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FRAGILE - Golden Fragments (2020)
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Para la mayoría del entorno musical el 2020 y 2021 fueron años pandémicos catastróficos. Adiós conciertos y eventos culturales. Sin embargo, para la gente con poca tolerancia social y tendencias misantrópicas supusieron una tranquilidad de espíritu y una oportunidad de aislarse. Suena paradójico pero que no te dejen salir y te confinen en tu casa es una excusa perfecta para el llamado “ghosting” y decirle al mundo: vete a la mierda. A veces grandes males tienen ciertas ventajas.
Sé que esta pesimista visión no es para nada agradable ni lógicamente compartida por casi nadie, pero puedo asegurar que ese momento de la historia aún con sus desgracias y perdidas en vidas humanas, no fue tan malo para todos. En esos dos años dio tiempo para leer, escribir, dibujar, hacer música, hablar con el gato, filosofar e incluso follar más... (es un decir). Escuchar mucha más música de lo habitual por supuesto y convertir la casa en una cervecería doméstica con reserva de picoteo, así como echarse al cuerpo unos kilos de más y lo mejor de todo: nadie te daba el coñazo con salir y quedar. Paz absoluta y salidas puntuales para lo necesario y sobre todo tiempo para pensar y pasar horas interminables por la red. El parón hizo que muchos discos no saliesen en esos tiempos, pero también que el agobio por saturación de horrores sonoros se calmase.
Rebuscando como siempre en el rio revuelto en busca de algún pez interesante hubo mucho tiempo para “limpiar” y seleccionar músicas “progresivas” que estaban a punto de reventar la presa y ocupar tiempo inútil. Yo no he sido nunca partidario de la “saturación” en nada, y aún así, siempre sobra algo. Si además piensas en el tiempo cada vez menor de lo que nos queda de vida, creo que lo sensato es saber emplearlo en cosas útiles cada vez más limitadas.
Fragile originarios de Frankfurt fue, o es… lo desconozco ya, una banda de un par de álbumes que optaron por ser una especie de tributo musical a Yes haciendo su propia música en el estilo y estructuras de la famosa banda británica. El punto inicial del proyecto giraba en torno a la ya legendaria vocalista Claire Hamill que antaño apareció en discos de Jon Anderson y Steve Howe. La personal voz de Claire tiene un pasado folkie y podría haber sido una de las grandes damas del sinfónico prog de haber encontrado los músicos adecuados para una banda propia así que encontrarla por casualidad en un par de grabaciones del siglo que nos ocupa es cuando menos una peculiaridad que los amantes recalcitrantes del estilo no podemos dejar pasar.
Como digo “Golden Fragments” fue el primer Cd de esta banda alemana y puedes perder horas en escucharlo con atención. Siete temas muy elaborados y ricos en especias sonoras e instrumentales que afortunadamente no son un clon de Howe y cía aunque se nota que el guitarrista Oliver Day le ha metido horas de escucha. El teclista Max Hunt nada tiene que ver con el inconfundible estilo de Wakeman y su trabajo es más personal. Evidentemente la bonita voz femenina es clave en este proyecto. Sin ser un disco deslumbrante, creo que le falta una mejor producción de sonido, tiene la suficiente calidad compositiva para agradar las exigencias que a veces reconozco excesivas de los pacientes patológicos del prog clásico que rara vez bajan la guardia.
Alberto Torró
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