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Silberbart – 4 Times Sound Razing (1971)
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Entre las puertas insurgentes del Krautrock y las ínfulas primitivas del Hard Rock se manifiesta 4 Times Sound Razinges, un álbum prometedor, de cierta forma cautivante y cargado de una atmosfera acida, densa y oscura.
Una obra inusual debido a su performance corrosiva y a sus cimientos progresivos. Engendrada en pleno furor del "germen" la banda apuesta por el caos y los desplantes progresivos, por lo tanto se aprecian cambios de tiempos, arreglos caóticos, ensoñaciones proto-metal y una bizarra performance vocal, entre gritos, lamentaciones y vociferaciones es que esta obra Hard Prog se avalancha a nosotros. La maquinación de esto es asesino, aplastante y asfixiante. Es una obra que va directo a la yugular sin asco. Hay experimentación y ese ambiente pesado a Krautrock se hace bastante suculento para los que gustan de cosas extremas y ruidosas pero OJO esto no es una obra de caos absoluto, dentro de toda esa maraña sonora hay una tenue armonía que la convierte en una puesta más que sugestiva. No es una obra 100% efectiva, a veces suele caer en atasco fangoso por sus prolongadas ínfulas de Heavy Prog y sus arremetidas posturas de vanguardia (gritos, cambios bruscos y riffs machacantes) que la empalma hacia una dimensión oscura, son 43 minutos de intenso y enfermizo Krautrock pesado.
Esta obra en su día me dejo un sabor agrio en el alma, esperaba una puesta más ligada hacia los linderos más elevados del rock progresivo alemán, pero otra fue mi realidad al chocarme con un muro llamado 4 Times Sound Razinge. Su performance era agobiante y a la vez salvaje, sus aferrados riffs, su desquiciada ejecución vocal, su postura proto-metal, y sus ecos a Krautrock eran un delirio -a veces un poco molesto, a veces un poco cansino- el viaje de este álbum era una inmersión hacia la locura de la "Kosmische Musik" y por ende no era muy bien digerido en su momento, solía escucharlo de vez en cuando, en cada sesión sentía un sabor diferente, había una incertidumbre que siempre nacía pues el álbum tiene un "noseque" que calaba fuerte, al final uno terminaba extasiado y cansado también.
No es un álbum para oírlo muy seguido, este se disfruta mucho mejor cuando se deja reposar por un buen tiempo. Es una obra un poco complicada de oír a primeras por su extenso y denso concepto (Brain brain) sin embargo debo decir que la performance que tiene es bastante sugerente para aquellos que gustan de la heavy psicodelia, el Heavy Prog y el Hard Rock de postura oscura y con tintes de metal temprano. Un álbum de CULTO por los 4 costados. Sin ser una gran maravilla merece una oportunidad, la experiencia de su sombrío arte tiene un poco de gracia. Para mí un álbum de tibia impresión que se aprecia mejor cuando lo pillas fresco y de buenos ánimos.
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Comentarios
I've heard this album compared to the first 2 Alice Cooper albums, which might fit the bizarre and sometimes avant-garde approach of this band. But it's a much wilder and more ear-shattering affair, with a "power trio" utilization of crass volume in a way no other band had done since Blue Cheer's 1968 debut. Hendrix and Cream were MUCH gentler on the ears in comparison;.. the screams on "Brain Brain" sound like they were literally recorded in someone's torture chamber and make most of today's Death Metal vocalists sound bland and unconvincing.
ResponderEliminarA lot of people know that Peter Behrens (here bashing away like some sort of virtuoso octopus) oddly ended up as the ultra minimalist deadpan-faced drummer in the successful NDW-pop band Trio.