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LOS ESTANQUES - IV (2020/ Inbophonic)

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 Creo recordar que ya tuvimos por aquí a Crayolaser como sinónimo de originalidad dadaísta y estupendo-desconcertante álbum. De allí saldría Iñigo Bregel (voz, teclados, guitarra) y se juntarla con otra panda de vulcanianos, ahora desde Madrid, dando forma a Los Estanques. En 2017 editaron su primer pecado contra la realidad, "Contiene Percal". "II" y "Los Estanques" le siguieron, siendo aclamados como los nuevos Marx Bros del pop psych & prog surrealista.  En el Año Oficial de las Idas de Bolo, 2020, editaron "IV". Y claro, estaban en forma, para tan alocados días.  "No hay vuelta atrás" atrae recuerdos del rock arg spinettiano, en mi "molesta" opinión. Fernando Bolado sujeta riendas de bajo imperante junto a una batería sorpresiva, la de Andrea Conti. Mientras que ésa sibilina wah wah funk del guitarrista Germán Herrero construye un armazón donde una brass section se adueña de un excelente feeling zappero. Bregel canta

HANS WURMAN - The Moog Strikes Bach.... (1969 / RCA)

Cuando en 1968, el todavía Walter Carlos creó su extraordinario "Switched - On Bach" sobre un rudimentario Moog 55, no era consciente de que estaba abriendo las puertas de la naciente electrónica al mainstream. Toda una avalancha de álbumes con los hits del momento interpretados por el pesado armatoste se pusieron en marcha. Algunos con mayor fortuna que otros. Se le llamó posteriormente moogexploitation. 



Pocos saben que el fenómeno alcanzó al propio Walter Carlos, con su impersonator alemán Hans Wurman. Éste músico,  del que poco se sabe, presumiblemente venía de formación académica clásica. Puesto que había nacido en Viena en 1922, (sí,  dentro de 2 años cumpliría 100!), y murió en Illinois en 2001. RCA ve la jugada millonaria del "Switched" y lo encierra en los RCA Studios con el productor John Pfeiffer y un Modular Moog Synthesizer. Carísimo instrumento no al alcance de todos los mortales. En 1969 saldrá la versión alemana del album de Walter Carlos, titulado "The Moog Strikes Bach..." con las mismas pretensiones,  pero sin el mismo éxito de ventas. Imagino que la saturación de éste tipo de grabaciones afectó en la atención del público. 

Abría el mismo Chopin con "Black Key Etude Op10 #5" y en el instante comprobamos que Wurman es un diestro domador de éstas fieras electrónicas llenas de cables y generadores de tono. Desde luego no se muestra como sus coetáneos,  en un mero creador de agradables zumbidos para ascensor.

Exquisita la "Turkish March (Rondo from Sonata in A, K331)" de Mozart. El proto-sintetista se permite licencias para adecuar el "futurista" sonido, con la audiencia a la que va destinado. De todos modos resulta un triunfo artístico para 1969. Además de una pieza condenadamente efectiva y comercial. Sucediendole tenemos a Rachmaninoff con su "Vocalise Op 34 #14" y su dramática melodía dickensiana. Que podría pasar por partitura salida de la mente de Robert John Godfrey perfectamente. Extraordinario. Prokofieff y su "Prelude Op 12 #7" también resulta gratificante pasado por el filtro electrónico con el buen criterio de Wurman. Classic-techno analógico en todo su esplendor y virtuosismo, que lo hay y mucho. El propio Wurman pone su nombre junto al de los maestros con un par, y rediseña "Thirteen Variations on a Theme of Paganini". Resultando uno de los momentos más brillantes por lo innovador y libre de la ejecución y reconstrucción melódica. Suena por momentos a outtake emersoniano. Que el disco no tuviera repercusión me sorprende menos que no haya tenido una mayor difusión entre los aficionados al prog rock. Porque "The Moog Strikes Bach..." lo es, y mucho.



Para la segunda cara sólo contamos con dos piezas de mucho peso específico. "Tocatta and Fugue in D Minor" de Bach, (única composición de un autor que se nombra en el título del álbum! ). Y Mozart, que repite con su "Eine Kleine Nachmusik (Serenade in G, K525)" . La primera resulta una gozada sympho-proggy al más alto nivel Wakeman. Uno recuerda con particular familiaridad el "The Six Wives of Henry VIII" y se asombra de que lo esté comparando, con una obra de Bach. El tiempo dirá si me equivoco.....aunque pasa y me va dando cada vez más la razón. Aquí la adaptación electrónica  es fascinante y respetuosa, aunque llena de "ruiditos infecciosos" de los que tanto gustamos los lectores de ésta sección. Los "fat sounds" son perfectos para simbolizar la majestuosidad orquestal, llevada a 1969. Hoy es un género en sí mismo. La segunda, otro "hit de los 40 classics", se deja querer en manos de Wurman y el invento demoníaco de Bob Moog. Mozart pasado por el tótem - sinte suena a una especie de Yellow Magic Orchestra de 1700. Como paisano de Wurman, éste se esmera en una adaptación sobresaliente.  Conformando un disco criminalmente ignorado y tan interesante como la saga de Walter Carlos. El propio Hans Wurman tiene la suya propia, con "Chopin a la Moog" (1970), "Electric Nutcracker" (1975) o "Comic Carmen" (1976). De investigación obligada.
J.J. IGLESIAS



Temas
A1 Chopin - "Black Key" Etude, Op. 10, No. 5 00:00
A2 Mozart - Turkish March (Rondo From Sonata In A, K. 331) 01:39
A3 Rachmaninoff - Vocalise, Op. 34, No. 14 05:08
A4 Prokofieff - Prelude, Op. 12, No. 7  11:35
A5 Wurman - Thirteen Variations On A Theme Of Paganini 13:34
B1 Bach - Toccata And Fugue In D Minor 23:47
B2 Mozart - Eine Kleine Nachtmusik (Serenade In G, K. 525)
   a. Allegro 31.18
   b. Romanze: Andante 36:50
   c. Menuetto: Allegretto 42:33
   d. Rhondo: Allegro 45:03





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