inesperadas y rincones donde perderse. O quedarse. Como un laberinto maravilloso de sensaciones al margen de modas y tendencias fashion. Se agradece. 



Molina toca guitarras eléctricas y acústicas,  bajo, voces de fondo "instrumentales" y controlador midi de batería. Con selección de plug-ins de diversos teclados. Lo que se dice un álbum salido de un home-studio,  dirás.  Vale. Pero otros con un estudio en toda regla no llegan tan lejos. Ni se atreven. Ni lo intentan. Ni saben. Así que poco importa ya ése tipo de detalles en éstos tiempos confusos. Donde se le da importancia de cartón piedra a tanta superficialidad de todo tipo. Como invitados, Pablo Fernández aporta bajo en la Parte 2. Y Ger Bratz voces de fondo en la 1. Lo tópico sería orientar al lector con un "hacia Mike Oldfield" de rigor, por la esencia musical expuesta. Y lo haré sólo como eso, una orientación necesaria. "Aldebaran" no tiene una inspiración profunda en el británico. Se maneja con comodidad a las guitarras, y concretamente en las acústicas,  lleva intenciones no alejadas de Gordon Giltrap o Paul Brett. Sus percusiones son elaboradas, creíbles, a veces de raíz étnica.  Si bien usa todo lo que está a su alcance para convertirlo en sonido rítmico : bolas, anillos de cuaderno o el simple caer del agua. Filosofía inventiva 70s. Sus cambios y progresiones resultan frescas, inspiradas, fluyendo con naturalidad y una lógica clara en su discurso. Los teclados apoyan, colorean y construyen en un contexto de efecto sorprendentemente grupal. Recordemos que es un sólo músico. 

En la Parte 2 puede intuirse algún ramalazo oldfieldesco de su más celebrada etapa. También elementos introspectivos del más suave kraut, tipo Deuter, Blonker, Bröselmaschine, Novalis u Hoelderlin. Los sintetizadores toman más protagonismo solista, en amistosos duelos con la eléctrica. Decidiendo un sinfonismo de climax intensos y emocionados. Como majestuosos oleajes de sentimiento perfectamente transmitido. Doblaje de guitarras excepcional, con preciosos pasajes que recuerdan a nuestro Santi Picó. En general, ésta segunda parte me parece todavía más acertada y espectacular. Aunque todo el álbum derrocha sensatez compositiva. Una maravilla hecha contra corriente, en estos zafios tiempos que corren. Y que dignifica el prog de facción más electronic-sympho.

Simplemente extraordinario.

J.J. IGLESIAS



Temas
01. Aldebaran, Parte 1 00:00
02. Aldebaran, Parte 2 25:56


 







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