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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

Änglagård ‎– Viljans Öga

Después de dos discos impresionantes la banda de las oscuridades y tristezas, de los bosques gélidos y solitarios participan en el Progfest de 1994 en los Angeles en pleno segundo revival progresivo y que fue algo así como el primer festival del nuevo renacimiento de música grandiosa que aunaba a la flor y nata del momento.

 Irónicamente en el primer tramo de los años 90 había más bandas progresivas de las que había habido nunca en la historia. Eso sí, a unos niveles absolutamente minoritarios. Hartos de la basura de los 80´s los que sabían hacer algo de música y tocar correctamente un instrumento salieron del armario y como un efecto contagioso las bandas de rock complejo e imaginativo empezaron de nuevo a aparecer en el mercado y esta vez no era simplemente “un enseñar la patita” sino con toda la vanidad de decir “aquí estamos y que pasa”. Esto me animó a realizar el primer Fanzine español entre 1993 y 1998. El ímpetu progresivo, siempre de forma minoritaria insisto, ya no volvería a decaer y además ahora a finales de 2018 a nivel internacional goza de una relativa buena salud. Además de Anglagard se citaron en aquel festival bandas como Anekdoten, Minimum Vital, Echolyn, Kalaban, Giraffe, Episode o Sebastian Hardie entre otros. A pesar de esos días de vino y rosas, los suecos Anglagard incomprensiblemente se separaron mientras sus otros compatriotas The Flower Kings iniciaban la andadura y cogían el timón y el liderazgo del nuevo sinfónico escandinavo.


 En 2012 y dieciocho años más tarde- mucho tiempo para acordarse de esta banda- reaparecen con un tercer trabajo en estudio y prácticamente en la misma línea graban este “Viljans Oga”. Ni la estética ni la música ha cambiado, todo tan gris y frío como cabría esperar de ellos, tan solo que las composiciones de este nuevo trabajo son incluso más refinadas y complejas a la vez. Cuatro largas piezas con mucho aditamento de música de cámara: cello, flauta, guitarra clásica, clarinete y como no el sempiterno mellotrón acariciando el abarrocado vestido de puntilla del cadáver y soplando sobre la hojarasca y el polvo mugriento del panteón. Bellas composiciones con olor a cementerio victoriano y flor marchita. Ni una sola alegría en su música y toneladas de melancolía y notas abigarradas y complejas. 


El oscuro lirismo de la desesperanza y aproximándose casi por momentos al Rock In Opposition y a la galería psiquiátrica sonora a la búsqueda de algún medicamento opiáceo que aplaque el dolor mental y el delirio y grito de locura enfermiza. Si no te gusta la música amarga, dolorosa y fría yo no te recomendaría este disco, que es casi la banda sonora para después de una guerra cuando ya no ha quedado nadie. Sin embargo, hay pasajes de una extraña belleza pero no de calma ni bondad. Si existe una antítesis musical a sus colegas de nacionalidad como Moon Safari, estos son Anglagard, dos formas radicalmente distintas de concebir y realizar música. Lo más grave del caso es que en Anglagard no hay ni un ápice de sentido del humor, casi siempre imprescindible en las músicas complejas para no meter al oyente directamente en el nicho o en el hoyo y hundirlo en la miseria mental. Tampoco hay emoción y eso es una constante en toda la discografía de este grupo y como suele suceder en casi la mayoría de actitudes puramente intelectuales en todas las artes. 


De sus discos en directo podemos hablar del “Buried Alive” grabado en 1994 y editado en el 96 y el “Live In Japan” de 2014. También hay un DVD grabado en Noruega en 2017. Una banda para gente seria y de caras largas.
Alberto Torró



Temas
01- Ur Vilande 0:00
02- Sorgmantel 15:47
03- Snårdom 27:53
04- Längtans Klocka 44:07




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