No soy muy proclive al prog moderno, aunque reconozco que a veces hay cosas interesantes. Una de las peculiaridades del estilo es que con los años se ha ido abriendo cada vez más por cauces más variados, eso que llamamos ecléctico que bien puede acabar en un puzzle indefinido o en un nuevo resultado de la química sonora. Como ya dije la semana pasada en los tiempos distópicos y desagradables que por desgracia nos tocan vivir, es fácil encontrarnos con músicas que así lo reflejan. Cada vez la música es más áspera y más infeliz y uno que contempla la degradación humana a diario y el camino hacia la locura que tanto por la política deshumanizada del negocio y poder, así como por la disminución de inteligencia global y aumento de la maldad en el planeta se da cuenta que ya no hay vuelta atrás. Cada día será peor que el anterior, bien sea por el clima y cambios naturales o por guerras en todos los frentes. No me toca decir a mí si la inteligencia artificial será algo mejor o peo...
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
SIMON SAYS - Paradise Square (2002)
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
En siete años de diferencia con el anterior trabajo la mitad de la banda cambia: Jonas Hallberg es el nuevo guitarrista y Mattias Jarlhed se encarga de las baquetas. El estilo no ha cambiado en ningún caso y sigue centrado en el prog clásico, más si cabe que en el anterior.
Por entonces una especie de asociación progresiva afincada en Finlandia comienza a editar a través del sello francés Musea, una serie de álbumes temáticos con el nombre de Colossus Projects. Una ambiciosa empresa que contaría con colaboraciones de grupos internacionales, algunos bastante reconocidos. Cada álbum, a veces triples y cuádruples, se dedicaba a temas históricos o legendarios, epopeyas mitológicas y obras literarias y de cine clásicas famosas. De tal forma que cada banda que colaboraba en cada proyecto aportaba una composición. Simon Says colaboraron en algunos de éstos proyectos y en algunos casos con largas suites como en el caso del triple CD “Odyssey” con la pieza “Minds of mortal men” de nada menos 25 mtos de duración. La producción de este disco “Paradise square” es muy superior al anterior al igual que las composiciones. Si ya nos hemos acostumbrado a la voz tan particular de Daniel Fäldt, este trabajo nos va a deleitar con sinfonismos que en parte siguen en el espíritu genesiano de mediados los 70´s pero como ya dije en la semana anterior, con bastante personalidad propia y una argumentación mucho más abierta hacia otros territorios prog.
“And Way The Water” se inicia con voz a pelo pero pronto se convierte en un animado paseo de diversas transfusiones estructurales vía Gentle-Genesis-Yes que pasa casi sin enterarte. “Paradise Square” es una de las largas composiciones con casi 14 mtos, algo al estilo Hackett en la rítmica y la melodía y también algo parecido a los primeros discos en solitario de Rutherford y Banks antes de que la música fácil y barata contaminasen sus mentes y la avaricia del dinero fácil. Es una pieza de sinfónico a la british apacible y de cadencia cautivadora. Hacia el mto 7 la cosa cambia y empiezan a jugar con ambientes instrumentales más oscuros y opresivos que no renuncian a las cuadraturas rítmicas complejas ni tampoco a pasajes de guitarra clásica y piano.
En “Striking out a single note…” se encuentra otros 11 mtos en una temática similar: el órgano golpeando a la Banks y dejando que la guitarra solista y el melotrón hagan su trabajo, mientras los ritmos a contratiempo ya familiares a nosotros y quizás un poco a los It Bites, con algunas variaciones caprichosas y peculiares ya típicas en los Simon Says, te recuerden que esto es rock sinfónico del de antes, por si alguno se olvidaba de ello.
“Fly in a bottle” es una reposada canción con algún eco pastoral de música antigua y bastante de teatralidad y drama a ratos, melotrón en ristre y sintetizador ardiente definiendo el final. Nada mal.
“Darkfall” es un breve puente con sonidos de sitar para que otra suite: “White Glove” de 15 minutillos de nada nos rodee de acústicas, melotrón piano y órgano, recordando de nuevo las bonitas melodías y arpegiados de siempre que todo amante de este tipo de música llevamos dentro… muy cerca de la “cena preparada” o el Cinema Show, es cierto pero con sus ricas referencias al resto de maestros y detalles de cosecha propia realmente sorprendentes. Todo nos es completamente familiar y amable para tocar la fibra prog en su punto exacto y como no nos molesta en absoluto sino todo lo contrario, nos dejamos querer sin ningún problema y con final feliz.
La preciosa “Aftermath” cierra con elegancia un álbum maravilloso que supera los 60 minutos y nos deja un sensacional sabor de boca y la demostración palpable de unos músicos excelentes, que dosifican las sensaciones y no aburren en ningún momento - aunque otros dirán lo contrario naturalmente - por la buena disposición, empleo y desarrollo de las composiciones. Es una suerte para nosotros que se graben cosas así.
Alberto Torró
Temas
1. And By The Water (4:45)
2. Paradise Square (13:42)
3. Striking Out A Single Note For Love (11:08)
4. Fly In A Bottle (5:48)
5. Darkfall (2:35)
6. White Glove (15:26)
7. Aftermath (10:02)
Nota: si te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias
Comentarios
Publicar un comentario