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PRESTO BALLET - Dreamentia (2025 / Rat Pak)

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 El caso de Kurt Vanderhoof es especialmente único. Viniendo de los USA thrashers 80s, Metal Church, sabe perfectamente  cómo discernir y separar su otro gran amor, el classic prog rock. No todos saben. La mayoría caerían en la fácil trampa del metal pro-agresivo. Con los años, he llegado a la conclusión de que es metal de calidad, con algún elemento prog. Dependiendo bandas. Pero no pura sangres. Presto Ballet es un instrumento eficaz para su dueño, desde el 2005. Veinte años después,  "Dreamentia" es su sexto álbum.  En los 70 había bandas que podían editar más de 10 discos en una década. El ritmo productivo ha bajado porque son otros (jodidos) tiempos. Nunca ha bajado el listón éste grupo. Que se mueve entre el hard prog y el pomp, como pez en el agua. A la guitarra de Vanderhoof, poco solista pero muy, muy rítmica,  se le suma en protagonismo la voz de Scott Albright, (a veces con Savatage).  Los teclados de Kerry Shacklett tampoco dejan indiferente, si...

Jean Hoyoux – Planètes (1981/ CRETS)

 Misterioso sintetista belga del que poco se sabe. Inició carrera discográfica con éste doble álbum para CRETS ("Centre de Recherche et d'Etudes"), en los primeros 80. Tuvo continuación con "III Hymne" para el mismo sello en 1985. Luego le pierdo la pista. Si bien he visto obras pictóricas de un tal Jean Hoyoux que muy bien podría ser él. 



Un profundo trabajo electrónico, "Planetes", que en su edición doble original ronda ya los 400 pavos. Está reeditado.

Iniciaba la aventura cósmica  con "Les Saturnales" (12'51) en pura fantasmagoría kosmische de etérea analogía FM y corales sintéticos del más allá.  Símiles con el primer Florián Fricke pueden ser adecuados. Plasma con fidelidad el misticismo universal y su inmensa grandeza en ése tremendo interrogante que es...."todo ésto". El órgano imprime majestuosidad, que es de lo que se trata en éste conceptualismo cósmico. Mágico minimalismo ambiental de innegable a veces, sabor a Library Music, en su más acertada descripción. 

"Zeus" (9'44) se presenta muy kraut en su modalidad más cosmic. Entre Wolfgang Duren o Eroc. Con portales sinfonizantes y melodías naif de sintetizador solista, (hechas con toda la intención), a lo Conrad Schnitzler.

Y hablando del ex-Tangerine Dream, en "La Marssivité" (7'56) encontramos estratégicos parecidos,  con pinceladas de Irmin Schmidt (ése pseudo-tango...) o Hans-Joachim Roedelius. De ingeniosa elección de sonidos y con conexiones con las primeras obras electrónicas de los 60. Muy original y detallista. Volvemos a la introspectiva espacial casi sacra, (procede), para "La Blancheur Ouverture" (10'15) en la línea de la inicial "Les Saturnales" :Musique Planante en su más pura expresión.  La sombra de Klaus Schulze es pronunciada en ésa melodía. 

Pasamos al segundo disco con "Ballade A Venus" (8'18), en otro bello onirismo levitatorio delicado y de fragilidad melódica intensa. Una irresistible mezcla de Kitaro, Deuter, Wolfgang Riechmann o Isao Tomita. Un muy bonito paseo sideral. De Venus a Mercurio con "Le Mercurial" (14'16), de exploración sonora dadaista y ensayo a la Cluster. El Solina o el Crumar de cuerdas se muestra esplendoroso y muy visitado en todo el álbum. Hoyoux demuestra no necesitar un gran despliegue en equipamiento teclístico para plasmar su alta creatividad. 



La cara D está íntegramente dedicada para "L' Hymne Au Soleil" (23'48). Una suite en oda al astro rey con referencias cercanas a Jean Guillou, Pierre Henry, Arnold Schoenberg o Igor Stravinsky. Grandioso.

J.J. IGLESIAS



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