No soy muy proclive al prog moderno, aunque reconozco que a veces hay cosas interesantes. Una de las peculiaridades del estilo es que con los años se ha ido abriendo cada vez más por cauces más variados, eso que llamamos ecléctico que bien puede acabar en un puzzle indefinido o en un nuevo resultado de la química sonora. Como ya dije la semana pasada en los tiempos distópicos y desagradables que por desgracia nos tocan vivir, es fácil encontrarnos con músicas que así lo reflejan. Cada vez la música es más áspera y más infeliz y uno que contempla la degradación humana a diario y el camino hacia la locura que tanto por la política deshumanizada del negocio y poder, así como por la disminución de inteligencia global y aumento de la maldad en el planeta se da cuenta que ya no hay vuelta atrás. Cada día será peor que el anterior, bien sea por el clima y cambios naturales o por guerras en todos los frentes. No me toca decir a mí si la inteligencia artificial será algo mejor o peo...
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Earl Hooker – The Moon Is Rising (1968)
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Siendo apenas un niño llego a Chicago, atrás había dejado junto a su familia la crisis del 29 que su querido Clarksdale no pudo contener y la ciudad de Capone abrigaría el anhelado sueño americano de los Hooker .
Su lugar de residencia el West Side ; las calles del famoso barrio serian testigo del andar de Earl con la guitarra antes que la mismísima escuela ,tan evadida por el adolescente .
En las mismas un día conoció a Robert Nighthawk,el legendario bluesman, uno de los primeros en electrificarse se convertiría en mentor y con trece años empezó las infinitas escapadas al Mississippi en busca de influencias hasta que la tuberculosis que de tanto en tanto lo afectaba lo hacia regresar a la casa familiar.
De personalidad modesta ,su elegante forma de tocar contrarrestaba su tartamudez , una herencia familiar que su primo John Lee pudo superar, al ritmo de pedales con efecto wah-wah y un dominante slide guitar.
Supo rodearse de glorias como Ike Turner,Sonny Boy Williamson y Junior Wells dejando plasmado un par de obras imprescindibles en el blues de los sesenta, quizás su mejor época .
Wells en mas de una oportunidad se refería a el diciendo "no sabía leer, no sabía escribir, pero su música lo decía todo". Buddy Guy llego a dormir con un slide de Hooker abajo de su almohada para tratar de amanecer con algo del maestro .La misma enfermedad que lo tuvo a maltraer de pequeño se lo llevo a mediados de abril del 70 contando tan solo con cuarenta años .The Moon Is Rising es uno de sus tres discos esenciales para que aprecien la obra y técnica de este extraordinario bluesman adquirida en los callejones del Chicago Negro.
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