Entrada destacada
THE ENID- In the region of the summer stars (1976)
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
A pesar de ser un peso pesado dentro de la disciplina del rock sinfónico con mayúsculas, se constituyó cuando el estilo ya había dado prácticamente todo de sí. Sin embargo su compromiso por la fusión de rock y música clásica es digno de tenerlo en la misma consideración, que el que supuso la innovación en los albores con unos ELP, MOODY BLUES ó PROCOL HARUM.
Su líder Godfrey, antes de encabezar la formación, ya había pertenecido tiempo atrás a otra consagrada banda, BARCLAY JAMES HARVEST, en concreto hasta 1971, en la que su aportación fue considerable. Tras este breve paso comenzó a reclutar músicos para completar su camarilla abanderada tras el nombre del músico. Grabaron un LP en 1974 dejando patente cual era el camino a seguir, ya que se considera el germen de su siguiente proyecto definitivo, THE ENID.
Serán componentes nuevos los que formen parte del nuevo colectivo, y por supuesto Godfrey al frente, un hombre de personalidad marcada, de formación académica intachable, criado en un ambiente clásico inglés que posee unos rasgos faciales que le hacen parecer viejo aún desde su juventud, y que destacó por su habilidad para tocar el piano. Todo ello tendrá mucho que ver en su forma de entender la música dentro del rock y sus composiciones van a estar profundamente afectadas por aspectos ligados a su temperamento.
Este álbum es el primero de una larga trayectoria cuajada de éxitos entre sus seguidores, pero nada que ver con la realidad musical del momento en que se editan. Viven en un mundo paralelo inquebrantable e inmutable a cualquier interacción del exterior. "In the region..." es su despegue y denota su amor por los clásicos del romanticismo. Ya desde los primeros surcos podemos reconocer ecos desgarrados de Rajmáninov al piano que conducen rápidamente a una composición generada bajo escalas arabescas a ritmo rabioso. La complejidad y los cambios de este primer corte recuerdan fuertemente en su concepción a unos GENTLE GIANT inspirados, sonido tenso y reforzado por un halo de tremendismo que impregna todo el disco.
Los parámetros que definen la atmósfera de este trabajo son varios: Tragedia, solemnidad, épica, pomposidad, oscurantismo, todo ello adquiere mayor dimensión cuando aparece el órgano farfisa de Godfrey y orquestación, adquiriendo si cabe aún más fuerza esa ambientación de romanticismo con tintes amargos. Se incluye también sección de metales, órganos eclesiásticos y arreglos muy elaborados en los que el piano tiene mucho que decir. En definitiva se busca la perfección y trascendencia en su sonido que tan bien encaja con esa flema británica que les caracteriza, sin dejar cabos sueltos.
"The lovers" rezuma puro romanticismo de carácter intimista a manos de un piano como único instrumento sobre una tenue textura sintetizada, "Death, the reaper" nos transmite solemnidad y épica construyendo una atmósfera catastrofista, "The devil" retoma nuevamente ese aire a lo GENTLE GIANT, plagado de efectos, arreglos y cambios múltiples en su creación. Dándole la vuelta al vinilo encontramos "The sun" nuevamente intimista y bucólico en sus inicios nos conduce finalmente a un base de corte marcial, con intervención importante de metales y guitarra con explosión final de timbales y platillos en línea con el gusto de Strauss. "The last judgement" es un tema de percusiones y metales que no es sino la antesala de su homónimo "In the region of summers stars" su tema estrella y más interesante desde el punto de vista del amante al rock sinfónico, es el de más larga duración con momentos espectaculares.
Música desarrollada únicamente en el plano instrumental, que contiene una guitarra muy influenciada por la de Steve Hackett y comparten semejanzas con combos como RENAISSANCE, GENTLE GIANT e incluso GENESIS, donde conviven momentos enérgicos y explosivos junto a ambientes ensimismantes y relajados.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
The Enid fue un rara avis de los 70,s a contracorriente de todo. El más sinfónico de los sinfónicos del progresivo. Un proyecto valiente, único y honesto condenado al ostracismo. Gracias por hablar de ellos.
ResponderEliminar