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LOS ESTANQUES - IV (2020/ Inbophonic)

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 Creo recordar que ya tuvimos por aquí a Crayolaser como sinónimo de originalidad dadaísta y estupendo-desconcertante álbum. De allí saldría Iñigo Bregel (voz, teclados, guitarra) y se juntarla con otra panda de vulcanianos, ahora desde Madrid, dando forma a Los Estanques. En 2017 editaron su primer pecado contra la realidad, "Contiene Percal". "II" y "Los Estanques" le siguieron, siendo aclamados como los nuevos Marx Bros del pop psych & prog surrealista.  En el Año Oficial de las Idas de Bolo, 2020, editaron "IV". Y claro, estaban en forma, para tan alocados días.  "No hay vuelta atrás" atrae recuerdos del rock arg spinettiano, en mi "molesta" opinión. Fernando Bolado sujeta riendas de bajo imperante junto a una batería sorpresiva, la de Andrea Conti. Mientras que ésa sibilina wah wah funk del guitarrista Germán Herrero construye un armazón donde una brass section se adueña de un excelente feeling zappero. Bregel canta

FANTASIA - Fantasia (1975)

 Anteriormente llamados ST. MARCUS BLUES BAND decidieron dar un cambio radical a su rumbo tomando una senda más experimental, y para ello lo primero fue cambiar su nombre por el de FANTASIA, nada que ver con lo anterior, tal vez lo que buscaban, pero el caso es que estamos ante una de las pocas bandas, por no decir la única, al menos que yo conozca, cuya procedencia es Finlandia, el país escandinavo más unido a la antigua Unión Soviética.



 Hit-hat records, un pequeño sello, se hizo cargo de la grabación de este Lp que hoy presento. Su acogida no fue mala, aunque hay que tener en cuenta que el escenario finlandés y la esfera que lo rodeaba no hicieron mucho por ayudar de forma que no apareció en países democráticos hasta tiempo después. A finales de los 70 la discográfica, viendo lo que se venía encima desistió en volver a grabar un nuevo álbum con la banda, el progresivo ya no vendía y no estaban dispuestos a apostar nuevamente por ellos. Otro grupo se habría resistido ante las adversidades intentándolo por otra vía, pero Finlandia no debía de albergar muchas alternativas y sin más decidieron deshacer la formación, dejando como única muestra de su 'saber hacer' éste huérfano Lp.  La tendencia musical es el progresivo con elementos sinfónicos e incursiones dentro del jazz.

Su mayor despliegue fue realizado en un tour a través de varias ciudades de Rusia donde darían a conocer el homónimo Fantasia cantando en finlandés, que curiosamente no suena nada mal, con un estilo de rock muy cercano al realizado por bandas vecinas suecas, recordando mucho a KAIPA en el uso de los teclados y también muy influenciados por formaciones alemanas de krautrock, conteniendo una guitarra solista realmente ingeniosa que crea desarrollos de gran originalidad, siempre intentando ser diferente en su sonido, de carácter intenso, limpio y elegante, siempre a volumen muy prudente, sin apenas rasgueados, punteada, tocando incluso los armónicos. Es la encargada de dar peso y cuerpo con todo tipo de rítmica, efectos, pedales, etc con un aire a Roine Stolt de KAIPA, y generando unos entrecruzados deliciosos con el acompañamiento de guitarra de Helantie. Se producen buenas combinaciones de la sección rítmica bajo-batería brindándonos en alguna ocasión excelentes 'grooves', los teclados también a cargo de Helantie son capaces de atrapar la esencia crimsoniana en atmósferas pobladas de intriga e impresiones oníricas donde a lo lejos creemos reconocer los devaneos de un Robert Fripp.

 Las composiciones tienen algo de ingenuo y sobre todo dosis de naturalidad. Un producto nada edulcorado donde da la impresión de que la producción no puso grandes trabas y la grabación se hizo bajo un espíritu sano y libre, traduciéndose en una música sobria, desprovista de grandes arreglos, sin fuegos artificiales centrados en crear un bloque atractivo a partir de los instrumentos fundamentales, aunque llegaremos a escuchar en intervenciones breves violín y clarinete y hasta guitarra española. 



Un disco que presenta uniformidad en los cortes mayoritariamente donde no se aprecian grandes contrastes, fases diferenciadas ni tampoco un patrón de inicio - trama y desenlace, topándonos muchas veces con un final inesperado o más bien habría que matizar con un final que no lo es, es decir ponen punto final a la altura que les parece conveniente y ya está, ese es uno de sus puntos débiles. Tal vez por eso la guitarra constantemente pretende refrescar con elementos que creen impacto, para evitar la monotonía, algo que consigue bastante bien. Las voces tampoco ayudan mucho, aportando más bien rigidez y frialdad, como suele ocurrir en estos grupos del norte, equilibrándose con calidez en las intervenciones de guitarra.

Juan Carlos Rustarazo



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