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El glam rock de Nueva Zelanda, Japón y Canadá. Una historia diferente en tres retratos concretos
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De una u otra manera, y en uno u otro momento, el movimiento glam manchó las escenas musicales de casi todos los países a lo largo del globo terráqueo. Bien es cierto que Inglaterra marcó un imperio glitter, seguida muy de cerca por unas hordas yanquis que lo mismo le daban a los remaches multicolores y brillantes como a la imagen sonora avant-garde. En Renacer Eléctrico, por medio de análisis o artículos, hemos visto representaciones variopintas que pusieron su plataforma en otras ciudades del mundo. Aun así, y aunque ya se han repartido las cartas iniciales en la timba de la sorpresa primera de los 70, todavía hay espacio para tres extraños en la noche. Un trío de agrupaciones que desde Nueva Zelanda, Japón y Canadá representaron a su manera el glam rock.
A finales de la década de los 70 en Nueva Zelanda no se habla de otra cosa que no fueran los espectáculos de Split Enz. Con centro de operaciones en Auckland, estos universitarios tomaron la imagen de los arlequines tradicionalistas para pergeñarse curiosos maquillajes y trajes de chaqueta. Lo suyo era un mundo en blanco y negro. Tim Finn, Phil Judd, Noel Crombie, Mike Chunn y Robert Gillies fundan el proyecto en el 71 como Split Ends, nombre que con el derivado en pronunciación terminaría mutando por el finalmente conocido. Su proyección artística igualmente alcanzó a Australia, país en el que Tim y su hermano Neil Finn terminarían siendo adoptados en los años 80. Pero antes hay que centrarse en una maduración en barrica progresiva que caracterizó sus comienzos. El rock experimental se adueñó de ellos, mutándoles poco a poco en favor de una vanguardia más sincera con alharacas punk insospechadas (sus ropajes pasaron a convertirse en clonaciones de los del Bowie más gangster en pleno carnaval multicolor).
Neil fue contratado en el 77, cuando la imagen de la nueva ola pretendía convertirse en realidad. En la recta final jugaron con el power pop y los estribillos hipnóticos. Sin embargo, hay que reconocerles una sustancia teatral adherida a sus pilares que potenció la habilidad de Crombie a la hora de diseñar los disfraces del conjunto. De hecho, existió un tiempo en el que sus mayores influencias eran Family y Traffic, días en los que decidieron alejarse de los bares y pubes, sólo aceptando actuaciones en teatros y salas de representaciones. Su paso directo a trabajar desde tierras australianas para el 74 se había convertido en realidad, por ello no era de extrañar la influencia estética que resultó para los recién llegados las instantáneas en cuanto a atrezo se refiere de Skyhooks y Hush. Tal fue la pegada de los últimos en el Countdown de la cadena ABC, que era lógica la borrachera de los sorprendidos neozelandeses. En 1985 ya llegaría el pop exitoso de raíces Beatle de Crowded House con los hermanos Finn al frente; aunque eso ya es otra historia, y muy alejada del glitter.
Los japoneses The Sadistic Mika Band llevaban un camino paralelo a Split Enz en cuando a artes de vanguardia se refiere. Quisieron ser una simple parodia de la Plastic Ono Band, aunque al final se convirtieron en auténtico combo de culto. El excéntrico guitarrista Kazuhiko Kato y su esposa, la vocalista “Sadistic” Mika Kato dirigían un conjunto al que verdaderamente salvó el productor Masatoshi Hashiba cuando les puso en el carril adecuado produciéndoles para EMI Toshiba Records. “Cycling Boogie” (1973) resultó su primer sencillo, aunque en formato LP lucieron galas glitter y de modernidad con un debut homónimo y aquella continuación bajo el título Kurofune. Por lo visto, esta palabra se podría traducir por “oveja negra”, algo absurdo en el caso de estos nipones si nos fijamos en que para su segundo álbum ya están grabando en Inglaterra junto a Chris Thomas. Este productor les pone en contacto con los diestros Badfinger, músicos que en aquellos momentos, en pleno 74, estaban sumergidos en las tomas de su LP Wish You Were Here. Mika terminaría participando en el corte “Know One Knows” del citado redondo.
Su campo de acción se amplió de tal manera que llegan a actuar en el británico The Old Grey Whistle Test, al igual que a girar como teloneros de los glam elegantes y experimentales Roxy Music. La cosa se fue al garete cuando con el roce se desgastó el matrimonio Kato, divorciándose, rompiendo la apuesta y casándose Mika con Chris Thomas. El resto del combo funcionaría cual The Sadistics, para con el tiempo dirigir sus esfuerzos a conjuntos como Yellow Magic Orchestra o Imitation. Futuros que no tenían nada que envidiar a su nave nodriza en cuanto a envergadura se refiere; una segunda y tercera estancia que brilló tanto o más que la primera, ante todo en el caso de Y.M.O.
A Bryan Adams, desde Canadá, le pasaría algo similar, aunque eclipsando totalmente a su banda madre. ¿Quién recuerda actualmente Sweeney Todd si no es por la representación de la obra musical en Broadway o la adaptación a todo tren para la gran pantalla por un cineasta de renombre como Tim Burton? Existió otro Sweeney también apellidado Todd, pero cuyo trabajo no era degollar a su clientela a golpe de navaja de afeitar. Inspirados en dicho personaje, el cantante Nick Gilder y sus compañeros de la British Columbia de Vancouver, Jim McCulloch, John Booth, Budd Marr y Dan Gaudin, consiguieron tocando sus instrumentos a ritmo de glam rock todo un Juno Award por su single “Roxy Roller”.
De 1975 al 77 reinaron sus larga duración, Sweeney Todd y If Wishes Were Horses, álbumes cuyo mayor logro fue aportar aquella etapa de transición en la que Gilder quedaría fuera de juego siendo Bryan Adams el nuevo solista ante el micrófono. London Records vería como Adams se estrenaba en el segundo vinilo de los Todd, al igual que Skip Prest apoyaba con sus guitarras en sustitución de McCulloch. Posteriormente el rubio cantante hizo las maletas para establecerse por cuenta propia, logrando una extensa carrera bajo su nombre. La banda se hundió para reaparecer en 2000 de forma poco llamativa.
por Sergio Guillén
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0:00 Walking Down a Road
5:27 Under the Wheel
13:16 Amy (Darling)
18:34 So Long For Now
21:52 Stranger Than Fiction
28:50 Time For a Change
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35:36 Titus
38:48 Spellbound
43:48 Mental Notes
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