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OPUS SYMBIOSIS - Fata Morgana (2020)

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Este 2025 no promete nada bueno. Todas las distopías tanto imaginables como inimaginables es posible que se cumplan. Los mayores hemos llegado a un punto de indiferencia tanto por cansancio como por aburrimiento. Por ver como todo lo malo se repite una y otra vez cual perpetuum mobile.  Como si de un chiste malo se tratase no aprendemos nada y lo peor es que no queremos aprender. Si Zappa volviese a este mundo y viese a Trump y a Elon Musk dirigiendo en cuatro días próximos el sistema global como si fuese el club de la comedia no daría crédito. Millonarios tecnológicos e influencers de redes sociales dirigiendo el mundo hacia la dictadura de la estupidez y la crueldad. Si vas a tener hijos piénsatelo seriamente y medita si ya merece la pena seguir reproduciéndonos.  El hada Morgana y sus visiones engañosas y espejismos han conseguido hacer de este mundo la mentira más burda y el mayor horror que podamos imaginar. Incluso refugiarse hoy en la música es casi un acto de misericor...

The Chantays – Pipeline (1963)

 Con el equipo de reverberación del por entonces ídolo de jóvenes surf Dick Dale, The Chantays, que se habían formado en el 61, grabaron dos años después una carta de presentación en formato sencillo que se convertiría en su bandera para los restos, al igual que en uno de los instrumentales de tabla y olas más revisados de la historia de esta interesante escena. El punteo en doble stacatto se convirtió pronto en seña de identidad de decenas de grupos norteamericanos vinculados con la playa y con las sandalias de suela recubierta por neumático de automóvil.



Lo curioso de todo esto, y realmente representativo de ese Pipeline que venía precedido por el single de igual título, es que The Chantays abrían un número importante de sus desarrollos musicales con este arreglo efectista: teniendo el reverb a punto, las Fender Stratocaster calientes y la técnica de púa y contrapúa –o movimiento que frota la cuerda de la guitarra de arriba a abajo para de seguido continuar de abajo a arriba– dominada, se desliza la mano izquierda por los trastes como si de un barrido se tratase mientras se tocan estas repeticiones. Cuando salió la creación como elemento solitario sorprendió por su buena asimilación del estilo implantado por el líder de los Del-tones, el problema es que los de Santa Ana recurrían al mismo gancho para iniciar “Tragic Wind”, “Runaway” –la versión del hit grabado por Del Shannon y que llegó el número uno del Billboard Hot 100 en la primavera de 1961– o el “Riders In The Sky” que en el 48 compusiese Stan Jones con el título completo de “(Ghost) Riders In The Sky: A Cowboy Legend”. Gentileza de Brian Carma.



En “Last Night” cambiaban el saxo de la original por las teclas de Rob Marshall, no muy dado a los excesos en la línea musical. “Banzai” era rock & roll tradicional con la pizca ideal de surf para llegar a los adolescentes de pelo oxigenado. Para su segundo larga duración Two Side Of The Chantays, y viendo en sus últimos estertores a un género que regresaría con otras formas en décadas venideras, el quinteto mezcla entonces instrumentales con creaciones vocales orientadas al r&b o deudoras de la estela dejada por Buddy Holly.

por Sergio Guillén Barrantes




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