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Bateristas en la sombra XX: Larry Martin

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En la escena del Jazz hay individualidades asombrosas que revolucionan los lenguajes. A su lado, para hacer cierta la ilusión, están los trabajadores de "a diario", instrumentistas eficaces que se notan imprescindibles cuando se les va a ver, pero a los que se olvida con demasiada facilidad. Mucho antes del fatídico treinta de Noviembre del año 2013, el expresivo, éste baterísta tan expresivo como dinámico, y tan eficaz como solvente, solo obtuvo cierto reconocimiento entre las oscuras bambalinas del vericueto de culto. A pesar de poseer su prodigioso pie derecho y esas virtuosas manos que le sirvieron para introducir precisión interpretativa en el contexto de la ejecución sujeta al tempo más preciso, desgraciadamente Larry Martin fue y seguirá siendo una hoja arrastrada por el viento de la amnesia. Nacido en Madrid en 1950, tocó multitud de estilos ya sea pop, hard rock, jazz o blues, y en todos ellos dejaron su impronta con un absoluto dominio del instrumento y una creativi...

ELOHIM - Mana Perdu (1983)

 Durante la sequía progresiva de los años 80 los seguidores del género nos buscábamos la vida en investigar casi compulsivamente algún atisbo de vida sinfónico al post desastre musical acaecido. 


El descubrimiento durante esos años de la discográfica francesa Musea fue en cierto modo un alivio, aun conscientes por otra parte de que tampoco íbamos a encontrar algo similar a la década anterior, pero al menos teníamos la esperanza de alguna alegría ocasional. Ya en los 90 llegué a contactar con ellos para promocionar en mi fanzine muchos de sus recientes lanzamientos. Fueron tiempos de cierto entusiasmo verdaderamente. El vinilo estaba desaparecido del mercado, pero empezaban a verse muchas reediciones en CD. Reconozco que fueron años de animadversión al vinilo y el CD ocupaba nuestras estanterías. Hoy lo “vintage” ha vuelto con lo cual volvemos a los mismos vicios que antaño con la diferencia de que hay múltiples formatos donde elegir. Si llegamos a una reducción del asunto el MP3 y otros soportes más modernos nos han permitido ganar mucho espacio y acortar “la espera”. La edición de un disco en los 70´s en mi país podía hacerse interminable en el tiempo como quien esperaba una carta o un regalo de los reyes magos de un sitio lejano. Ahora es instantáneo. Lo obtienes al momento. El sentido práctico de las cosas ha sustituido a la “ilusión” de la espera. Lo que hace la jóven imaginación. Como pasada cierta edad va quedando menos tiempo ante la gran “oferta” digital debemos prescindir de lo innecesario para no volvernos locos y sufrir de ansiedad generalizada.

Recuerdo a grupos franceses principalmente que era lo que Musea rescataba de sus archivos y allí fueron apareciendo nombres desconocidos y músicas ciertamente interesantes. Hay que aclarar que el nivel al que había llegado la música potenciaba la búsqueda de lo poco decente. Hoy probablemente muchas de estas grabaciones no pasarían la prueba del algodón. Por ejemplo, hoy no soporto escuchar cosas como Marillion y otros neo prog de la época, pero era lo que había y ante la escasez uno se agarra a lo que sea.


Elohim fue una banda de un solo disco: “Mana Perdu” luego se convirtieron en Hecenia de los que hablaré en su momento. El disco es una especia de álbum concepto sobre un personaje extraño llamado ELO 666. El sonido de los teclados delata la época híbrida en la está concebido, pero también un trabajo de composición muy aceptable. Yo defino el prog de los 80’s como algo “envasado al vacío” como más “light” pero no le quito su encanto. Algunos discos han envejecido mejor que otros es cierto, pero es lo que había. Este disco tiene un toque prog sinfónico con acentos de fusión-jazz. Puedes escuchar el piano Fender Rhodes y una especie de bajo sin trastes con su ligero contrapunto funk. Voces femeninas haciendo coro y batería sincopada. Colchones de teclado orquestal y melodías cantadas en francés lógicamente herederas del estilo Ange. El cuarteto original lo componían los hermanos Trutet. Volveremos a encontrarlos en su otra banda Hecenia. El disco en general es animado y muy variado con sus cambios de tempo y con agradables momentos que no cargan en absoluto.

Alberto Torró



 







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Comentarios

  1. Hola Alberto,

    Hombre, yo no abogo mucho por el neo-prog, pero decir que Marillion (En su etapa Fish, la siguiente no me convence más que alguna cosa) es inaguantable me parece extremista. Es verdad que empezaron a salir grupos como churros dentro del neo-prog que desvirtuaron el movimiento y le cogí bastante tirria, pero tampoco es para enterrarlos.
    Me gustan, mucho menos que los genios de los 70, pero me gustan.

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    1. Tienes razón. Reconozco que la edad me ha vuelto un poco intolerante. Vi a Marillion en la gira del Misplaced Childhood en Barcelona y la gente llevaba camisetas de Genesis antiguas. Pocos años antes vi a Genesis en el 81 en Donosti con el insufrible ABACAB y creo que el neo prog en su momento fue algo fresco que lo sinfónicos necesitábamos. Yo veo que Marillion han envejecido mal y al igual que Genesis terminan haciendo música insípida. Creo que parte del problema fue la saturación de bandas mediocres y la contaminación cada vez más presente del metal en el progresivo, algo que personalmente no soporto. pero ya te dogo me hago viejo y cascarrabias...jajaja. Un abrazo.

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