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Saint Steven - Over the Hills (1969)

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 Hubo un tiempo en que este disco era casi un fantasma. Over the Hills / The Bastich vivía en la memoria de unos pocos iniciados, en las colecciones de vinilo polvorientas y en susurros entre cazadores de rarezas. Se hablaba de él como de un conjuro de otra era: el sonido de Boston en 1969, nacido en medio de disturbios, funerales nacionales y un país que ardía por dentro. Mientras la televisión escupía imágenes de la Guerra de Vietnam y las noticias seguían sangrando por el asesinato de Robert Kennedy, Steven Cataldo —ex miembro de Ultimate Spinach— decidió armar su propia bomba sonora. El resultado fue este artefacto atómico: un álbum que mezcla rock afilado con fragmentos de noticieros, creando una especie de collage sónico que captura la paranoia y la electricidad de la época. Durante años se creyó perdido, como si hubiera sido tragado por el mismo agujero negro que devoró tantas cintas maestras de finales de los sesenta. Pero el destino es caprichoso, y Eclectic Discs, tras un...

THE GODS - Genesis (1968)

 Con un álbum concebido a base de temas cortos para lo que se entiende en el mundo del rock progresivo, arranca su andadura un grupo cuyo bagaje se remite a un par de Lp's aunque su trascendencia es más dilatada, ya que en sus filas contaban con músicos que portaban la semilla que dará lugar a formaciones míticas y bien reconocidas como son hoy todavía URIAH HEEP, con Hensley y Kerslake un poco después; y JETHRO TULL que contará en sus inicios con Glascock.



THE GODS son una banda que con claras reminiscencias de otras influyentes (MANFRED MANN & EARTH BAND, MOODY BLUES, VANILLA FUDGE), redundan en un sonido que adoptan todos aquellos que quieren abrir sus fronteras hacia armonías y búsqueda de nuevos sonidos. Con un progresivo primitivo, conocido como proto-prog, sus composiciones se mueven dentro de nuevas aventuras todavía muy marcadas por la psicodelia candente, los acordes del órgano que se proyectan con mucha fuerza y un pop rock británico que ya no está en auge pero sigue al frente, caracterizado por los juegos y las armonías vocales.

Músicas directa, sin pretenciosidad, sin apenas arreglos, sencilla, construida mayoritariamente sobre una tupida capa del órgano de Hensley que tiene un peso especifico absoluto y que responde ante el reto de crear el cuerpo de las melodías con pocos acordes. Las guitarras quedan relegadas en algunos de los tracks , pero cuando aparecen lo hacen con energía,  arranques ácidos muy al estilo de HENDRIX.

La voz principal al estilo de David Byron nos hace pensar todavía más en la banda que llegará después, con el mismo tono de voz y el barroquismo clásico de Byron. Todos los componentes ponen a disposición la voz de tal forma que las armonías que arropan a la principal y el pop rock "Sergeant Peepers....." que se deja escuchar, nos recordará a BEATLES en su afán por crecer musicalmente.



Disco muy abierto, desenfadado,  que en la segunda cara presenta algún tema más trabajado que el resto, más duro, pero donde la tónica no es un sonido pesado, sino vivo y esencialmente auténtico.

La anécdota es la intro que todos los temas contienen y que hace referencia a efectos psicodélicos uniendo un corte con el siguiente.

Juan Carlos Rustarazo



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