Entrada destacada

Groovector - Ultramarine (2000)

Imagen
 Evidentemente la portada de este disco es un claro guiño a las tubulares oldfianas, que aquí por simpático capricho son dos grifos retorcidos. Es cierto también que mucha música de Mike Oldfield en alto porcentaje pasados los años 70´s y con alguna excepción de piezas sueltas es tan aburrida como escuchar el agua que sale del lavabo y muchas veces con residuos de agua sucia amarronada. El sonido Oldfield dentro del rock progresivo es un punto y aparte lleno de antagonismos. Unas veces genialidades, otras un aburrido rugir de tripas bucólicas de new age. Ha habido de todo en un estilo en sí mismo, como lo es el de este señor. Culpable muchas veces de que exista la nueva era y el sonido new age.  La música tiene muchos objetivos: cabrearte, excitarte, ponerte nervioso, maravillarte, emocionarte, hundirte en la miseria, deprimirte y lo peor de todo ello que es aburrirte. Nada es peor que el aburrimiento en música. El famoso británico nacido en Reading si mal no recuerdo ha tenid...

LE TOUR DE FORCE - Le Tour de Force (2024/ LTDF)

 Hay que estar muy seguro de lo que has grabado para presentar tu primer trabajo a todo un Bill Bruford. Ocurrió en un reciente prog festival (de los de verdad). En donde también estuvo, entre otros, David Cross Band.



Pero Fernando de la Figuera (guitarras y strings), lo tuvo claro. Joven músico con tradición familiar de artistas y creadores, pone en marcha su Le Tour de Force. Junto a Fran Gazol (batería,  percusiones) y Martín Gros (bajo).

Aclaran que "el disco es experimental pero estructuralmente claro, virtuoso pero conciso, diferente pero divertido". No les falta razón. A éste irreductible admirador de King Crimson no se le escapa una. Vienen pisando fuerte, desde Zaragoza, mi city.

Y abren fuego con "Radical" (5'21), donde la álgebra rítmica  se fusiona con combinados arpegiados de indudable escuela Fripp. Adaptada a sus planes como lo hicieran maravillosos freaks del tipo Animals as Leaders. Suben en lento crescendo que busca sensaciones fuertes, que no gratuitas, y para ello construyen un andamiaje de sólida instrumentación grupal. Llena de polirritmias y endiabladas emboscadas guitarrísticas.

Mimetizan guitar-synth para "Planet 503" (8'57), gustan de métricas gimnásticas, que sin embargo no avasallan. Melodías sinuosas y adornos rítmicos minuciosos. Todo cuidado hasta la obsesión.  Esencias Crimson mid-70s de idéntica efectividad. Suben la tensión instrumental hasta límites del Steve Vai más piro-técnico. Tal cual. Y esto acaba de empezar.

"The Genesis of the Seven Tides" (7'16) nos revela el amplio, inmenso  y rico universo sonoro Le Tour de Force. Por similares influencias, a veces parecen los tremendos Don Caballero. Pioneros americanos del math rock, si no lo fueron antes sus inventores, los King Crimson del "Red". Los solos son pura composición,  cada nota es un paso y una estrategia. Incluyen guiño hendrixiano en el menú. Esto es rotundo, señores.



Y como si los actuales Beat se hubieran puesto a componer nuevo material inédito,  emulando la cosecha crimsoniana 80s, "Inconsciencias" (11'40) ataca por ése flanco sin ningún complejo, con "disciplina" de Legión Romana. Las ideas rebosan el tarro mental, y el bombardeo de sensaciones-cambios rítmico-melódicos es intenso, constante e implacable. Bendita inconsciencia, pues. La grabación es limpia y nítida, por encima de la media. Y en ello Chechu Martínez  y Javier Roldón se han aplicado a fondo. Menudos son. Cada elemento de éste tridente killer, se escucha en sus propios devaneos a la perfección.  La catarsis resulta aquí abrumadora.

Para descansar un poco, "Daydreaming" (9'28) lleva un inicio de aparente respiro. Que trae símiles con el más melódico math japonés (Kyojaku, Toe, Tricot, Totorro.....), y un bonito entramado de positividad. Se ve luz al final del túnel.  Precioso corte, con un trabajo de composición titánico.

"Psyco-Jungle" (5'28) nos devuelve a sus pesadillas y desquicies instru-mentales. Que aquí llegan al hard rock científico y a la quema de barcos shredder, pero con talento e inteligencia.  Agotador ejercicio cerebral..... Como todo placer extremo. 

Rematan la faena con "Penguins" (7'36) casi con subliminal sabor flamenco en su inicio, que muta en una especie de marcha militar a por la invasión de Polonia, (no me cabe duda de ésto!). Colosal exhibición de técnica sin perder corazón ni alma. Música pura. Que ofrece el broche de oro a uno de los mejores discos progresivos nacionales del año.



Dice Ross Russell en "Bird", biografía de Charlie Parker, (que leo ahora mismo),  a propósito de sus comienzos en la orquesta de Jay McShann:

"El tono de Parker tiende a tocar demasiadas notas, pero su continua búsqueda de ideas y la consistencia con que las encuentra, compensan ampliamente lo que podría ser fácilmente tomado como una debilidad".

Obviamente Fernando no es, (todavía), Charlie Parker. Pero el texto se ajusta muy bien a éste monstruoso debut.

Y a Bruford seguro que le ha encantado.

J.J. IGLESIAS



¿Te gustó el artículo? No te pierdas de los próximos artículos 



Vuestros comentarios son nuestra energía











Comentarios

  1. Wow!
    Con críticas como esta, no hace falta ni desayunar para arrancar el día 😃🥳🥳

    De verdad que me alegra que haya gustado tanto, por aquí en las filas del grupo andamos absolutamente emocionados con el recibimiento.

    ResponderEliminar
  2. Wow!
    Con críticas como esta, no hace falta ni desayunar para arrancar el día 😃🥳🥳

    De verdad que me alegra que haya gustado tanto, por aquí en las filas del grupo andamos absolutamente emocionados con el recibimiento.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario