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Sameti – Sameti (1972)

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 Volver a retomar aquella senda me ha costado, siento que el tiempo se ha ido de mis manos y que aquellos días mozos están más lejos de lo que puedo recordar,  el sabor agrio de este álbum mezcla de krautrock, Jazz/fusión y un “noséqué” me deja corto, tanto tiempo ha pasado desde la última vez que me senté a escucharlo que los recuerdos de este casi no existen, se han perdido en aquella vieja habitación.  Volver a él ha sido duro, ¡DURISIMO!,  retornar  a la senda,  llevarlo a la vida -así lo he sentido-, sentarme a escucharlo de cabo a rabo y luego llevarlo al día a día, es decir  curtirme de su sonido, de lo que plasma , y alcanzar el punto máximo para decir “QUE GRAN DISCO” es poco. Pude digerir el álbum y he podido sacarle el jugo, pero el camino ha sido algo trunco, es una obra que peca con algunas cosas, falla en otras y  consigue aciertos, es algo irregular, al menos para mi gusto no cubre esa cuota que suelo buscar en una banda de naturaleza Krautrock.  Pero OJO eso no signific

CONSORZIO ACQUA POTABILE - Coraggio e Mistero (2016)

El último trabajo del consorcio es en términos generales bastante reciente a juzgar por el tiempo que se toman entre uno y otro. En esta ocasión han incorporado al veterano Alvaro Fella, cantante de otro clásico grupo del RPI como fueron “Jumbo” y que grabaron sus mejores trabajos entre 1972 y 73. 


Lo primero que sorprende en el inicio del nuevo disco de CAP es una agresividad rockera nada habitual en ellos y ello se debe en parte a la voz dura y rasgada del tal Alvaro “Jumbo”. Ahora son una generosa banda de 11 miembros chica incluida: Silvia Carpo a la voz ocasional y flautas medievales e incluso un tercer teclista como Sergio Conte. Por teclistas que no sea. Si por mi fuese yo haría una banda con 12 teclistas, cuatro guitarristas, dos bajos, tres baterías, dos percusionistas, coral femenino y gran orquesta sinfónica con composiciones enormes y complejas y ¡que vivan los excesos… jejeje!. Nadie nos contrataría como es lógico.  

Al parecer este jugoso trabajo que se acerca a los 88 mtos está editado en versión vinilo (triple por lo menos) Piezas de 9, 12, 14, 21 mtos etc. Es decir, bendita grandilocuencia sinfónica. Pero… si en los tres primeros discos de CAP encontramos cierta ternura y felicidad sonora ahora el grueso del ejército se ha alimentado de mayor índice de proteínas y colesterol. La voz de Alvaro es demasiado agresiva para este tipo de música. No digo que sea mala, simplemente no pega. Pero también es probable que a muchos os guste mucho más este disco que los anteriores. Lo que ganan en potencia lo pierden en fluidez y encanto melódico, pero naturalmente todo está tocado con la técnica y la calidad que siempre les ha precedido. 

No sé por qué aquí me suenan algo a los Jethro Tull y a los grupos hard folk célticos. Las líneas de guitarra se han endurecido de manera evidente y hay más contundencia rítmica. La temática sigue siendo medieval pero han cambiado la épica, las historias principescas y las hermosas damas de vaporosos vestidos por la plebe tabernaria y el fuerte olor a humanidad enfermiza propia del medievo. Cierto es qué, aunque sus historias ya no vengan de la “casta” y de los juglares, la riqueza en la composición y las variaciones argumentales no están ausentes del todo, pero cada vez que el cantante aparece en escena, que es casi siempre, agradecería que antes se aliviase en el wc o tomase alguna pastilla mentolada para aliviar la garganta. Es curioso lo que influye la voz en el progresivo sinfónico. Lo hablábamos no hace mucho con Juan Carlos Miñana. Es un estilo que exige ciertas cualidades y puede arruinar una buena música o quizás influenciarla hacia un lado u otro dependiendo de la cadencia y la forma en que se emplee. En este caso al ser composiciones bastante largas hay muchas partes instrumentales que le dan cuerpo al asunto y hay estupendas partes de teclado y cambios a porrillo desde luego, pero a mí me da constantemente la impresión de estar escuchando un grupo muy diferente a los tres primeros CAP.


 Soy consciente que a nivel general atrae y gusta más la potencia rock que las ñoñerías líricas y por eso este disco va a gustar probablemente más que los anteriores. Dentro de la familia sinfónica estamos muchas ramificaciones. No es lo mismo Kansas que The Enid por poner ejemplos paradigmáticos y con eso me entendéis todos perfectamente.
Alberto Torró








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