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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

NEULAND - Neuland (2019 / PROPER)

Se pone fin a un negocio inacabado : Blue Room fue el proyecto de Peter Baumann y Paul Haslinger, ambos ex-Tangerine Dream, junto al cantante John Baxter. De ésa unión únicamente salió un promo de cinco canciones editado en 1993 por el propio sello de Baumann, Paragon. Al poco, el proyecto fue abandonado sin llegar a una edición oficial. Algo como lo que ha sucedido ahora pronostiqué cuando comenté  la inesperada vuelta de Peter Baumann, con "Machines of Desire" (2016).


Su unión con Paul Haslinger nos da como fruto inicial éste "Neuland" a considerar, y más siendo un álbum doble. En las primeras notas de "Cascade 39" (4'05) podemos respirar magia genuinamente tangerina. Pero si está al comienzo es precisamente para captar a esos oyentes que esperan justamente,  eso. Y no lo van a hacer a menudo. Melodías cripticas y misteriosas son puro Baumann de los 70, y la complicidad tecnológica de los dos sintetistas se hace patente. "Road To Danakil" (6'06) se asemeja a un misterioso soundtrack de inexistente film, en el que tú eres el guionista y director, (y productor ejecutivo, a menos que te lo regalen!). Cierta aura ritualīstica le da empaque y majestuosidad. Puede que se haya utilizado software y hardware de última generación,  pero el dúo sitúa su sonido entre finales 70 y mediados 80. "A World Apart" (4'11) no abandona ése particular mundo nuevo por explorar  (Neuland), en donde la química de los dos investigadores  se revela fructífera y fascinante. Minimalismo berlinés es definido en la delicada construcción de "Counting on Time"; (5'06). Música para un futuro paralelo, porque éste está claro que va lento, cansino y enfermo.....Con un diálogo que transmite esperanza, y originalidad de formas nebulosas.


Está claro que éstos dos históricos no viven del pasado. Y lo demuestran en "Dream 9" (7'15) y sus entretejidos rítmicos nada complicados, pero geniales en su sencillez y moldeo melódico que invita a la descripción mental automática. De nuevo sci-fi musical para adornar un film a su altura. "Liquid Sky" (4'54), como todas las piezas, parecen continuadoras de un mismo hilo narrativo. Donde lo enigmático y misterioso priman como prioridad sensitiva. Saben sonar avanzados sin parecer inexpugnables. De hecho, se escuchan con fluidez y tremendo interés,  como buenos artesanos de la electrónica al servicio del alma. Que se aplica con psicológica efectividad en "The Lost Cord" (5'21), en un modo similar al Vangelis de primeros 80.....hasta que el grifo de los graves se abre de golpe y cambia la orientación  hacia pautas surrealistas que recuerdan hasta al tratamiento "enosificado" del "The Lamb..." genesiano. Curioso. "M-Tron Fields" (3'28) , -olvida si crees por el título que se desempolva el mellotron- , es otra ensoñación  minimal de melodía a su mínima expresión y mayor efectividad. Nada fácil de conseguir. "Measure 3" (5'40) concluye el primer cd con retro-cosmic kraut que suena sin embargo, actual y atemporal al mismo tiempo. Es una de las que más recuerdan a la banda madre. Lo que me parece procedente y hasta necesario, dentro de un límite. En realidad, debería haberse titulado "Voices from the Past" (5'47), que es la que abre el volumen 2, sin que su título condicione a la música.  Bastante más en la línea del "Machines of Desire" de Baumann. Drones cargados de nostalgia traen "The Long Now " (4'25), en exposición que sorprende en su originalidad. Capacidad, ésta de la sorpresa, tan difícil como natural en éste dúo. 
"Moons Ago" (6'08) presenta una especie de danza ritual cyber-India, llena de calidez y sensibilidad......Dónde está aquel viejo cliché de la frialdad de las máquinas? Algo que es extensible al resto del álbum. Plácida,  pero sesuda escucha, como debe ser. 


No han querido Neuland ser una retro-copia de su nave nodriza. Para eso ya están los actuales Tangerine Dream. En su equilibrio para no abandonar algunas de sus señas de identidad, han seguido adelante con nuevo pulso, miras y estilo. Ofreciendo un álbum de muchas posibilidades, invulnerable al aburrimiento y que promete muchos rincones secretos por descubrir, en sucesivas y múltiples escuchas. Un excelente nuevo comienzo.
J.J. IGLESIAS







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