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BLUE ŐYSTER CULT - Ghost Stories (2024/ Frontiers)

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 A cuatro años de su último álbum real "The Symbol Remains", Blue Őyster Cult dicen que adiós al estudio. Lo normal sería lo contrario. Que dejaran las agotadoras giras, todavía más pesadas a su edad, y se interesaran por crear.  Pero a éstas alturas, dudo que el romanticismo les importe algo. Se la suda un ciento. Saben que la pasta está en los directos, aunque tengan que morir sobre un escenario. Y eso que aquel "The Symbol Remains", haciendo criba y dejando 40 minutos, dejaba ver un buen álbum.  Sobraba paja ajena a la banda. Me encanta el título con segundas del "nuevo", "Ghost Stories". Entrecomillo porque de "nuevo" no tiene nada. Que se trata de material raro e inédito del 78 al 83. O sea, con la formación estelar mayormente: Albert Bouchard (batería,  bajo, voz), Joe Bouchard (bajo, guitarra, teclados, voz), Allan Lanier (guitarra, teclados), Eric Bloom (voz solista, guitarra, teclados) y Donald "Buck Dharma" Roeser (g

LE ORME - L´infinito (2004)

La última trilogía ocupada por “Il Fiume”, “Elementi” y este L´infinito supone el adiós del veterano Aldo Tagliapietra en la formación clásica de Le Orme, pero también el mejor disco de los tres.

 Leo que al Le Orme de hoy se le considera más un grupo de pop clásico italiano con brillantes y elegantes arreglos sinfónicos que a una banda progresiva al uso. Si me permitís un apunte personal, nunca consideré a Le Orme como una banda progresiva. Aunque sí sinfónica.  En realidad, se parecían más a un grupo de pop rock folk melódico, que a otra cosa. Incluso sus primeros discos, incluso en mi opinión el “excesivamente valorado” “Felona e Sorona” está en realidad muy apartado de lo que hacía la PFM o Banco Ya lo dije en su momento. No hay fuegos artificiales ni invasiones bárbaras en su forma de componer. Todo son canciones. Muy bien arregladas, muy bellas, con aditamentos precisos y elegantes, pero canciones al fin y al cabo, sin excesivos desarrollos instrumentales que sí, en ese caso contrario, habrían conseguido la estrella michelin prog. Es lo que hay. En Italia el concepto de rock progresivo tiene tantas o más variantes que en el resto del mundo. Probablemente más, porque ellos tienen la tradición del “bel canto”, la música renacentista, el barroco, el cancionero mediterráneo con sus danzas y melodías populares y para colmo fueron los pioneros en muchas de las llamadas músicas futuristas y aleatorias de mediados del siglo XX incluido el jazz y la vanguardia. Hay mucho tomate musical en el país de la Pizza. Un tema reservado a eruditos en la materia que no viene al caso. Le Orme en realidad podrían no estar muy lejos en el efecto emocional de los Moody Blues o La Barclay James Harvest. En concepto global evidentemente porque musicalmente no se parecen en nada. Es pop-rock sinfónico a groso modo y por simplificar.

“L´infinito” me atrevería a decir que encuadra perfectamente con un álbum de rock sinfónico por la pureza de su propuesta. Suenan menos pop-song que antaño Quizá de los más sinfónicos de su discografía. Escuchar a Tagliapietra como siempre es una delicia, su italiano límpido como una gota de agua, su sentido lírico-emocional que solo ellos saben imprimir muy diferente del anglosajón. La música italiana se deja querer ella sola, sin forzar nada. Es pura poesía sonora, lejos de las angustias y el “drama” depresivo más afín a los británicos. El teclista Michele Bon es básicamente el alma mater de la estructura instrumental, muy clásica, hay que decirlo. La guitarra sintetizada nos da la ilusión de una solista real. Andrea Bassato es un excelente compañero al piano, teclados y violín. Repito suenan mucho más sinfónicos incluso que en los mediados setentas. Los teclados en su aspecto de orquestación son fundamentales ahora en Le Orme. 


Podemos oír pianos, órganos, strings, clavicémbalos, sintetizadores y preciosas capas que enriquecen la siempre melódica música de este grupo. Intervenciones de violín novedosas en su estilo y siempre un todo elegante. Todo es como más compacto y enriquecido, más vibrante con más pulso que antaño. Escuchad “Si Piu Immaginaire” para entender lo que digo. El piano solo tiene intervenciones y pasajes preciosos con colchones sinfónicos de teclado que le dan a Le Orme una seriedad superior a otros tiempos: “Il tempio sul lago”, “Canto” y su delicioso sinte. “La Ruota del cielo” sitar en mano y psicodelia de manual con hermosa melodía casi naif. Puro Orme en su faceta más tierna. Preciosos acordes de colchón teclístico y violín casi con olor asiático para hacer que el dibujo nos entre por los ojos como una delicatesen. Ya no sé si tomarme una IPA, un sake o un licor de rosas. “La otra Luna i el Sole” que decir si el título ya lo dice todo. El hammond se proclama con vanidad y el sinte le contesta entre sinfonismos de los de siempre, de los que alegran el corazón. Un cuarteto de cuerdas dejan que Tagliapietra cante los últimos versos y tu alma se relaja en paz. El breve instrumental de dos minutos “Come onde sull océano” podría haber dado unos minutos más de entretenimiento para acabar con la coda sinfónica del álbum. Pero ya nos vale. 


Han grabado un disco más que recomendable y muy bonito aunque el adjetivo siempre se emparente con lo moñas. No es por hacer la puñeta pero estos Le Orme me gustan mucho más que los que forjaron su leyenda. Pero qué habría pasado si en lugar de 2004, esto hubiese aparecido en 1972…nunca se sabe.
Alberto Torró


Temas

1 Il Tuono E La Luce 3:01
2 La Voce Del Silenzio 4:22
3 Shanti 2:43
4 L'Infinito 5:33
5 Si Puo' Immaginare 5:49
6 Il Tempio Sul Lago 3:16
7 Questo È Il Mattino 0:40
8 Canto 4:53
9 La Ruota Del Cielo 5:41
10 Tra La Luna E Il Sole 4:08
11 Come Onde Sull'oceano 2:23
12 L'Infinito (Ripresa) 2:34








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