Álbum ya avanzado en la discografía del grupo, supone el comienzo de una nueva etapa, puesto que de la formación inicial con la que grabaron los tres trabajos anteriores solo quedarán 2 miembros, Andy Davis y Mutter Slater. La nueva tripulación volverá a contar con 6 músicos, entre ellos el renovador y polifacético Rod Bowkett que abogará por dar un nuevo giro al estilo, dotándolo de más cuerpo incluyendo secciones de viento de gran presencia, teclados mucho más incisivos y un estilo más cercano al rock progresivo pero sin olvidar sus orígenes folk. Las atmósferas bucólicas de composiciones pasadas se difuminan y el sonido se concreta en desarrollos más vitalistas. Interactuaban mucho con el mundo de la cultura y con una fijación absoluta por los BEATLES, hasta el punto de requerir los servicios de George Martin, productor de los cuatro de Liverpool. La existencia de la banda fue muy inestable y a pesar del gran éxito con que fue recibido este "Extravaganza" nuevamente ap
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HEIKKI SARMANTO QUINTET - Counterbalance (1971 / Odeon)
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Los años 70 fueron probablemente, junto con la segunda mitad de los 60, el tiempo perfecto en que se fraguó gran parte de lo que hoy entendemos como "buena música".
Una etapa única donde lo cultural era "tendencia", y lo experimental bien visto, además de moderno. Y hablo de todo tipo de artes. Con aquella libertad creativa, y sin cortapisas de ejecutivos vendetuercas, floreció la base desde donde todo comenzó. Hay que destacar la actitud de las audiencias. Respetuosas y expectantes a las proposiciones de los artistas. Nada de exigencias del que no sabe, como mal acostumbraron las discográficas al público, a partir de los 80. En aquella irrepetible década el jazz se rockerizó, con el consiguiente cabreo de los puristas. Rancia etnia tocapelotas que no sirve para nada más que para protestar. Y el rock se jazzificó, en muchos casos. Desde el aclamado Canterbury, Zeuhl, R.I.O., en Europa, al "heavy metal jazz rock" USA, o el soft rock WestCoast de la bahia. Aparte, se expandió por todo el mundo. En Finlandia, que no es el fin de nada, tuvieron un poderoso exponente internacional con Jukka Tolonen y sus Tasavallan Presidentti. Hubo otros, como Pekka Pohjola o Seppo Tyni, que desarrollaron el estilo. También Heikki Sarmanto, nacido en Helsinki, pianista formado en Berklee y con una carrera de más de 40 discos! El que hoy traemos fue el segundo, "Counterbalance", en plena explosión creadora mundial de 1971. Pekka Sarmanto (bajo), Craig Herndon (batería), Juhani Aaltonen (flauta), Lance Gunderson (guitarra) y Heikki Sarmanto (Fender Rhodes). Quinteto devorador de notas con la voracidad del buen jazzmen y la fuerza del más curtido rockero.
"Azure Skies" (7'03) abre el álbum con relajada acústica cercana a Ralph Towner, a la que se alía la flauta travesera de Aaltonen (otra leyenda en su país), que va a decir mucho a lo largo de toda la grabación. Se suma el piano eléctrico de Sarmanto y la base rítmica, y aquello que había comenzado perezosamente, va remontando un bello vuelo de planeadores "eses" musicales. Música para un punto y aparte, más bien largo. Porque en "Jai Guru Deu" (7'11) reincide en los prados de Canterbury, y el ambiente nocturno del mejor jazz. Mundos que se atraen. La flauta es una guía. Un árbol de Navidad donde los demás instrumentos van colocando sus adornos hasta dejarlo bonito y vistoso. Las percusiones son muy detallistas, en especial a los platos, las caricias teclísticas, los rasgueos eléctricos que ahora miran a Terje Rypdal, Jim Hall o Phil Miller, o el bajo a la Ron Carter o Hugh Hopper. A cada tema la animación va in crescendo. "Counterbalance" (9'18) desprende guitarra meteórica para John McLaughlin aficionados, en vertiginosas digitaciones que compiten duramente por la hegemonía del flautista. Una especie de Bjorn J:Son Lindh que aparece por todos lados, y bienvenido sea. En la pugna, el Rhodes también anda en las primeras posiciones de la pole. Que para eso ejerce la autoría de todo el material, excepto del primer corte, obra de Gunderson. Pero es en éste tema-título donde se quitan la "timidez" instrumental y suben la testosterona que tanto disgustaba a los jodidos puristas. A mí me parece más que estupendo.
Pasamos a la cara B con "Moonflower" (8'07), de aromas casi Hatfield and the North en su bucólica exposición flauta/guitarra. Bellísimos paseos por la partitura con no menos arrebatos improvisativos y arreglos de firme destreza teclistica. Siempre con el Rhodes como único instrumento de teclado. La conversación es fluida y amena, con agudas contestaciones de cada solista. Una maravilla que transmite esperanza y buen rollo. Un recuerdo para el RTF en "Seagull" (6'18), con rápidas escapadas del pelotón en una carrera duelística de "todos contra todos", que entusiasma a cada intervención. El líder sobresale en su diálogo solista, aunque no es un teclista que guste de tomar protagonismo. Finalmente "Wolf" (4'43) vuelve a la sobriedad inicial con una elegante melodía, de semejanzas con Mark - Almond. Precioso broche a un disco excelente. Heikki Sarmanto sigue adelante a sus 80 años y una discografía amplia, para explorar con detenimiento. Canterbury fans harán bien en engrasar su radar de búsqueda.
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