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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

LUIGI ANA DA BOYS - Feelin the ceiling (1978-2024/ SOMMOR-GUERSSEN)

 Hablar de ésta olvidada banda de Leeds es hacerlo de su motor impulsor, Duncan McFarlane (guitarra, voz). Hombre de buen gusto rock & folk, que queda plasmado en todo lo que escribe, desde 1974. En 1976 forma una "school band" que irá creciendo, llamada LAB (ensayaban en los bajos de un laboratorio). Pronto será Luigi Ana Da Boys, aprovechando las iniciales.



En el 78 se pagan un álbum,  éste,  que graban en 16 horas sin ni siquiera portada porque la pasta no llegaba para más. Además de McFarlane, estaban Geoff Taylor (guitarra), Dave Roberts (bajo, voz) y Rob Steeles (batería). Derek Deegan hizo un magnífico trabajo a los controles en los humildes Petal Studios. De aquí surgió éste otro "Live at Leeds" grabado entre cuatro paredes, pero con la banda en vivo. Quizá no con Who en mente, pero sí con Wishbone Ash (la "W" perdura). Claramente el equipo en doble-guitarra melódica era la parte fundamental de éste combo de curioso nombre. Llegarán a cambiar ésa estrategia con ayuda de teclados. Pero ése no era su sonido, y en 1980 el proyecto había terminado. Justo cuando empezaba lo bueno. Error garrafal fue dejarlo justo por entonces.

Retomarán en el nuevo siglo, con el original sonido, y ahí siguen con grabaciones y bolos esporádicos. Quedó de entonces para el recuerdo, las 1000 copias de "Feeling the Ceiling". Que ahora se reedita.

"Horror Suite" (11'00) lo inauguraba con la claridad y fuerza que los propios Wishbone Ash ponían en "Pilgrimage", "Argus" o cualquiera de sus obras por entonces. La sección rítmica contribuye a ésas melodías,  con un bajo procesado por pedal y un firme ritmo a la vez que elástico. Advierto reminiscencias Camel también,  lo que lo hace una golosina para amantes de la guitarra tocada con gusto impecable. Y hay dos. Es un instrumental que te hace querer a ésta banda al primer golpe de oído. Otro punto de interés es la voz de McFarlane. Inmediatamente se asocia con la de Richard Sinclair (quizá confluyen en gustos folk). Así que,  resumiendo, suenan como si Wishbone Ash fueran Caravan, en muchos momentos. Que no está nada mal la idea. Eso y hacerlo en los mid-70s, le da un plus de autenticidad deliciosa. Y en "Turn and Walk Away" (7'03) se comprende lo dicho a la perfección.  Las cabalgadas eléctricas a modo de jigas irlandesas, con Thin Lizzy en mente, surten el efecto deseado. "Jigalo" (2'05) tiene ése punto "Black Rose" pre-NWOBHM tan característico.......que no lo esperaron lo suficiente. 

"The End of Some are Cold" (5'13) vuelve a territorios "zona de confort", donde hasta Andy Powell los felicitó.  Puro Wishbone Ash de impoluta ejecución y composición. Material pub rock espléndido,  del que alguien tendrá imborrable recuerdo. Y el disco original!

Dale la vuelta para escuchar "Suck it and See" (4'30), donde se vuelve a apreciar que Andy Latimer también ejercía influencia grande en LAB.Toda la banda es un impecable ejemplo del mejor british hard prog.

"The Last Supper" (6'15) adelanta sonido de Praying Mantis, Def Leppard o Chevy. Proto-NWOBHM que de haber seguido, pudieron meter cabeza en ésa juerga con total justicia. Vuelve el jig-hard con "Feeling the Ceiling" (13'05), en un instrumental que va de Horslips a primeros Iron Maiden. Con sus cambios prog, y su bajo solista. Todo está ahí. 

El final tira a Camel con "J'Accuse" (7'10), - Dave Roberts canta más Latimer, con los "coros Sinclair" de McFarlane-. Todo se queda en casa.



Suena magníficamente familiar, pero nunca lo habías oído. La magia del rescate cuando se tiene buen gusto. Y Sommor/Guerssen van sobrados.

Otra joya felizmente recuperada.

J.J. IGLESIAS



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