Como en los primeros 70, los australianos Robot God van ya en éste año por su segundo disco, quinto en general. Cosas del underground y su libertad. Desde que en el agorero 2020 se estrenaran con "Silver Buddah Dreaming". Le siguieron "Valley of Primordia" (2021), "Worlds Collide" (2022) y éste año, "Portal Within" (Abril de 2024). Poniéndose así al día en su media de disco por año (2023 en blanco). Si éste "Portal Interior" ya era bueno, el sucesor no se queda atrás. Robot God son de Sydney, y ejercen con indudable inspiración como power trío - heavy psych de incursiones prog, doom, hard, rock blues, occult y demás condimentos relacionados con el actual stoner. Si es que todavía deberíamos llamarlo así. Cada vez tengo más dudas. Matt Allen (bajo, synths, teclados, voz), Tim Pritchard (batería, teclados) y Raff Iacurto (guitarra, voz, teclados) se las arreglan muy bien con dos largos temas por cara. "Blind Serpent" (13
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GIÖBIA - Plasmatic Idol ( 2020 / Heavy Psych Sounds)
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Desde Milán nos llegan noticias de ésta nave interestelar llamada Giöbia. Formados a comienzos de siglo y con estreno discográfico datado en 2009.
Seis álbumes después y unos cuantos singles y EPs, éste cuarteto inicia nueva andadura en el sello Heavy Psych Sounds, con "Plasmatic Idol". Sus tripulantes responden como Detrji (bajo), Betta (batería), Saffo (teclados) y Bazu (guitarra, productor, mezclador y cantante). Parece que su viaje galáctico va a más, y que su retro-sonido se especializa a cada entrega. Y siendo la primera para su nueva compañía, había que afirmarse en el estilo.
En "Parhelion" (7'03) se advierte un sólido combo muy bien ensayado, a pesar de que su campo de acción ofrezca cancha para amplias escapadas improvisatorias. Quizá en directo, no aquí. Su estilística puede acercarse a los Pink Floyd de "Meddle" muy a su manera, del mismo modo que al hard psicodélico de primeros 70. Pongamos que hablo de Eloy, Kingdom Come, Morgan, Seventh Wave o, sí, Hawkwind.....inevitable. Es un bonito instrumental, para abrir boca.
"In the Dawnlight" (4'13) persiste en añadir dosis de hard rock a las psico-atmósferas nebulosas. Ésta vez ya con voz, y recuerdos a la escudería 90s del sello Delerium : Dead Flowers, Omnia Opera, Mandragora o Strobe, como recordatorio de un episodio brillante de la psych music más "reciente". Los momentos más cañeros de Steve Hillage son del gusto de Bazu, y su cohesión grupal convence al más escéptico. Va unida a "Plasmatic Idol" (2'02), un oasis de sintes a la Tim Blake, muy cinemático , de exquisito gusto berlinés. Demasiado breve. Seguido de "Haridwar" (8'29), donde la acústica y un profundo cuatro cuerdas nos llevan a psico-salmos corales muy West Coast de finales 60. Remata un órgano de sonido Farfisa para que los situemos en la onda de Mandrake Memorial, Wizards from Kansas o Chirco. Una recreación conseguida al milímetro y de mis favoritas en el lote. Luce espléndido ropaje instrumental vintage, que arropa voces lisérgicas dignas de cualquier artefacto de la época, magistralmente conseguidas.
Volviendo la placa vinílica, "The Escape" (5'28) invoca aires orientales con voz bañada en fx/delay, dotando de sinfonismos espaciales una pieza que en los primeros 80 casi hubiera pasado por gótica after-punk. Pero de ésta guisa, se sitúa en el período 90s de la nave Halcón, cerca de "Alien 4" o "Love in Space". La imaginación se dispara en el oyente, invadido por ondas extrasensoriales del calibre de "Far Behind" (7'20), todavía con las tablas de la ley de Dave Brock como guía, y sacudidas ambientales con la elegancia de una fluida guitarra Gilmour. Excepcional. "Heart of Stone" (4'30) recupera voces desde el otro plano astral, en una canción tan fidedigna a los finales 60, que el mejor experto caería rendido (y engañado) si se la presenta como un santo Grial perdido de entonces. La ingravidez grupal no resta coherencia compositiva a éstos italianos inspirados hasta el tuétano.
La final "The Mirrors House" (5'25) finaliza una sesión regresiva especialmente fina y documentada. Se nota que éstos tipos saben de las delicadas materias con las que trabajan. Abarcando épocas de diferente franja temporal y geográfica, con perfecta solvencia y credibilidad. En ésta última vuelve el factor hard rock bien ensamblado a la calidez psicodélica de unos Hawklords, Alan Davey, Peter Panka's Jane o Electric Orange. Extraordinario ejercicio de estilo, para un género ilimitado e inabarcable. Suma y sigue. .....el virus, que se expande.
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